Escribe JORGE CROSA
¿ Por qué tanto misterio rodea, hoy, al fútbol?
Digamos, el acceso a las concentraciones, las habituales conversaciones con los periodistas, hoy transformadas en estereotipadas conferencias de prensa que no dicen nada y si se pregunta algo que valga la pena, no se le contesta y punto.
Entonces, de nada valen las citaciones a los medios de comunicación.
Por supuesto que estoy totalmente en contra de tal disposición, si convocan, hablen, de lo contrario, eviten ese “problema” así como nos ven a los periodistas.
Eso por un lado. Invento que vino con los mundiales, que vino, le digo desde donde. Desde cuando la plata empezó a mandar en el fútbol mundial.
Allí empezó el silencio.
Y siguió. Y algunos les viene bárbaro porque no tienen nada para decir.
Pero la gente quiere saber y llegan los inventos y los comunicadores, muchas veces, nos equivocamos en el afán de transmitirle a la gente hechos, sensaciones, cosas que pasan.
Pero, está visto, que erramos y que algunos, felizmente, no todos, sonríen con la pifia ajena.
Sería mejor que le pegaran mejor a la pelota y ésta entrara, diríamos de este lado del vallado, ¿no?
Pero, en fin, es muy cierto que la plata cambió el fútbol y a muchos deportes.
Antes, los equipos se sabían de memoria y nadie molestaba a nadie. No conocí que ningún periodista, no comunicador o reportero , tuviese problemas en años, con tal o cual jugador de fútbol o de cualquier otra disciplina. Ahora es materia común.
Pero, los millones de euros, de dólares y demás, cambiaron el escenario.
Esto es, el teatro de operaciones se modificó por plata.
“”No doy el equipo, ni permito que vean mi preparación porque no quiero que mis rivales sepan lo que estoy trabajando”. Nada más lógico en el mundo económico que vivimos.
No dar ventajas, simplemente.
Sin embargo, en el mundial, por ejemplo de Corea y Japón, no el el último de Alemania 2006, asistimos a todos los entrenamientos que pudimos de todas las selecciones.
Con las acreditaciones correspondientes, sin ningún tipo de problemas.
Y era un mundial.
Y les comento que, cuando terminaron de entrenarse los brasileños, se sentaron en el campo y nosotros también y charlamos lo que quisimos con quien se nos ocurrió y se sacaron notas, fotos, cámaras y programas con los norteños, sin inconveniente alguno. Y nadie miró el reloj …
También sucedió con los italianos y alemanes, en otros mundiales.
Y que yo sepa, también corren millones de euros y dólares …
Así que … ni poco, ni demasiado. Ni tan cerrada la puerta, ni tan abierta.
Todo es cuestión de medida y de respeto a las profesiones.
Cada cual en lo suyo. Repito lo del respeto.
En cuanto a las ridículas conferencias de prensa – salvo a pedido expreso de los avisadores (esto es por plata) – no les encuentro ninguna justificación.
Son “de mentira”.
Les cuesta ir a los protagonistas, técnico y algún jugador como así también a los periodistas. Por lo tanto, si se evitan, no creo que nadie se preocupe por el tema.
“No sabe, no contesta”, domina el show y si aparece alguna pregunta “inteligente”, el “muchas gracias, muy amables …” está a la orden.
Entonces, ya que se nos vienen partidos por las eliminatorias y demás, por más que pregunte Vargas Llosa, García Márquez o algún fenómeno de la literatura mundial, no pierdan más el tiempo.
Nunca se dice nada, cuando la pregunta es comprometida, la respuesta no existe, por lo tanto, si pueden zafar, muchachos, háganlo. Ahora, si los compromisos comerciales obligan, que se le va a hacer.
Sigan perdiendo el tiempo periodísticamente hablando, claro está.
No por los avisadores que por algo soportan el castigo económico de estos singulares momentos.
Retorno tienen, no hay duda de ello. Y del bueno. Por algo invierten.