Van Marwijk, mirando al frente
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El seleccionador de Holanda, Bert van Marwijk, advirtió que es vital que sus jugadores pasen la página de su triunfo en cuartos de final contra Brasil, y desveló sus impresiones respecto a la semifinal del martes contra Uruguay en una entrevista con la FIFA.

Felicidades por haber alcanzado las semifinales. ¡Menudo partidazo el viernes contra Brasil!
Fue un partido en el que tuvimos que ponerlo todo. En la conferencia de prensa subsiguiente, dije que en ese encuentro podían verse reflejados los dos últimos años de trabajo. Ahora somos un equipo muy estable que puede fiarse de su buena organización, y por eso también tenemos confianza y podemos jugar muy bien al fútbol. Somos un equipo que también sabe ser paciente, pero nos enfrentábamos a una situación como ésa por primera vez. En los 20 primeros minutos se pudo ver que no éramos nosotros, y en ese periodo podríamos haber perdido fácilmente el partido.

¿Qué cree que falló en esos primeros 20 minutos?
Nuestra organización no era la correcta cuando ellos marcaron. Aparte de ese primer tramo, creo que los jugadores estuvieron bien posicionados sobre el campo. Antes del encuentro, avisé que contra Brasil hay que ser uno mismo y hacer el propio juego, dictar el propio ritmo. Eso lo habíamos decidido de antemano y habíamos hablado de ello. Pero al empezar vimos que, de alguna manera, Brasil era un poco más listo, un poco más agresivo, y más profesional también. Tenían un poco más de confianza, que era lo que a nosotros nos faltaba. Deberíamos haber mostrado más iniciativa y confianza en nosotros mismos. Al cabo de 20 ó 25 minutos se pudo ver que la recuperamos un poco, y entonces pensé que, si llegábamos al descanso con el 1-0 en el marcador, aún tendríamos una oportunidad en la segunda parte. Fue entonces cuando nos sacudimos toda la presión y empezamos a jugar como sabemos.

¿Cuánto orgullo siente por sus jugadores?
Para mí, los mejores momentos son cuando el equipo recibe la recompensa por todo el trabajo realizado. Eso es lo que más disfruto. Los muchachos jugaron fantásticamente y mostraron la mentalidad correcta, y en una escena como ésa, en un partido tan importante y con tanta presión, lograron remontar el 1-0 en contra. Eso está muy bien.

Ha señalado que el proceso del equipo es importante. Si tuviera que describirse usted mismo como entrenador, ¿qué virtud resaltaría?
Soy muy claro con los jugadores. Yo tengo que estar a su disposición, y abierto para hablar con quien lo necesite a la hora que sea, pero me gusta marcar límites muy claros. Creo que es importante que el entrenador esté en medio del equipo en los momentos oportunos, pero también guardar las distancias cuando hace falta. Es importante que el entrenador influya pero que no se deje influir. Para mí, ésas son algunas de las características más importantes de un entrenador. Cada cual tiene su propio estilo, incluido yo. Lo que estoy diciendo es mi verdad, no la única verdad.

Ahora les toca enfrentarse a Uruguay en semifinales. ¿Qué nos puede decir de su próximo rival?
Hemos visto mucho a Uruguay, y yo conozco a algunos de sus jugadores. Será un cruce muy peligroso. Yo ya lo advertí en mi primer día al cargo, hace dos años: lo que importa es el próximo partido. La euforia en Holanda es enorme en estos instantes, y puede ser muy bueno que estemos tan lejos y no podamos verlo, porque necesitamos concentrarnos en Uruguay y no es fácil. Los uruguayos no han alcanzado la semifinal por la cara bonita, de modo que tenemos que concentrarnos de nuevo y no pensar que ya hemos llegado.

¿Son ésos los mayores peligros para ustedes, la euforia y los cambios que necesitan hacer?
Hemos sido testigos de la gravedad de esos peligros. Fíjese en lo que ocurrió hace dos años en Austria y Suiza. Vencimos a Italia y Francia y todo el mundó pensó que nos proclamaríamos campeones de Europa. Pero ni siquiera sobrevivimos a los cuartos de final porque pensamos que ya habíamos llegado a lo más alto. Eso es lo que traté de aclarar, que esto tiene que ser diferente. Hasta ahora los jugadores han demostrado que han aprendido muy bien esa lección, pero éste será otro examen importante.

¿Tiene plena fe en sus jugadores en ese sentido?
Tengo mucha fe en mis jugadores y en todo lo demás, es decir, en toda nuestra organización y en la manera en que trabajamos. Pero al final puede ser la actitud mental en un determinado momento lo que decide si ganas un partido o lo pierdes.