La previa al primer Mundial
El 21 de mayo de 1904 en Paris, Francia, se fundó la FIFA, siglas correspondientes a Fédération Internationale de Football Association (Federación Internacional de Fútbol Asociado). Con el nacimiento de dicha institución también nació la idea de organizar un campeonato Mundial de selecciones.
Por aquel entonces la FIFA, una incipiente institución, no contaba con fondos económicos para la organización del certamen, por lo que en pidió al Comité Olímpico Internacional (COI) la inclusión del deporte del balompie en los juegos Olímpicos. En 1908, en los Juegos de Londres, el Reino Unido se consagraría como el primer campeón Olímpico, situación que también se daría en los Juegos de 1912.
Reino Unido 1908
En 1914, la FIFA reconoció oficialmente al torneo disputado en los Juegos Olímpicos como un «campeonato mundial de fútbol para amateurs», tomando la responsabilidad de organizar el evento durante las siguientes tres citas Olímpicas: desde 1920 a 1928. Hasta esa fecha, la organización del certamen de fútbol olímpico estuvo a cargo de asociaciones nacionales, tales como la Football Association de Inglaterra en 1908 y la Asociación Sueca de Fútbol en 1912.
En París 1924 y Ámsterdam 1928 la Selección Uruguaya se consagró como campeona olímpica. La popularidad del fútbol en aquellos juegos llevaron a la FIFA a organizar su propio campeonato del Mundo.
Uruguay 1924
Uruguay 1928
Tras el paso de algunos años, el Congreso de la FIFA realizado en 1928 en la ciudad de Ámsterdam, decidió la realización finalmente de un torneo especializado, para el cual debería buscarse una sede. Rápidamente, varios países europeos presentaron su candidatura (Italia, Hungría, los Países Bajos, España y Suecia) junto a la de Uruguay. Jules Rimet, presidente de la FIFA en esos años estaba a favor de la realización en el país sudamericano, el cual se encontraría a la fecha del Mundial celebrando el centenario de la Jura de la Constitución (18 de julio de 1830) y que había obtenido en forma consecutiva la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928. Además, las heridas de la Primera Guerra Mundial aún no habían cicatrizado completamente en el continente europeo, por lo que la preferencia por la realización en Uruguay serviría como una forma de alentar a la paz mundial.
Al ver que probablemente el torneo sería adjudicado al pequeño país del sur, los candidatos europeos declinaron su candidatura favoreciendo a Italia. Sin embargo, el discurso del delegado argentino Adrián Béccar Varela promoviendo la candidatura de su país vecino, obligó al retiro de Italia. Así, Uruguay fue elegida unánimemente como sede del torneo.
Uruguay 1930
La decisión de la FIFA de celebrar la primera Copa Mundial de la FIFA™ en Uruguay no suscitó el entusiasmo general, ya que Europa estaba inmersa en una crisis económica y la participación en un Mundial celebrado en otro continente hacía necesario un largo desplazamiento por mar. Además, para algunos clubes suponía no poder contar con sus mejores jugadores durante dos meses, un problema que todavía existe en la actualidad.
Tras la adjudicación del torneo a Uruguay, el Comité Organizador repartió las invitaciones para los 16 cupos para el torneo. Sin embargo, el rechazo continuo de la mayoría de los equipos de países del continente europeo fue sorprendente. Estos argumentaron su ausencia debido a los altos costos que implicaba el viaje a través del Océano Atlántico y la fuerte crisis económica que había azotado en el último año. Aún cuando los uruguayos ofrecieron solventar todos los gastos involucrados y compensar a los equipos de fútbol profesional por la ausencia de sus jugadores, la mayoría de los países europeos rechazaron la invitación.
Sólo Francia, Bélgica, Yugoslavia y Rumania asistieron a la cita en Montevideo. Francia fue prácticamente obligada a asistir debido a la presión ejercida por Jules Rimet, el cual también solicitó ayuda personalmente al Rey Carlos II de Rumania. El monarca obligó a la participación de sus jugadores, los cuales fueron elegidos al azar personalmente por el rey en una empresa petrolera rumana. El seleccionado de Egipto se anotó para el torneo, pero pidió que moviesen de fecha el comienzo ya que no llegaban a tiempo por culpa del viaje en barco.
