sábado, 14 de agosto de 2010

EN EL DIA DEL BOTIJA ...

Escribe JORGE CROSA


El día del niño. Nuestros botijas. Los que vieron a la celeste, hoy que justamente se cumplen 100 años de la casaca color cielo, dar vueltas y vueltas, por los campos sudafricanos y luego la llegada de los jugadores, con todo ese recorrido tan inolvidable como fue la conquista de un cuarto puesto, que hacía nada menos, que 40 años no estábamos en la figuración internacional
No será nada del otro planeta, pero para nosotros, ¿sabe que, señora, señor?, nos vino bien, para todas las cosas que hay que emprender en este país. Así es. Aunque no estén emparentadas o sí y mucho, el deporte con la marcha de una nación, sí, nos vino muy bien, en circunstancias especiales, en donde se están dando cambios importantes en la República.
Y el Día del Niño, viene a ponerle un toque de distinción, porque hay que mirar siempre hacia los costados, ver y ayudar al que no tiene y ayudar, como se está haciendo, por todos los medios, para que los niños uruguayos no sufran, no pasen hambre, no tengan frío y puedan ser los hombres que deseamos para nuestro mejor mañana.
No es fácil la tarea. De ninguna manera. No depende de un sólo gobierno, ni de una política de estado, exclusivamente. Depende de nosotros, los mayores, los que digitamos la vida de los gurises el que, ellos, salgan como nosotros realmente queremos.
Dándoles una mano para que no entren en ese sucio mundo de la droga, para que se eduquen con todas las de la ley, todos por igual. El Plan Ceibal es un ejemplo de lo que se puede hacer por nuestra juventud.
Y muchas cosas más. Todo, por pequeño que sea, es importante en la educación y en la formación de nuestros niños.
No hay que detener la acción que se inició hace ya un buen tiempo. Y a pesar de ello, seguimos viendo que no es suficiente los alcances de todos los planes que están implementados.
La vida nos muestra que falta mucho. Esos minutos televisivos de violencia, de robos, de asaltos, de tragedias, en los que están involucrados niños, jovencitos, no nos hace nada bien.
Y es por ello que debemos redoblar los esfuerzos para que no suceda lo que, hoy, lamentablemente, estamos soportando en nuestro país.
Ningún esfuerzo es chico. Todo lo que se pueda hacer, hay que hacerlo. Todo.
La juventud es el futuro. Cuidemos con amor, con paciencia, con criterio formativo la acción de los niños uruguayos que de ellos será el mañana. El hoy lo tenemos que construir para una mejor ciudad, para un mejor país.
Es la obligación de los padres, de los abuelos, de los mayores, de la gente adulta que tiene que ayudar a como dé lugar a los chicos, a eso chiquilines que tienen la vista perdida y no saben donde tienen que ir y por donde caminar.
Estamos dispuestos a la lucha.
Todos. Una sonrisa debe venir acompañada de lo que precisa la botijada oriental
Es nuestro compromiso. El mío. El suyo. El de todos.
El que le pega a la pelota, el que dirige, el fútbol todo, el deporte en general en orientación directa a la juventud, para que crezcan sanos, fuertes y en todo sentido, uruguayos sanos.
Es nuestro humilde mensaje en este día tan especial para los botijas.