sábado, 26 de junio de 2010

¡A PURO CORAZON!


Escribe JORGE CROSA

Así fue. El temperamento a “todo volumen” . Sí. Uruguay puso todo lo que había y algo más.

¡Uruguay noma’!, fue el grito de un pueblo entero. Uruguay 2, Corea 1.

“Es el voto (grito) que el alma pronuncia …” La frase que tantas veces entonamos en la escuela, en el liceo, en las fiestas patrias. ¿ Y esto, no es una fiesta patria? ¡Vaya que sí!!!!

Están los celestes, entre los ocho mejores del mundo. ¿ Estaba previsto? . No.

Es momento de alegría, uruguayos. Acaso una lectura del juego, nos indique la peligrosidad continuada de una Corea que no se entregó. Mayor el mérito de los uruguayos, por tanto.

Eso es lo que hay que mirar y no otra cosa. Quien venga, que venga. No sé, porque esto lo escribo, un segundo después que sonó el silbato final y marcó URUGUAY 2 COREA 1.

SUAREZ Y SU AMIGA: LA JERARQUIA

El primero con la ayuda, siempre, de Forlán y el toque preciso del goleador “europeo” para poner la casa en orden y el grito de todo el país del Sur en el cielo. 1 a 0 y a soñar, viejo.

Después, el dominio coreano se hizo sentir ante el cansancio de algunos celestes. Es cierto.

Pero rindieron como tigres que son. Cavani, Forlán, Diego Pérez, ese muchacho pura fe, entrega y voluntad, con “tres tanques de oxígeno” en sus pulmones lo dio todo, marcó, cortó, pasó, se fue al frente, cuidó en el medio, bajó, ¿qué más “ruso”, qué más? ¿Morder la globa, de repente?

Pero no me detengo en el análisis individual, sino en la jerarquía que hay que tener para ser ganador.

Y Suárez, “tocado por la varita mágica de Dios”, le puso la magia a su pie derecho y definió el primero. Y después, para que el Uruguay entero saliera a la calle, con banderas, con gritos de los chiquilines que hoy ven esto y no lo pueden creer, para nosotros, los periodistas que sufrimos tanto tiempo y hoy lloramos y escribimos con la alegría formidable de una victoria extraordinaria que nos ubica entre los mejores ocho del mundo, cosa imposible de imaginarse, durante todo un proceso eliminatorio feroz.

COREA, CHIN, PUM, ¡FUERA!

Nos empataron bien. Estaban más finos. Perdimos parcialmente la pelota, el cansancio empezó a hacerse sentir. Victorino entró por Godín en el segundo tiempo. Hizo lo que pudo arrastrando una enfermedad muy molesta, pero igual se mostró con su característica guapeza.

Vino el gol de Lee Chun-young. Ta. Vino. Una falta cerca del área, un cabezazo fallido de Victorino, la pelota que va para la izquierda de Muslera y adentro.

Ta. Hay que aguantarse que la bocha viene brava … cantaban los muchachos del Huracán Buceo, hace un buen tiempo atrás.

Igualmente Muslera impuso una nueva marca en materia de minutos sin goles en contra: 337, dejando atrás a Mazurkiewicz, con 277. Un logro histórico, sin duda.

DURO COMO BOCA E’BAGUAL …

No se querían entregar. Se pusieron fieros los asiáticos. Pero faltaba algo. Corner y Forlán de nuevo, la guinda que pica en la cabeza de un coreano, quedó por ahí saliendo del área, entra Lodeiro y le mete el coco hacia abajo para la dirección, en pase notable a Suárez, pasa con rapidez, sigue corriendo para distraer a la defensa y la luz se encendió, es el segundo antes de la gloria, es el segundo antes que el corazón te rompa el pecho y con la cara interna del pie mágico, le dio un goleador con calidad, con elegancia, “dibujó” la trayectoria, de abajo hacia arriba y de allí la pelota dobló hacia adentro, entre el caño y el horizontal. ¡Goooooooooooooo!!!!!! ¿ Cómo no gritarlo, como escaparme de la objetividad periodística, (que no existe) para no integrarme a la disfonía loca, de un gol que nos mete entre los ocho mejores del “ Planeta Fútbol”?

EL PUEBLO EN LA CALLE …

Y salió el Uruguay a la calle. Los veteranos, los padres, los hijos, los nietos, no faltó nadie. En cada plaza de todos los departamentos del país, saltaron los uruguayos, Norte, Sur, Este y Oeste, reventó el “Paisito”!!!!

Ese Uruguay que va escribiendo, gol a gol, una historia que no se conoce el final.

Como una novela de misterio. Y es eso. Una aventura fantástica. Increíble. Cuyo autor, aún no escribió el final.

Pero se logró lo que queríamos ver. Que el pueblo uruguayo estuviese, una vez más en la calle, que la juventud creyera en el fútbol, en el deporte, en el que SE PUEDE, SE PUEDE y lo están demostrando.

¿ Vieron, botijas, que todo lo que los periodistas de tantos años, como nosotros, lo que vivimos, no fue una ilusión, nomás? ¿ Vieron, botijas, qué hermoso es todo esto?

Bueno. El partido ya fue. Uruguay entre los ocho mejores del mundo.

Esto sigue …

No sé quien viene, porque, reitero que escribo al momento del juego y su cierre.

Ya habrá tiempo para saber quién es la “visita” que llega al rancho celeste.

Mientras tanto, hay alegría en los corazones uruguayos. Bienvenida sea.