sábado, 28 de noviembre de 2009

EL AUTOR DE NUESTRO TIEMPO

Escribe JORGE CROSA

¿Sabe lo que importa? Ir al mundial. ¿ Qué cómo llegué? ¿A quién le importa? Acaso a los mismos desconformes de siempre, a los que se enfadan , de repente, porque estamos en Sudáfrica. Ellos que siempre criticaron al técnico, a los jugadores, a la organización, a los que están en derredor, para ellos, todos en falta, todos con algo escondido, siempre “sucios”, nunca limpios. Que la Mutual, que los sueldos, que la AUF, que los campeonatos, aquellos que inventan “borocotós” de cualquier cosa porque no les alcanza el fútbol y enfilan hacia el “show business”, para hablar nomás, que le deben a mengano, que hubo plata por medio para tal o cual operación ilícita.
Estamos en el mundial. A muchos les duele. No saben lo que decir. Ni lo que escribir, (en caso que sepan hacerlo, esto es, juntar letras con algún sentido). Pero no, no los he visto, porque eso se llama, por lo menos, ser informador. No periodista. No se confunda. Acá se le denomina periodista a cualquiera. Por años, por apellido, por amistad, por lo que se le ocurra, es periodista el fulano. No es así. De allí que, lamentablemente, cuando te levantás y te enterás que le pasa tal o cual cosa a un periodista de verdad, te da bronca, porque la injusticia se instaló, aunque brevemente, en alguien que no tiene nada que ver y cumple con su tarea como debe ser.
Ir al mundial. Para nosotros, una proeza, tal cual estábamos. Para los “sabihondos”, con esa “ sabihondez trucha” en la que han vivido y viven, algo normal y discutible, aún. Por ejemplo: ¿ Y ahora, qué van a hacer? ¿ Renuncia Tabárez? ¿ Va a citar a los mismos? ¡ Por favor, a sufrir de nuevo!.
Nada les viene bien. Claro. Tienen lugares donde aparecen, donde escriben (bueno donde juntan letras), hablan y todo, entonces, son periodistas (¿).
Calidad, jerarquía, técnica de acción, historia de los hechos, presentes intuídos, claridad conceptual … ¿ qué es eso?, preguntaron los “sabihondos”.
No lo saben. No les enseñaron. Pero se maquillan. Eso sí. Se maquillan. Se sientan, la computadora los mira, ellos tratan de responder, unen letras, creen saber …
Es snob criticar. Critiquemos. Es snob “hacerle el equipo al técnico”. A ver … infografía del seleccionado.
Nada de esto que lee es así. Un periodista es algo muchísimo más importante que, con respeto, aquel dúo fantástico de los carnavales uruguayos, “Yo kiero dormir con mama”, Cortés y Fernández o los Capablanca. Ellos tenían la misión de hacer sonreír y lo lograron.
El periodista tiene la misión de informar, de opinar y ser honesto consigo mismo. El autor de nuestro tiempo. Ese es un periodista.
Cuando lo logren, opinen porque tienen el motivo de guiar a nuestra gente.
Mientras tanto, mientras eso no suceda, mientras la sangre no hierva ante la injusticia y se vendan al primer, segundo o tercer ofertante, vayan y sí, sin problemas, maquíllense. Total, es una actuación, nada más.
Una farsa. Sepan que no son periodistas, claro. Que son integrantes de un género, creado por Richelieu, para acompañar a su repertorio. Las famosas turlupinadas.
La base de un teatro cómico. Que de eso no se trata el periodismo. Ahhh y me olvidaba … “los que que creen que saben porque los años, porque las canas, porque la vida …”todo fiasco. El que no sabe, no sabe. Así pasen siglos. Ahora si se la creen, allá ellos.
Quizás, engañen, sin saberlo, les doy ese beneficio de la duda, con sus farsas, ideas y elementos siempre rutinarios y recurrentes.
Muchas veces, con la farsa (no con el periodismo, por supuesto), se consigue un gran humorismo.
Es lo que son. Bueno, a maquillarse, ya es tiempo.
Pero la juventud debe saber que “ésos” no son periodistas. Nunca lo fueron, ni lo serán.