Escribe JORGE CROSA
Extraer experiencia de algo cercano en el fútbol, vale. Partidos de meses atrás, digamos, son aceptablemente válidos. Pero recorrer la historia para encontrarnos lo que paso hace 10 años con tal o cual equipo, no tiene absolutamente ninguna vigencia.
Ni son los mismos jugadores, ni son los sistemas iguales, acaso se reiteren los entrenadores, tal el caso de Tabárez y algún otro director técnico, pero encontrar similitud con lo que sucedió, con tal o cual equipo hace una ponchada de años, no le encuentro ninguna validez.
Con el respeto de siempre, como periodista y deportista, les digo que las cosas cambian de ayer a hoy, en horas. No se piensa igual, no se juega igual. Esa es la realidad. Por lo tanto, si tenemos a un equipo, como próximo rival, caso de Sudáfrica, vamos a ver a “ésta”, vamos a estudiar a “ésta” versión de los anfitriones y de allí se estudiará como jugarle.
Me parece lo más prudente y lógico. Recordar lo que pasó, está bien, pero no usarlo para el próximo juego. Es absolutamente irrelevante. No existe ninguna comparación. Muchos de los chicos sudafricanos que hoy están con la camiseta del dueño de casa, no habían nacido. Así que veamos el presente que nos marca un empate de los Bafana Bafana ante un México mediocre y poca cosa más.
De Sudáfrica: el contragolpe y la velocidad. No le encontré mucho más. Le alcanzó para el debut sin derrota. El gol de Tshabalala, buena definición, el trabajo de Mphela en el medio juego, Khumalo, con amenaza constante, porque éste sí controla la pelota y levanta la cabeza.
Phienaar, un rápido con camiseta 10 y los demás colaboran. Khune, ágil portero.
Con un partido no me da para hacer la historia de Sudáfrica, simplemente lo que ví fue eso.
Corrélos porque son velocistas y en la contra, si embocan, fuiste. Clarito.
Tabárez sabrá que hombres pondrá, si repetirá o no el grupo, ante un juego totalmente diferente al francés, que fue regular hacia abajo. No fue la Francia amenazante, ni la peligrosa, ni la “gran orquesta”, ni nada que suene a lo Edith Piaf (que cantante, por favor), ni entone a lo Charles Aznavour. Claro para la juventud éstos dos fenómenos de la canción no los conocieron, pero hay eternas grabaciones, como el fútbol atildado, fino y poderoso, que una vez tuvo Francia y lo llevó ser campeón, con figuras como un Zinedine Zidane, un talento irrepetible.
Simple conclusión: no abusar del "ayer". Mire ... cuando escribo "hoy"... ya es pasado.
Aprovechar al máximo lo más cercano posible del rival en cualquier deporte. Es eso y nada más.
Frente a Sudáfrica, título sugerido y que el Maestro integre lo mejor en “frenajes y contenciones”: Contra la “contra”: Clase