Escribe JORGE CROSA
Creo que con éste grave asunto de la gripe porcina en la Copa Libertadores de América, se han mezclado los conceptos y las maneras de encontrarle solución al real problema.
Una minoría de dirigentes mexicanos creen que se trata de un tema de discriminación. Nada más lejos de la realidad. La enfermedad existe y contagia. Por lo tanto, no es escudo el sentirse discriminado. Es una medida de protección a la salud tanto de propios (los mismos lugareños, como los visitantes). Si no lo entienden, consulten, entonces, las medidas que ha tomado la Organización Mundial de la Salud y allí se enterarán que no es un problema clasista, sino de custodiar la salud del deportista y de toda la gente por el virus generado en México, país que no tiene culpa alguna que le haya sucedido tal cosa. Quede claro.
Por otro lado, se habla también, que los directivos mexicanos no quieren jugar más la Libertadores porque, se ha dicho, son invitados exclusivamente por dinero, porque se recauda muy bien, porque está Televisa y esas cosas. No por otro motivo.
No es correcto. La Conmebol formuló la invitación, nos consta, con espíritu netamente deportivo, al ver que, México, quedaba, casi al margen de un evento de la trayectoria y característica de la Copa Libertadores. Digamos una invitación distinguida.
Ahora, por los motivos de notoriedad, los comentarios se dan vuelta y se dice que es por la plata mexicana, lo que se gana, los dólares que entran en la Confederación, de la discriminación que hacen los gobiernos del Continente por la enfermedad (declarada por la OMS, en grado 5 de riesgo, en un total de 6), lo que no es poca cosa, por lo que, en síntesis, muchos, no todos, de los agredidos por el virus, se sienten marginados, como si fuesen bichos raros y ya no quieren jugar más la Copa. Algunos dirigentes mexicanos lo han manifestado.
Todo por la influenza porcina.
Que están en un error, no vale la pena indicarlo. Por supuesto que sí. Si el mundo está en alerta, casi máxima por esta situación, parece contradictorio que los señores del fútbol se sientan solamente ellos los perjudicados.
Están equivocados. No es así. Nadie está en contra de México,ni de sus equipos, ni de sus jugadores, ni quieren que se vayan de la Libertadores.
Piensan mal, algunos, lamentablemente y arrastran opiniones al respecto.
Esto es fútbol y se protege siempre al protagonista. Si una enfermedad como ésta puede perjudicarlo hay que tomar todas las medidas necesarias para que no ocurra nada.
No es contra México. Es a favor de sus jugadores, del deporte y de la salud de los mismos actores, mexicanos, chilenos, uruguayos, argentinos o brasileños.
Lamento que ciertos dirigentes mexicanos hayan tomado por la “calle del sectarismo”, de una “manía persecutoria” con su pueblo, que no tiene nada que ver con lo que realmente pasa.
Si esto hubiese pasado en Chile, también se aplicarían las mismas precauciones internacionales de sanidad, como en cualquier país del área.
Por lo tanto, no compartimos en lo más mínimo, el criterio ése que se maneja de discriminación, que no quieran jugar nunca más la Copa porque los invitaron nada más que por dinero y otras cosas que se vienen diciendo a raíz del mal que aqueja al mundo.
Es una pena. Hay gente, dentro del fútbol, que no entendió o no quiere entender (que es peor), que se trata de los mínimos controles sanitarios, ante una enfermedad que, incluso, perjudica a los propios mexicanos.
Una lástima que piensen así. Bueno, que piensen es un decir. Que digan que son discriminados y una cantidad de conceptos absolutamente fuera de lugar.
La gente puede decir cualquier cosa, lo que no cambia, es la imagen que tenemos de un gran país como México, con gente afable, solidaria y de gran proyección mundial.
Bastante tienen con luchar contra este mal momentáneo al que seguramente vencerán.
Y debe quedar bien en claro, que, ningún club, ningún deportista, ni la Conmebol, ni nadie, quiere sacar ventaja alguna sobre algo tan triste que le está sucediendo al país amigo.