Finalmente la FIFA no aceptó el pedido y Egipto no pudo participar.
Durante el viaje en barco no hubo nada reseñable, salvo algunas quejas de los jugadores por no haber podido entrenar normalmente, ya que el gimnasio del barco y el puente eran poco espaciosos.
En el continente americano, Uruguay solicitó la ayuda a sus vecinos para organizar el torneo. Aún cuando invitó a todos los países, muchos se negaron a pagar la suma de dinero solicitada como apoyo a la organización.
Debido al rechazo de los países europeos principalmente, la Copa debió reducir su número de participantes de 16 a 13.
La organización de la primera Copa Mundial de la FIFA™ fue muy diferente de las actuales: no hubo fase clasificatoria, las trece selecciones participantes fueron invitadas por la organización y el sorteo se celebró cuando todos los equipos ya se encontraban en Uruguay.
link: http://www.youtube.com/watch?v=sOy_ECwkhqY&feature=related
Los seleccionados participantes
Solo Francia, Yugoslavia, Rumania y Bélgica enviaron a su equipo representativo. A los cuatro equipos europeos se sumaron Argentina, Chile, México, Brasil, Bolivia, Perú, Estados Unidos, Paraguay y por supuesto el organizador,Uruguay.
Los 13 equipos se dividieron en cuatro grupos. El B, C y D contaron con tres seleccionados cada uno, mientras que en el A cuatro naciones se disputaron el único boleto a las semifinales.
* Grupo A: Argentina, Francia, México y Chile
* Grupo B: Yugoslavia, Brasil y Bolivia
* Grupo C: Uruguay, Rumania y Perú
* Grupo D: Estados Unidos, Paraguay y Bélgica
Sedes
Para el torneo, la intención de los organizadores era que todos los partidos se disputaran en un sólo estadio, el Estadio Centenario, construido especialmente para la celebración de la Copa Mundial. Sin embargo, las fuertes lluvias caídas en Montevideo antes de la inauguración del campeonato impidieron que su construcción fuera finalizada a tiempo. Dada esta situación los organizadores se vieron obligados a buscar otros estadios para celebrar en ellos los primeros partidos, el Gran Parque Central (propiedad del Club Nacional de Football) y el Estadio Pocitos (propiedad del Club Atlético Peñarol), escenarios donde se jugaron de manera simultanea los dos primeros partidos en la historia de los Mundiales. El Estadio Centenario fue oficialmente inaugurado el sexto día de competencia y a partir de ese momento todos los partidos se jugaron ahí.
Estadio Centenario: 65.000 Personas
Estadio Gran Parque Central: 20.000 Personas
Estadio Pocitos : 10.000 Personas
Resultados
Grupo A
Francia 4:1 México
13 de julio de 1930, 15:00 - Estadio Pocitos, Montevideo
Asistencia: 1.000 espectadores
Árbitro: Domingo Lombardi (Uruguay)
Laurent 19' *
Langiller 40'
Maschinot 43' 87' Carreño 70'
* Primer gol en la historia de los mundiales.
