miércoles, 28 de julio de 2010

LA TRAICION Y LA MENTIRA

Escribe JORGE CROSA



Quien me conoce sabe, perfectamente, que soy amigo de Maradona. Que hice una película, la dirección, el libreto y la producción de la misma, para la que invité a otro gran amigo argentino, locutor y animador, como Juan Alberto Badía y la hicimos hace una cantidad de años atrás. Diego estaba defendiendo al Barcelona y el técnico era César Luis Menotti. Fue terminada en los estudios de la Warner, en Los Angeles, nada menos que con la mirada "tipo sentencia" de Steven Spielberg, amigo de quien, en aquel momento era el apoderado de Diego, Jorge Cyszterpiller, de quien también, mantengo un vínculo de amistad.
La película, en definitiva, luego de casi un año de trabajo, no pudo ser exhibida, puesto que está en litigio, por un tema entre la familia de Diego y Jorge, cosa que nosotros desconocemos y no tenemos porqué saber, ni preguntar.
Lo cierto es que está terminada y en poder de Jorge, depositada en el Banco Central Argentino.
Este introito no era para hablar de la película, sino para hablar de Diego.
Más que del técnico renunciante, del amigo, del tipo que se ha equivocado y lo ha admitido, que ha tratado, por todos los medios de salir de la droga y que, como me lo dijo en Barcelona, las veces que lo quise escuchar: "Me equivoqué, Jorge, le erré, pifié, metí la gamba, soy un estúpido y me merezco cualquier cosa, porque soy un imbécil. Adoro a mis hijas, a mi mujer, que la perdí también, en fin, vos me entendés, un gil ..."
Así habló Diego muchas veces conmigo. Y me siento consustanciado con su forma de actuar. Es derecho. Se equivocó. Por supuesto que sí. Se lo dije las veces que lo quiso escuchar, pero no es un mentiroso, ni un falluto, ni una mala persona.
Por el contrario, es amigo de sus amigos y fiel. No traiciona.
Atento a ésto ultimo que corre para mi vida también. Uno perdona, al que roba, al que se equivoca en la vida, al que le erra y feo y tiene que pagar con cárcel por ello.
Pero, haciendo el esfuerzo lo comprende y lo trata de ayudar para que vuelva a vivir como un ser humano y no como un delincuente. Hay que lograrlo y se conquista si se hacen las cosas bien con esas personas equivocadas.
Eso le pasó a Diego con la droga. También con otros errores. Y yo me pregunto: ¿quien no se ha equivocado alguna vez en la vida?, ¿ son todos santos, de repente?
No es así. No creo en los santos en la Tierra. Acaso sí, en el Cielo.
Claro, soy creyente. Y me duele muchas cosas que pasan, aquí, en nuestro paisito, con errores e incoherencias que no comprendo en los que estuvieron a cargo durante tantos años de los destinos del Uruguay. No ahora, como entenderá.
Pero, uno puede perdonar casi todo en la vida al ser humano, pero el ser traidor,no.
Traidor no, viejo. Eso sí que no. De ninguna manera. Da asco un traidor, es como un violador, la misma peste, la misma repugnancia.
Y digo éstas cosas, porque, traidores los hay y los conocemos y los conozco, los del puñal bajo 'el poncho, los de la risita mostrando sólo los dientes, los "yo-yo", esos que saben todo y se la quieren hacer creer a la juventud.
Pero no es así. El traidor es una inmundicia. Y a Diego, según sus expresiones lo traicionaron y le mintieron. Y dio nombres. Y dijo Grondona y Bilardo.
Asqueroso momento del fútbol argentino y del deporte todo ante estas declaraciones, que, si nadie dice nada, es porque no hay corazón latiendo, ni sentimientos nobles, ni nada creíble y querible en el mundo. Y menos en el deporte, en donde se debe cultivar, justamente, la amistad, la verdad, el compañerismo, la ayuda a quien corresponde, todo eso bueno que tiene la gente, señor mío.
Pues no ha sido así. Maradona, para muchos que lo juzgan como persona y le dicen malas cosas, estarán en su derecho, porque él se equivocó en la vida y así lo dijo y lo sostiene. Pero estas enfermedades hay veces que se curan y otras, no.
Pero no es un mentiroso y aquí no va la defensa al amigo a ultranza, sino un humilde parecer de quien lo conoce y bien, como nosotros y nos amargó que lo traicionaran y le mintieran, como a cualquier ser humano.
La vida, viejo, no tiene muchas vueltas, si sos mala persona, tarde o temprano se van a dar cuenta.
Es posible que no sea el genio del fútbol, en la conducción, claro está, pero sostiene que lo traicionaron y le mintieron.
Lo peor. Y uno, como periodista y amigo al fin, que ayuda hasta aquel que se ha equivocado y paga por ello, porque, en la vida, nunca se sabe, nadie sabe lo que te puede pasar, hay que ser buena gente, hermano. Buena gente es ser eso: una persona honesta, en quien confíen tus hijos, tu familia, tu esposa y tus amigos.
Entonces, cuando leo y veo ésto que le pasó a Diego, tengo que mostrar mi rebeldía y quizás "algún vivo" (que nunca faltan) diga: "Mirá a éste, defendiendo a Maradona, por favor ...".
No, mi amigo, no es así. Tan sencillito el asunto de la traición.
Defiendo al hombre, al ser humano y condeno al traidor y al mentiroso.
Y perdono a quien se equivoca y paga por ello. Porque así entiendo la nobleza en la vida. Y porque es así y no tiene otra interpretación.
Yo sé que la gente me ha entendido. La buena persona me comprendió.