domingo, 23 de marzo de 2008

'TONCE, ABUELO, ¿EN TU EPOCA TAMBIEN? ...

Escribe JORGE CROSA
¿’Tonce" abuelo, vos jugaste al fútbol, en tu época se jugaba también?

La pregunta del nieto Franco te descoloca. No sabés qué carajo contestarle porque, uno que escribe y no pretende ser García Márquez, que juega a la pelota vasca y no pretende ser César Bernal o Néstor Iroldi, que es periodista y tampoco quiere llegar a ser lo que fue el abuelo, lírico y dramaturgo uruguayo, Don Enrique Crosa Zunino o mi viejo Don Enrique Crosa Fajardo, de aquella legendaria La Tribuna Popular, la de la calle Río Branco y 18, donde veíamos los carnavales de garrón en la azotea de la redacción del Edificio Lapido, pues bien, uno no sabe qué contestarle al nieto para no pasar por un boludo (ni tan viejo, ni tan joven) casi “sesenteando” pero haciendo guantes, moviéndose en un gimnasio, corriendo y haciendo todas las boludeces características de un hombre madurito que no desea que le golpee la puerta la edad y le digan .”vo’ viejo, no jodas más …”
"Tonce" , como dice el nieto, seguís siendo periodista y relator y deportista y amigo de los amigos. De los que se fueron (se fueron más de los que están, ya hablaré de ellos en su momento) y te encontrás con un mundo que se viene vaciando, pero no por el simple hecho de cosas de la juventud que ya saben todo, que ya entienden todo, cuando uno a la edad de ellos, era un turro de cuarta. NO. Es que, en lugar de avance, vemos que se pudre todo, a pesar de la tecnología, de los celulares, de la comunicación cada día mejor, un día de éstos vas a estar en el inodoro de un hotel en París y te vas a ver con tu mujer en la cocina del Barrio Sur. No lo dudes y como siempre ella diciéndote: ¡qué mugre tiene ese baño, mirá que te falta papel higiénico, limpiá al “ bidé” no seas chancho!.

" Y ... SI FUIMOS CAMPEONES DE LA PELOTA, FRANCO …


Le tenemos que explicar, como todo abuelo boludo al nieto de siete que entiende todo de todo, que fuimos campeones del mundo y no le da mucha bola al asunto y se mete en los autitos chocadores, no dejándonos terminar la frase. Claro, pensamos, el tiempo nos dará la razón. ¿Nos dará la razón? Le tengo un poco de temor a esto último porque va tan rápido el asunto éste que, de repente, ya no somos más aquellos que fuimos, Nacional Campeón de América y del mundo, Peñarol igual, Uruguay campeón del mundo, de América y reconocido por la FIFA, ese organismo pragmático, duro, con un chip como corazón. En fin, no sé si es al pedo decirle al nieto tanta cosa que no volverá, que nunca más seremos campeones del mundo, capaz que ni de América (bueno, eso no tanto porque tanto Peñarol como Nacional tienen con qué), pero de jugar lindo, de ir al fútbol sin tener el temor que te revienten a la salida, que te lleven por delante, o que literalmente, te maten como ya pasó, lamentablemente, tanto aquí, en la vieja “tacita del plata” como le decían a Montevideo o en Buenos Aires, que se suspenden los partidos por falta de garantías, por muertos, por heridos, por falopeados, por golpizas insólitas.

¡Qué mundo de mierda les tocó vivir a los gurises!

¿Y NOSOTROS TENEMOS LA CULPA?

Nosotros preguntamos o nos preguntamos si tenemos la culpa. ¿La culpa de qué? ¿ De la droga, de la pasta base, de los cortes, de los garroneros, de las patotas, de los chorros, de los que le afanan a las veteranas en las ferias?
¿ Nosotros tenemos la culpa? ¿ Los enseñamos mal?
¡Dejate de joder! Les dimos todo lo que pudimos, todo a nuestros hijos y ellos a los suyos. ‘Tonce" no jodamos. Es el mundo que se está pudriendo solito, las guerras de los muchachos del western, los “coboy”, los que enfrentan a los coboy, los de barba oculta que mandan mensajes desde el fondo del mundo para después decir "fui yo" y rompen todo o los muchachos paramilitares que andan en la vuelta reclamando lo que dicen que es justo para ellos, como también los barbudos piden lo que es justo, para ellos, a los del western, o para que los dejen plantar tranquilos, total ¿ a quien le importa, no?. Cada uno con su lucha, el barbudo oculto con su estrategia, el otro que proclama libertad, el otro que secuestra, todos, pero, ¿ todos tienen su razón? ¿No se estarán equivocando? No. No admiten el error. Estos muchachos saben todo de todo. Entonces son todos unos "crá". Y uno "durmiendo" por estos pagos del Sur, que gilastros que somos ...

