España, en lo más alto
Su histórica victoria en la final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 hizo de España el octavo miembro del exclusivo grupo que ha levantado el preciado trofeo dorado. Y además devolvió a la Roja a lo más alto de la Clasificación Mundial de la FIFA/Coca-Cola por tercera vez desde que se calcula esta tabla.
La selección española ocupó por primera vez este puesto de honor en julio de 2008, tras su éxito en la Eurocopa de Austria y Suiza. Su reinado duró un año, y fue destronado por Brasil que ganó la Copa FIFA Confederaciones Sudáfrica 2009, competición en la que España tuvo que conformarse con el tercer lugar del podio luego de perder en semifinales con EEUU. Aquella derrota puso fin a una serie de 35 partidos invictos e impidió que la Roja superase a Brasil en esa histórica marca, y de paso, que enfrentase a la Canarinha en la final.
A pesar de la desilusión, los hombres de Vicente del Bosque continuaron con su filosofía de trabajo y tras cerrar una impecable fase de clasificación para Sudáfrica 2010 con un pleno de 10 victorias en 10 partidos, recuperon la primera posición de la tabla mundial en noviembre de 2009. La Seleçao de Dunga volvió a arrebatarles el puesto en abril y mayo de este año, pero la excelente campaña de los españoles en la cita mundial (a pesar del revés inicial) y la salida en cuartos de la canarinha, devolvieron a la cima a la escuadra europea.
Una nueva era
Sudáfrica 2010 ha puesto fin a la leyenda negra que perseguía a una Furia Roja, que siempre terminaba decepcionando en el gran escenario mundial, a pesar de la calidad de sus individualidades. Atrás quedaron chascos como el de los cuartos de final de EEUU 1994 o Corea/Japón 2002, o el fracaso de Francia 1998, cuando no se superó ni la fase de grupos (en la que se compartió cuarteto con Nigeria, Paraguay y Bulgaria), y que vino precedido de la peor posición de España en la tabla mundial, infeliz presagio (25º puesto).
Con sacrificio, fe en el grupo y talento a raudales, la generación de oro que ya pusiera fin a 44 años de sequía de títulos en 2008, se graduó con honores y espantó los fantasmas del pasado. Superaron los cuartos, mítica barrera que se le resistía a la Roja, brillaron en semifinales y sufrieron hasta la victoria en una épica final, gracias a un gol de Andrés Iniesta.
"Si de algo nos tenemos que sentir orgullosos es de no haber cambiado nunca nuestro estilo de juego. Otras selecciones sí lo han hecho cuando han jugado contra nosotros. España siempre ha sido fiel. Cuando se han complicado los partidos, se han cerrado, España siempre ha seguido con su filosofía, por eso, y por otras cosas, creo que somos los merecidos campeones", defendía con orgullo y pasión uno de los máximos responsables del triunfo del equipo, David Villa, que anotando 5 los 8 goles de la Roja, la puso en el camino al título.
Pero además de esa fidelidad a un estilo de juego muy determinado, juego de toque en el centro del campo con clara vocación al ataque, los jugadores que en los dos últimos años han impulsado a la selección española a la primera plana del fútbol mundial, se empeñan en destacar otro ingrediente crucial en la receta del éxito. En palabras de su goleador: "Todos peleamos en el mismo sentido, todos trabajamos por el bien de la selección y no de uno mismo. Me siento orgulloso de poder disfrutar de esta generación de futbolistas, pero sobre todo, de personas. Con ellos se puede conseguir cualquier cosa". Con esa idea y un equipo con una media de edad de 26 años y 6 meses, el futuro es un bonito desafío.