Escribe JORGE CROSA
El sentido común es la facultad que nos permite relacionar las sensaciones diversas hasta constituir una unidad lógica.
En éste caso de la eliminación de los equipos mexicanos, a consecuencia de la epidemia de gripe AH1N1, que se expande con rapidez, que en propia tierra mexicana se juegan los partidos sin público por prevención al contagio, que, recién en estos días resolvieron que ingresen cierto número de personas (todas con tapabocas), las autoridades del fútbol mariachi no pueden decir que “se les tiene miedo”, que es por “conveniencia”, que son “invitados por la plata y nada más” y que no jugarán ninguna competencia organizada por la Conmebol desde hoy en adelante.
Muy bien. Se autoexcluyen, por consiguiente.
Esta medida, que a la Conmebol, no le agradó tomar, ni a nadie le gusta ganar si no es en la cancha, que yo sepa, no tiene absolutamente nada que ver con lo que manifiestan, livianamente, algunos dirigentes mexicanos.
Nadie les tiene miedo, ni somos aprovechadores de nada, ni nos importa que jueguen o decidan no hacerlo más en ninguna competición de la Conmebol.
Lo lamentamos, eso sí. Porque es una muy buena congregación, de excelentes jugadores, con gran organización y de respeto, en el orden deportivo y empresarial.
Pero, que no quieran entender,o se hagan los distraídos que la suspensión de los partidos es por la epidemia de gripe porcina y no por otro motivo, parece un chiste de Cantinflas, aquel genio del humor, de la simpatía, genio en toda su trayectoria.
Es una pena que el sentido común hay sido superado por argumentos discriminatorios y nacionalistas.
Aquí no tiene nada que ver ni México, ni el notable país, ni sus equipos, ni su fútbol, ni su gente.
Lo que sí tiene que ver es las muertes por el virus, la amenaza mundial de la propagación del mismo y la incongruencia absoluta de viajar a las zonas en donde la misma Organización Mundial de la Salud, ha declarado como ciertamente vulnerables y de peligro para la salud humana.
Es un tema del sentido común.
Si esto no se entendió donde correspondía, vale la expresión del célebre filósofo y escritor francés, Voltaire: “El sentido común … no es nada común”.