Escribe JORGE CROSA
Al igual que el genio de Roger Federer, el suizo campeón de todo y su raqueta milagrosa, Suiza derrotó a España, candidata y pico para estar en las finales de la Copa del Mundo.
Y lo hizo bien. No con las voleas cruzadas del fenómeno del tenis, ni con los saques de vértigo, ni con los passing shot formidables del mejor del mundo, sino con la humildad de gente que sabe que tiene un compromiso con la historia y debe cumplirlo.
SUIZA Y SU PRECISION
Sin miedos, sin temores, de igual a igual, como son conocidos en el mundo, ni un segundo antes, ni un segundo después, así le jugó a la promocionada España.
No alcanzó con Villa, ni con Alonso, ni con Ramos, por frente en el ataque, ni tampoco con las sopresas de Piqué desde el fondo. No. Esta vez, la justeza para la marca de un grupo que en los mundiales no recibe goles ya cercano a los 500 minutos, como Suiza, hicieron del juego, una desesperada acción roja para, por lo menos empatar. No pudo ser.
El contragolpe no funcionó. Ese gol de Fernández, luego de un rebote, había sellado la suerte de una España que vino con un cartel formidable de vencedora y se retiró con los ojos mirando el césped, en el silencio de la incomprensión.
DEL BOSQUE NO VIO EL ARBOL …
Era suizo, nomás. Y parafraseando el apellido del técnico español, éste perdió noción al no saber cómo desarmar la tranca suiza. Tan sólida como desesperante para los españoles.
El “árbol” que no vio Del Bosque fue, justamente, el camino al gol. Esa referencia que los rojos tenían que llegar de cualquier manera. No pudo ser. Xavi, Capdevilla, el propio citado Villa, Busquets, no “existieron”. Iker Casillas salvó sobre el final de la primera parte, un venenoso remate de Reto Ziegler y pitazo para el tiempo uno.
EL GOL Y ADIOS AL OLE …
Impensable. Increíble. Así se gestó la victoria “a lo Federer” de Suiza.
Con un remate que rebotó en Casillas, pegó en Piqué y le quedo servida a Gelson Fernández.
Adentro lo’fobal. Gol suizo. Decepción española.
LA FURIA SIN ORDEN
Eso fue España. Correr desesperadamente, levantar centros, buscar por donde fuere llegar a Benaglio. Los cambios de Torres y Navas, casi consiguen el efecto empate. Correcta intervención de Benaglio, como fue dicho y esperanzas al canasto.
¡Iba a perder España! … Ni el Rey se lo creía.
¿PORQUE NO JUEGAS?
Nos hizo recordar la famosa frase del Rey Juan Carlos ante Chávez: ¿Porqué no te callas?
Y Suiza no se calló. Siguió “hablando” su fútbol, muy particular, muy preciso, a lo suizo, digamos, a lo Roger, sin fisuras, con temperamento de ganador y venció.
No sabemos como le irá, porque esto es un mundial y lo que hoy es oro, mañana es lata.
Pero … ésta monumental victoria suiza, a lo Federer, con una exactitud propia de los helvéticos, se recordará de por vida.
Sí, claro, lo del título, ¡Suiza dio la hora exacta!