¿TENEMOS LA CULPA DEL ODIO, DEL VENENO, DEL PODER ILIMITADO?


Ese poder que le dieron no sé quien a los grandes del mundo, que dominan todo, que rompen todo, que son los dueños de todo, que te dicen, doble aquí y doblás como un gil, pare y parás como un nabo?

De eso, ¿somos culpables los padres del siglo XX, picándole al XXI?

NO , QUEDENSE TRANQUILOS, VETERANOS Y JOVENES DE HOY QUE NO SOMOS LOS CULPABLE. Mientras ...

Ellos se guardan las mejores minas y se chupan los mejores vinos del mundo, en las cuevas por ahí, donde saben todos, pero ni los tocan, porque, en caso que se venga el desastre, se hacen amigos de nuevo y andá a cagar con la ideología y la hambruna y los muertos de hambre y los rostros ocultos de las mujeres y el recato y las giladas que adornan al tecnificado mundo de hoy, inundado de blogs, de fotos en pelota de gurisas estúpidas que se ríen (¿de que se ríen?) de mostrarse en bolas delante de los celulares para que los viejos onanistas las miren una y otra vez en la pantalla y te la comenten en el barrio …
‘Tonce," discúlpeme, empecé por el deporte, por el nieto grande, por las historias que puedo contarle a él, a usted, a mí, a modo de refrescarme la memoria y ver las chilenas formidables del Cotorra Míguez, la calidad extraordinaria de Schiaffino, un señor en la cancha y en la vida. Una vez, nos bajamos del ómnibus en Milán, en IL Duomo, la increíble catedral de Milan y el Pepe iba con un sombrerito, bien Tano, con la selección uruguaya, allá por el año 1990, en el mundial de Italia y un viejo, con un Il Corriere Dello Sport, bajo el brazo, lo miró y lo miró y lo remiró y le dijo:” ¿ Pepe, il signore, e il Pepe Schiaffino, Pepe, eh? Y el flaco le dijo que sí, claro. El hombre lo abrazó se le puso a llorar, le pidió que le firmara el diario, lo tocaba, lo miraba como a un Dios. Y era, nomás. "Il Pepe" lo fue.

Así era el mundo hace no mucho, 18 años atrás nomás, mirá vos, con tanto adelanto, uno piensa que pasaron 70 años.

‘Tonce, Franco" (aquí uno se dirige al nieto de estos días, el de los años 2008) y le dice:

“Mirá, un día te voy a contar cómo era que sí, en mi época se jugaba al fútbol, te voy a decir cómo fueron ellos, los uruguayos, campeones del mundo y de América y cómo nos respetaban”. Ahora, andá, da otra vueltita en los autitos chocadores que te saqué otro boleto, mientras la abuela Zulma mira y entiende lo que digo, pero sonríe, porque sabe que va a ser bravo que entiende ya, enseguida, como quiere uno. Y uno piensa también en los gurises, en Jorgito y el Guille y en el mundo que les tocó vivir.

¡¡Que lo parió!


Es duro, ¿eh? Van a tener que remar, porque si a uno no lo dejaron nada (en metálico, digo) en educación, cultura y demás, gracias viejos del alma y abuelos del corazón, pahhh, a éstos del mundo de hoy, les va a costar un huevo vivir con dignidad.
Pero, estoy seguro, estamos seguros con la abuela, que lo harán. Sin duda.
….
En fin, esto fue escrito un Domingo de Pascua, un 23 de Marzo del 2008 , pa’los creyentes en el Flaco, el de barba, al que acudimos todos cuando andamos en la mala.
Para que lo leamos cuando tengamos ganas, tanto ustedes, como nosotros, en un blog, como lo llaman ahora, que tiene que ver con el deporte, que esa es la finalidad, pero que también tiene que ver con la vida, que también esa es la virtud de la escritura y del sentimiento humano.
¡ Felices Pascuas, familia uruguaya! Y a lo Wimpi, “que todo sea para bien”.