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Argentina 1:0 Francia
15 de julio de 1930, 16:00 - Estadio Parque Central, Montevideo
Asistencia: 3.000 espectadores
Árbitro: Almeida Rego (Brasil)
Monti 81'
Chile 3:0 México
16 de julio de 1930, 14:45 - Estadio Parque Central, Montevideo
Asistencia: 500 espectadores
Árbitro: Henry Christophe (Bélgica)
Subiabre 3' 52'
Vidal 65'
Chile 1:0 Francia
19 de julio de 1930, 12:50 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 2.000 espectadores
Árbitro: Aníbal Tejada (Uruguay)
Subiabre 65'
Argentina 6:3 México
19 de julio de 1930, 15:00 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 5.000 espectadores
Árbitro: Ulises Salcedo (Bolivia)
Stábile 8' 17' 80'
Zumelzú 12' 55'
Varallo 53' Rosas 42' (pen.) 65'
Gayón 75'
Argentina 3:1 Chile
22 de julio de 1930, 14:45 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 1.000 espectadores
Árbitro: Jan Langenus (Bélgica)
Stábile 12' 13'
Evaristo 51' Subiabre 15'
Grupo B
Yugoslavia 2:1 Brasil
14 de julio de 1930, 12:45 - Estadio Parque Central, Montevideo
Asistencia: 5.000 espectadores
Árbitro: Aníbal Tejada (Uruguay)
Tirnanic 21'
Bek 30' Preguinho 62'
Yugoslavia 4:0 Bolivia
17 de julio de 1930, 12:45 - Estadio Parque Central, Montevideo
Asistencia: 800 espectadores
Árbitro: Francisco Mateucci (Uruguay)
Bek 60' 67'
Marjanovic 65'
Vujadinovic 85'
Brasil 4:0 Bolivia
20 de julio de 1930, 13:00 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 1.200 espectadores
Árbitro: John Balway (Francia)
Moderato 37' 73'
Preguinho 57' 83'
Grupo C
Rumania 3:1 Perú
14 de julio de 1930, 14:50 - Estadio Pocitos, Montevideo
Asistencia: 300 espectadores
Árbitro: Alberto Warnken (Chile)
Desu 1'
Barbu 85'
Stanciu 85' Souza 75'
Uruguay 1:0 Perú
18 de julio de 1930, 14:30 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 70.000 espectadores
Árbitro: Jan Langenus (Bélgica)
Castro 65'
Uruguay 4:0 Rumania
21 de julio de 1930 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 80.000 espectadores
Árbitro: Almeida Rego (Brasil)
Dorado 7'
Scarone 26'
Anselmo 31'
Cea 35'
Grupo D
Estados Unidos 3:0 Bélgica
13 de julio de 1930, 15:00 - Estadio Parque Central, Montevideo
Asistencia: 10.000 espectadores
Árbitro: José Macías (Argentina)
McGhee 41' 45'
Patenaude 88'
Estados Unidos 3:0 Paraguay
17 de julio de 1930, 14:45 - Estadio Parque Central, Montevideo
Asistencia: 800 espectadores
Árbitro: José Macías (Argentina)
Patenaude 10' 15' 50'
Paraguay 1:0 Bélgica
20 de julio de 1930, 15:00 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 900 espectadores
Árbitro: Ricardo Vallarino (Uruguay)
Vargas Peña 40'
Semifinales
Argentina 6:1 Estados Unidos
26 de julio de 1930, 14:45 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 80.000 espectadores
Árbitro: Jan Langenus (Bélgica)
Monti 20'
Scopelli 56'
Stábile 69' 87'
Peucelle 80' 85' Brown 89'
Uruguay 6:1 Yugoslavia
27 de julio de 1930, 14:45 - Estadio Centenario, Montevideo
Asistencia: 93.000 espectadores
Árbitro: Almeida Rego (Brasil)
Cea 18' 67' 72'
Anselmo 20' 31'
Iriarte 61'
LA GRAN FINAL
30 de julio de 1930. Son las tres y media de la tarde, el imponente estadio Centenario -“Coloso del cemento”- copado por 80.000 espectadores acoge la primera final del Campeonato del Mundo de fútbol. El sueño de Rimet se hace realidad y dos selecciones se juegan el honor de hacerse con el cetro futbolístico mundial. De un lado la Argentina de Stábile y del otro la Uruguay de Colombes, de Ámsterdam, de Andrade, Nasazzi, Scarone… El fútbol del río de la Plata en juego y un enfrentamiento con altas cotas de rivalidad que en dos años se habían retado en sendas finales por los JJOO y el Campeonato Sudamericano.
La selección uruguaya campeona de 1930. Arriba de izquierda a derecha: Andrade, Gestido, Nasazzi, Ballestrero, Mascheroni y Fernández. Abajo: Dorado, Scarone, Anselmo, Cea e Iriarte. Uruguay se impuso sobre Argentina por 4 a 2.
