martes, 13 de julio de 2010

DIARIOS DEL MUNDO HABLAN DEL NOTABLE RECIBIMIENTO A LA CELESTE

Con una multitudinaria fiesta, Uruguay homenajeó a su seleccionado
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ORGULLO CELESTE. Entre una multitud llegó al Palacio Legislativo el colectivo con la delegación mundialista.

Los jugadores recibieron una medalla por su participación en el certamen y 150 mil personas saludaron el paso del colectivo que llevó al equipo desde el complejo de alto rendimiento hasta el Palacio Legislativo.

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Una multitud calculada en 150 mil personas homenajeó al seleccionado uruguayo, que logró el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010, durante los festejos encabezados por el Presidente José Mujica y que se extendieron por varias horas en las calles de Montevideo. “Esto es impresionante”, admitió el entrenador Oscar Washington Tabárez, en las escalinatas del palacio legislativo, donde se montó un escenario gigantesco para recibir a jugadores y cuerpo técnico.

Los integrantes del seleccionado uruguayo recibieron una medalla alusiva al desempeño en la Copa del Mundo. Se entregaron 50 medallas y la primera fue para el capitán del equipo: “El pueblo uruguayo a Diego Lugano en ocasión de su brillante participación en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010”. Todos los integrantes de la delegación recibieron la distinción.

El defensor Diego Lugano, el mediocampista Diego Pérez y el delantero Sebastián Abreu, entre otros, visiblemente emocionados, tampoco salían de su asombro ante la multitud que llegó desde todo el país y salió a las calles y avenidas de la ciudad para concentrarse luego frente al congreso. “La gente nos premió con un título mundial”, dijo el capitán del equipo.

Uruguay terminó cuarto pero su juego, la entrega de los futbolistas y la adhesión a la camiseta celeste y al país fueron motivo de elogios en casi todo el mundo. “El país unido por el seleccionado y por la bandera nacional”, resumió el ministro de Turismo y Deporte, Héctor Lescano, en medio de la euforia colectiva que generó esta representación deportiva.

La fiesta arrancó sobre el mediodía, cuando un bus con la leyenda “Orgullo celeste” partió desde el complejo de alto rendimiento de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), a unos 28 kilómetros del centro de Montevideo. El micro demoró casi cuatro horas en hacer ese trayecto porque la gente se agolpó al lado de las calles y avenidas, acompañó con todo tipo de vehículos y vibró emocionada al ver a los futbolistas que los representaron en Sudáfrica.

La delegación había llegado el lunes por la noche, en medio de un frío polar, pero igualmente fueron miles los que estuvieron en el aeropuerto para saludarlos. Mujica había dicho en el aeropuerto que “Forlán es un maestro” y recordó que el día antes de partir la delegación, les manifestó a los futbolistas que iban a una fiesta y no a la guerra, por lo que les pidió que disfrutaran de ese acontecimiento.

El atacante Forlán, elegido el mejor jugador del torneo, dijo que el éxito deportivo “es una felicidad para todos” y que su mayor deseo en este momento era “llegar, descansar y disfrutar”.