Las cartas presidenciales subrayan el legado
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En un cálido intercambio de misivas entre el Presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y el Presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, ambos mandatarios han reafirmado su compromiso con que la Copa Mundial de la FIFA deje tras de sí un perdurable legado social.

En las cartas, ambas dirigidas a un "querido amigo y hermano", los líderes respectivos resaltaron la importancia de mantener el impulso generado por un torneo de enorme éxito y seguido a continuación por la primera Cumbre de Educación de la Copa Mundial, celebrada el 11 de julio en Pretoria.

Blatter, por su parte, expresó su fe en que la Copa Mundial de la FIFA lograría "proveer un estímulo para el desarrollo social, cultural y educativo duradero y sostenido", mientras que Zuma concentró su atención en su pasión compartida por la campaña 1 Goal Education for All.

"Como ya sabemos", escribió el Jefe de Estado de Sudáfrica, "el éxito de esta campaña ayudará a unos 72 millones de niños, casi la mitad de ellos en África, que no van a la escuela. Eso sería un poderoso legado de la Copa Mundial".

El Presidente sudafricano también insistió en dar las gracias a Blatter por "su invaluable apoyo" antes y durante la Copa Mundial de la FIFA, y añadió: "Tu confianza en nosotros y en África nos ha permitido demostrar que los pesimistas respecto a África se equivocan".

Reflexionando con orgullo en el impacto positivo del campeonato de fútbol sobre la percepción internacional en torno a Sudáfrica y sobre la tasa de crecimiento económico del país, Zuma también destacó el éxito de la Copa Mundial de la FIFA en un área más difícil de cuantificar pero igual de importante.

Escribió: "Aunque no pueda medirse, existe una sensación muy real de que la Copa Mundial ha unido a los sudafricanos. Ésta es una cuestión que trasciende sobremanera las manifestaciones externas de orgullo nacional. Está claro que los sudafricanos de todas las razas sienten ahora más intensamente su pertenencia a una nación común".

Mientras Zuma se mostraba deseoso de reconocer los beneficios que ha deparado el torneo, Blatter tenía iguales ganas de alabar a Sudáfrica y su gente por hacer de la primera Copa Mundial de la FIFA en el Continente Madre un espectáculo tan inolvidable. Como escribió el Presidente de la FIFA en elogio de la "increíble hospitalidad [de la nación], cuyo alto grado apenas habíamos visto hasta ahora", la de Sudáfrica ha sido "una Copa Mundial singular, fantástica y exitosa en todas sus múltiples facetas".