jueves, 29 de julio de 2010


IRREVERENTE

Escribe JORGE CROSA




La irrespetuosidad, lamentablemente, se "usa" demasiado en el periodismo. El querer ser "el primero, el yo lo dije antes, o "como adelantamos" o "yo les informé que fulano ...", es como una especie de enfermedad, dentro de una profesión, sagrada, como tiene que ser y no un certamen de adivinanzas, que, como tal, se ha consagrado en la prensa nacional. Estoy hablando del tema exclusivamente deportivo y de los "dueños de las primicias", como si ésto último, representase a la verdadera profesión de comunicador y transmisor público, con derechos y obligaciones por sus dichos.
Es el caso de la designación del técnico de la Selección Nacional.
¿Sigue o no el Maestro Tabárez?
Más allá del querer saber más que cualquiera, hay quienes dicen lo que se les ocurre, los que "saben más que todos" y "los yo-yo" conocidos que no pierden una información y conocen al dedillo todo lo que pasa en el mundo del fútbol.
Y dicen lo que le dicen. Y también hay otros, porque ésto no es acusar al barrer, lo cual no me interesa, hay quienes hablan por lo que les han contado que puede pasar.
No acuso a ningún informador, ni me interesa el hacerlo. Cada cual que diga lo que quiera y que la gente, luego, sepa discernir sobre quien tiene la razón y quien no.
Es muy sencillo. El irreverente dice cualquier cosa y la gente lo sabe.
O lo intuye o ya lo conoce, por tanto, no tiene ningún peso su opinión.
El irrespetuoso, algo similar, cree ser el dueño de las situaciones y marca a fuego sus expresiones, como si fueran tan reales, como al rato, caigan y sean tan efímeras que la gente ni se acuerde de lo que sostuvo.
Todo en el afán, anulable, de la famosa primicia.
Inventan encuentros, charlas, conversaciones, llamadas, tipo investigación, a ésta altura irrisoria, sobre el hecho en consideración.
El periodismo, no lo digo solamente yo, sino maestros en ésta profesión, realmente sagrada, que no se debe ser trivial, en ninguna noticia o información, por el respeto que merecen los protagonistas de tal o cual hecho. Es de las primeras indicaciones, de ésta prestigiosa carrera, el no ser profanador de ideas o hechos que no se han producido.
Tal elemental como ser o no ser periodista.
Me parece una intolerancia y un absurdo el tratar de adelantarse a los acontecimientos, porque éso tampoco es periodismo de anticipación, que sí existe, pero con elementos probatorios y no con el "me dijeron", "parece que ...", y todas esas frases usadas hasta el hartazgo, abusivas y naturalmente reiteradas, por su ausencia de credibilidad.
Nosotros aguardamos, con el debido respeto, por la situación de la que se trata que se cumplan los tiempos y luego sí, emitiremos nuestra posición referente a la resolución que se adopte o bien, que conozcamos, de voz y presencia de los protagonistas, junto a nosotros, hacia donde se encamina el futuro de la dirección técnica del combinado celeste.
Todo lo demás, suena irrisorio y hasta ridículo.