Escribe Jorge Crosa
Desde toda la vida, siempre se habló que el fútbol uruguayo tiene esa famosa “cantera” de donde surgen los futuros cracks, los grandes valores, los famosos del mañana.
2008 …¿ qué cantera?
Eso, al decir de los muchachos, “ya fue …”
Que sepamos, desde tiempo inmemorial a la fecha, clubes como Danubio, River Plate, Defensor Sporting, Bella Vista, alguno del interior y muy pocos más, lamentando la ausencia de los grandes, con su fantástico poder de convocatoria, que, parece que ahora, en el caso de Peñarol, con Víctor Púa en la conducción de los juveniles encendió el motor de la búsqueda y el orden, del encuentro del talento desperdiciado en inútiles intentos, han trabajado intensamente en esta vital zona de vida juvenil. Y si se me escapa algún o desconozco otros esfuerzos , perdón.
Y me resisto a creer que no tengamos los potenciales valores chiquitos, los botijas que le pegan notable, que tienen ese sello de calidad y clase, sin darse cuenta, porque viene en los genes. Nada importado. Todo de la casa. Industria nacional, que le dicen, pero somos poquitos.
"A LA QUE TE CRIASTE"
Muy poquitos, para andar perdiendo valores. Es una verdad que todos la saben pero que, los factores económicos, en gran parte, impiden la acción del aprendizaje, de la evolución, del progreso de esos jóvenes de la calle, de los barrios, de la calle que es donde, justamente, nacen siempre o casi siempre los muy buenos futbolistas que luego vemos en el Centenario. Y no solamente en los barrios marginales, sino también en otras zonas de este chiquito Montevideo, se ven gurises pegándole y bien a la globa. Pero con hambre, de eso, pocos se fijan o preguntan.
Y ellos siguen. Luchándole a la vida, sin darse cuenta de tantas cosas que van dejando pasar, sin orden, sin guía, sin disciplina." "A la que te criaste" ... según decían antes.
¿Habrá llegado el tiempo de corregirnos?
¿ De saldar nuestra ancestral deuda con los chicos que van quedando por el camino, limpiando parabrisas o haciendo malabares con una pelotita en la roja de los semáforos?
¿Podremos entrar en el mundo del orden futbolístico, aunque más no sea a modo de ensayo, sin grandes erogaciones, pero proyectando a los gurises, ayudándolos, sacándolos del bitumen, alimentándoles, dándoles una idea de vida distinta a la que vemos todos los días en nuestro Montevideo, al igual que el interior?
" LOS CAPITANES DE LA ARENA"
Recuerdo, un libro notable de Jorge Amado, “Los capitanes de la arena”, en donde narra a la perfección la vida de los botijas brasileños que la rompen en cualquier playa del Brasil, que duermen bajo la luna, cuya cama es la vereda y el frío y el hambre sus amistades. Sin embargo, de esos “temblorosos y enfermos” garotos, ¡cuantos cracks del fútbol brasileño surgieron!
Pero, ellos son más de 160 millones de habitantes, de allí la fabulosa diferencia con el paisito de los orientales. De allí que la calidad sea tremenda y absolutamente inigualada. No se puede contra esa masificación.
Lo que sí se puede es educar – a quienes se puede, claro está – a cambiar sus hábitos de vida o de supervivencia en otros casos.
El fútbol está en el corazón de los uruguayos. Nuestro primer regalo, a quienes tuvimos esa suerte, fue una pelota. A ellos no. Entonces, luego de tanto hablar, de tanto decir que vamos a hacer esto, aquello y lo otro, ¿porqué no se inician o se prosiguen con los programas de formación de juventudes sanas o por lo menos con la intención de darles una mano, modificándoles su miserable manera de vivir?
Muchos programas se han proyectado, todos dicen tener uno, todos dicen aplicarlo, sin embargo, los resultados no han sido para nada auspiciosos.
Ya que la sociedad uruguaya ha cambiado, de acuerdo a los momentos que se viven, ¿no será tiempo para que el fútbol vaya al rescate de esos valores que siempre se habló tenemos y que se pierden en las calles oscuras y sin final de una vida a término, sin sonrisas, sin alegrías, sin cariños y afectos?
Esto, que para nosotros, es muy profundo, que va mucho más allá del fútbol, tiene, justamente, en el fútbol su génesis.
El comienzo de algo para alguien que no tiene nada y que puede llegar, pegándole nomás a una pelota a serle útil a la sociedad.
Más allá de lo que se está haciendo, hacer más. No sólo proyectar. Trabajar en ello.
Allí está la valía de este pensamiento. La concreción de una vieja lucha jamás encarada con seriedad, salvo excepciones.
"LOS QUE DUERMEN BAJO LA LUNA"
--¿- Una monedita, tío, ¿puede ser...?
-N- No tengo cambio, disculpá.
Este diálogo puede cambiar.
Una vez más, depende de nosotros. Ya que tanto hablamos de cambios, de modificaciones, de mejoramientos, de estructuras, de cultura, de educación …
“Hay que mirar hacia abajo, hacia los costados, en los barrios, en las esquinas, en los campitos que van quedando, en esos “capitanes de la arena” uruguayos, sin chance de nada, en los que duermen bajo la luna.
Y recién despiertan …