Holanda sufre la "fiebre naranja": el barrio rojo se rinde al Mundial
FERNANDO HELLER (DPA) - Viernes, 9 de Julio de 2010 - Actualizado a las 11:44h.
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El jugador de la selección de Holanda Arjen Robben, celebrando la victoria del equipo ante Uruguay.
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AMSTERDAM. Los cerca de 15 millones de holandeses padecen desde hace pocos días una curiosa patología transitoria contra la cual ni el potente Tamiflú puede hacer nada: la "fiebre naranja" debido a la llegada de su equipo a la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica.
Se trata de una curiosa mezcla de pasión por la selección "oranje" combinada con un sentimiento patriótico que, por lo general, los moderados y contenidos holandeses no sacan a relucir más que en ocasiones muy señaladas como la final de este domingo frente a España.
Desde que los Países Bajos se clasificaron para la final tras vencer a Uruguay, el tema se convirtió en una constante en calles, "borreltjes" (las fiestas sociales), oficinas, tabernas, "coffeshops" o incluso en los Ministerios del gobierno.
"Pasión naranja: dolencia temporal de los sentidos, aunque no del físico, motivada por un sentimiento de fervor y de orgullo nacional sanos". Es la definición, en tono de broma, que esta mañana hacía un comentarista de la cadena pública de radio NOS para intentar describir el "mal" que nubla la mente de los holandeses desde que se enteraron que su equipo jugará la final del Mundial.
Mientras ambas selecciones velan armas ante el duelo del domingo y la prensa holandesa destaca los comentarios realizados el jueves desde Johannesburgo por el técnico "naranja", Bert van Marwijk (el combinado español es "el mejor del mundo"), el periódico "De Telegraaf" suaviza hoy el optimismo que se respira en las calles: "La estadística habla en favor de España", afirma su titular.
El rotativo, el más leído del país, hace referencia a un sistema de predicción de resultados ("match predictor"), según el cual Holanda "sólo cuenta con un 43 por ciento de posibilidades de ganar el domingo, y España, con un 57 por ciento".
El "match predictor", desarrollado por una empresa privada, se basa en los siguientes datos, explica el diario: estadísticas de resultados teniendo en cuenta las veces que ambas selecciones se han enfrentado, prestaciones individuales de los jugadores de uno y otro bando, y desempeño global de ambos combinados.
Pero mientras Van Marwijk alaba a España "en un intento por conjurar sus temores ante la final", según apunta un comentarista de la radio pública, los simpatizantes "oranje" hacen caso omiso a los vaticinios negativos y ya se preparan para una victoria que consideran segura.
Algunos datos concretos del "fervor naranja": el consumo de cerveza en los bares de Ámsterdam ha subido un 25 por ciento en los últimos días, las terrazas a lo largo de los canales de la "Venecia del Norte" están, desde que Holanda se clasificó, a rebosar.
"Algunos clientes me han pagado por adelantado hasta 200 euros (unos 280 dólares) para que les reserve sillas frente a la pantalla gigante de nuestro bar", asegura Peter Aarts, que regenta una taberna típica no lejos del "Spui", en pleno centro de Ámsterdam.
"Hemos hecho acopio de barriles de cerveza para no quedarnos sin nada porque nuestros proveedores nos dicen que no dan abasto para cubrir las demandas", explica Aarts a la televisión holandesa.
Mientras tanto, uno de los puntos más "calientes" de Ámsterdam, el barrio rojo (en realidad barrio rosa, "roze buurt" en neerlandés), donde se encuentran los escaparates con prostitutas más conocidos del mundo, tampoco ha permanecido ajeno al fenómeno del Mundial.
Según informa la televisión holandesa, algunos de estos escaparates exhiben las banderas tricolores del país (blanco, rojo, azul) y bufandas o banderines naranjas. No se sabe si las prostitutas, o los proxenetas, intentan con ello hacer gala de patriotismo o lo utilizan como "gancho" para atraer a más clientes en el marco del renovado fervor por la selección nacional, opina un comentarista de NOS.








