Dueño del medio. Guiñazú, figuar en la primera final y de la semana en la Copa Santander Libertadores.
El volante del Internacional es el jugador de la 19a semana de la Santander Libertadores
Guiñazú: "Todavía no ganamos nada, pero la Libertadores sería lo más grande de mi carrera"
Su esfuerzo contagia. Su perseverancia hace que superarlo no sea una misión harto complicada. Es el corazón de un equipo que está a un paso de conseguir llegar a lo más alto de América por segunda vez en su historia. Fue la figura en el majestuoso estadio Omnilife de Guadalajara y eso hizo que Pablo Guiñazú se convierta en el jugador de la 19a semana de la Copa Santander Libertadores.
La historia del argentino nació en las inferiores de Newell´s Old Boys de Rosario, club donde debutó en Primera División en 1996. En el conjunto leproso estuvo cuatro temporadas para luego partir rumbo a Italia para vestir la camiseta del humilde Perugia italiano. Las cosas no le fueron bien en el Viejo continente, por eso decidió retornar a la Argentina, en este caso para jugar en Independiente, club en el que en 2001 consiguió su primer título como profesional. Luego de un fugaz paso por el Saturn ruso (en 2003), defendió los colores de Libertad de Paraguay, conjunto en el que se convirtió en ídolo y en el cual se consagró multicampeón de la Liga Paraguaya.
En 2007, una llamada le cambió la vida, porque el Cholo imaginaba que la camiseta gumarela sería la última de su carrera. En una charla exclusiva con Conmebol.com cuenta como su vida y la del Internacional de Porto Alegre se cruzaron: "Yo estaba muy contento en Libertad, es un club modelo y donde yo me sentía muy cómodo. Pero un día mi representante me dijo que estaba el interés del Inter y acepté porque el desafío era muy grande". Y agrega: "Yo no tengo palabras para explicar como tratan aca en Brasil. Mi familia cuando viene a visitarme no puede creer como me tratan. Los hinchas, el club, es una gran familia que lo hace sentir a uno como si estuviera en su país".
Con el club brasileño ya consiguió la Copa Nissan Sudamericana 2008, en lo que fue la primera estrella para un conjunto de ese país en dicho certamen: "Este equipo es la base de ese que ganó la Sudamericana. Ya nos conocemos de memoria, y con la incorporación de nombres de experiencias como el Pato (Abbondanzieri) se conformó un plantel que está en el momento justo para hacer grandes cosas".
El nacido en General Cabrera, provincia de Córdoba, el 26 de agosto de 1978, tuvo una gran tarea en el estadio Omnilife de Guadalajara en un partido que encontró al Inter perdiendo 1 a 0 y que lo tuvo a él como principal figura: "La verdad que fue impresionante lo que vivimos en México porque nunca hubiese imaginado que jugaría una final de Libertadores. Fue la alegría más grande de mi vida deportiva. Estoy muy feliz porque pudimos dar vuelta un resultado, y eso en la Copa es una tarea muy complicada"
A la hora de analizar el desarrollo, el volante central tiene los conceptos muy claros: "La tranquilidad mental fue clave porque nos adaptamos muy rápido al césped sintético de la cancha y manejamos los hilos del partido como más nos convenía. Cuando nos convierten estábamos para ir ganando por uno o dos goles de diferencia, pero cuando no la metes los equipos de jerarquía no te lo perdonan". "En el segundo tiempo tuvimos la suerte de golpear en los momentos justos y aprovechar el desequilibrio que ellos sintieron tras el empate. No nos crearon casi ninguna chance de gol y nuestra defensa no fue demasiado exigida. Te vuelvo a repetir, tenemos hombres que saben jugar este tipo de partidos y eso para mi fue la clave", sentencia Guiñazú.
Estar a un paso de ser campeón de América por primera vez en su carrera hace que el zurdo este viviendo un verdadero sueño: "Te juro que ganar la Libertadores fue el sueño de toda mi vida. No se compara con nada. Futbolísticamente estoy a 93 minutos de ponerle la frutilla del postre a mi carrera. No puedo pedirle más nada al fútbol". Cuando se le pregunta que hace falta para ser el mejor del continente el argentino no duda un instante en afirmar: "Son varias cosas: primero tener que estar en el club justo en el momento ideal, con un equipo que esté en el mejor de sus momentos. En Independiente salí campeón pero después no la pude jugar, en Libertad llegué a semifinales en 2006 pero nos eliminó el Inter. Y ahora formo parte de un grupo maduro que sabe lo que quiere y que supo reponerse a momentos más que díficiles".
El camino del Inter a la final no fue para nada complicado y el 5 gaúcho explica las sensaciones que le dejó el desarrollo de esta edición 2010: "En la Fase de Grupos tuvimos que lucharla hasta la última fecha para poder clasificarnos porque no jugamos bien. Nos fuimos encontrando de a poco, el mecanismo de juego ideal y por eso estamos a un paso. Los últimos tres partidos para mí fueron los mejores que hicimos en la Copa. Pero hay que acordarse que en el camino tuvimos que jugar con Banfield en octavos, con Estudiantes (el campeón defensor) en cuartos, y con Sao Paulo en semis".
Si tiene que elegir a uno de sus compañeros como la figura del certamen, el hombre que vistió la camiseta de la Selección Argentina responde rápidamente: "A pesar de que no jugó todos los partidos como titular y es muy joven, para mí la figura de la Copa tiene que ser Giuliano. Marcó goles claves en momentos en los que nos jugábamos todo y el otro día en Guadalajara no fue la excepción porque fue el que nos dio la igualdad".
La charla está por terminar pero el símbolo de este Internacional de Porto Alegre no quiere despedirse sin aclarar: "Todavia no ganamos nada. Conseguimos un gran resultado pero Chivas como visitante eliminó a sus tres rivales en los cruces directos. La localia es buena pero a veces se te da vuelta sino jugás bien. La vuelta la estoy jugando en mi cabeza desde que salimos en el avión de México, cuento las horas para que llegue el miércoles". Pablo Guñazú tiene una alegría que no le entra en el cuerpo, no es para menos, ya que está a sólo 90 minutos de lograr su sueño y poder decir que es el volante central del mejor equipo de América.