El aún cemento fresco del Centenario hace de amplificador de sensaciones y transmite un ambiente ensordecedor jamás antes vivido en otro escenario futbolístico de la época. El elegido para dirigir el partido un colegido belga llamado John Langenus, que se ve superado por el tenso ambiente y solicita como condición sine qua non una escolta que garantice su seguridad. Muchos hinchas argentinos que viajan en barco se quedan a medio camino a causa de la niebla y no logran llegar a tiempo para la cita. La selección argentina de Juan José Tramutola es recibida con una lluvia de piedras mientras que Uruguay dirigida por Alberto Suppicci, salta al terreno de juego entre los vítores de la gente.
En el sorteo inicial, en el que cada selección lleva su balón, se llega al acuerdo de jugar media parte con cada esférico. En la primera se juega con el balón argentino y en ella se comienza a vislumbrar, el talento, la talla y las condiciones en las que llegan las grandes estrellas al encuentro definitorio. Con ambos conjuntos dispuestos sobre el terreno en sistema piramidal (2-3-5), por parte Argentina preocupa especialmente Guillermo Stábile, un extraordinario centrodelantero o wing derecho velocísimo y eficaz.
En cambio por parte uruguaya el combinado de Supicci cuenta con un equipo quizás veterano en mucho de los casos pero de enorme talento y espíritu. José Nasazzi el “Mariscal”, el “Gran Capitán”, el jefe de aquella selección, defensor de leyenda, el aire, la fuerza y la bandera de Uruguay. José Leandro Andrade la “Maravilla Negra”, el primer gran jugador de color, aquel que había deslumbrado en Colombes y en las noches parisinas con su ritmo, sus cortes y quebradas. Héctor Scarone el “Mago”, un adelantado a su época, un genio creador, no en vano afirman los historiadores del fútbol uruguayo que aquellas mágicas paredes que se atribuyen a la también mágica dupla compuesta por Coutinho y Pelé, fueron inventadas cuarenta años antes por la dupla Cea-Scarone. Un “entreala izquierdo” que la jugaba con las dos piernas, del que cuentan que entrenaba su puntería chutando contra botellas a 30 metros de distancia. YHéctor Castro, el “Divino Manco”, delantero hábil y letal con el balón en los pies del que las crónicas de la época reflejan entre otras anécdotas que su muñón era un arma temida por sus contrarios, pues lo utilizaba hábilmente en los saltos y choques dentro del área.
Con esta constelación de grandes actores y tras una primera mitad en la que Argentina se va al descanso con ventaja de 2 a 1, la segunda y definitoria segunda parte tiene color uruguayo. Pedro Cea hace el empate en el 57, Santos Iriarte en el 68 con un chut de 25 yardas pone en ventaja a los uruguayos y hace explotar el Centenario, luego Stábile -el goleador del Campeonato- está a punto de hacer callar a la enfervorizada hinchada uruguaya pero su disparo se va al palo y finalmente en el 89, Héctor el “Divino Manco” Castro hace el definitivo 4 a 2 con el que Uruguay se proclama primer campeón del Mundo.
El Presidente de la FIFA, Jules Rimet, entregó el trofeo "Victoire aux Ailes d'Or", una estatua de 30 cm de altura, fabricada en oro y con un peso de 4 kg, al capitán uruguayo, José Nazassi.
José Nasazzi cierra el círculo recibiendo de manos de Jules Rimet la “Victoire aux Ailes d’Or” y elevándola al cielo de Montevideo, una ciudad, unos ciudadanos y un país que se echan a la calle y olvidan por un momento la crisis y penurias que viven.
Las celebraciones se prolongaron en Montevideo durante varios días y varias noches y el día después de la victoria, el 31 de julio, se decretó fiesta nacional. ¡Ya estaba en marcha el torneo más prestigioso del fútbol mundial y había quedado oficialmente proclamado el carácter universal de este deporte!