Maxi Pereira siempre está

Alternativas por derecha, entrega y, ahora, hasta llegada al gol… Todo eso le aporta Maximiliano Pereira al Uruguay de Oscar Tabárez, una selección que sorprendió a algunos propios y varios extraños al alcanzar las semifinales de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
Ya sea como lateral o volante por esa misma banda, Pereira se transformó, con humildad y sin estridencias, en un titular indiscutible para el Maestro. Los números así lo demuestran: Maxi es apenas uno de los tres futbolistas del plantel charrúa que ha jugado los 570 minutos que lleva disputados laCeleste en tierra sudafricana (los otros dos son el arquero Fernando Muslera y el volante central Egidio Arévalo Ríos).
Si bien las cifras no sirven para reflejar la salida clara que le da al equipo cuando juega con zaguero, o cuanto puede lastimar llegando hasta el fondo o haciendo la diagonal hacia dentro los días que le toca ser extremo, su entrega sí puede ser medida empíricamente: Pereira es, con algo más de 66 kilómetros en seis partidos, el jugador uruguayo que mayor distancia ha recorrido hasta el momento en la competencia.
Estreno con sabor amargo
En la semifinal ante Países Bajos, el Mono se dio el gusto de anotar su primer gol con la selección absoluta en 43 partidos. Un tanto que, si bien puso a Uruguay a tiro del la hazaña, no alcanzó para remontar el resultado adverso. “Todavía cuesta un poco valorarlo por la amargura de no llegar al objetivo, que era estar en la final. Ahora quedará en el recuerdo al igual que el gran Mundial que hicimos. Con eso sí podemos estar contentos, aunque no podemos olvidarnos de ese pasito que nos faltó”, reconoce el lateral en exclusiva a FIFA.com.
La derrota dejó emociones similares. “Fue una sensación muy fea. Estuvimos tan cerca de disputar una final del mundo que el dolor dura. Ser perdió un partido parejo ante una selección tan buena en lo grupal como en lo colectivo. ¿Cuá fue la diferencia? Ellos encontraron los goles en los momentos justos. Nosotros nos desordenamos, y tras el tercero, todo se nos hizo muy difícil”, aclara el dueño de la dorsal 16.
A pesar de la caída, este montevideano de 26 años, cumplidos apenas el 8 de junio pasado, sabe que el plantel del que forma parte es parte de los anales del fútbol charrúa. “Este equipo va a ocupar un lugar importante en la historia, porque sin ser el de los campeones del 30 y del 50, hacía 40 años que Uruguay no llegaba a la semifinal de un Mundial. Entonces, aunque nos faltó aquel pasito, hemos logrado algo”, dice convencido.
Con Alemania en la mira, Pereira sabe que subirse al podio no será fácil. “Otro rival que, como Holanda, es dinámico, con jugadores de buen manejo y muy organizado. Sin embargo, haremos lo posible para ganar. Está claro que no es lo mismo ser tercero que cuarto, y el objetivo es terminar lo más arriba posible. Llevarse una medalla a casa no sería poca cosa. Ojalá que se pueda dar por nosotros y por la gente”, finaliza.