Escribe JORGE CROSA
* (Sobre la posible renuncia de Corbo, ya escrito éste editorial, agrego al cierre)
He visto, oído y leído, con la debida atención, a los diferentes medios de nuestro país que se refieren a los llamados “superpoderes” del Dr. Corbo, del tiempo que le queda, (le están contando los días, los minutos y los segundos) para dar a conocer el plan de acción, lo que se tiene que hacer, lo que se puede hacer, lo que no, lo que sí, lo que está mal, lo que está bien (¿), en fin, quieren saber hasta el último detalle del trabajo desarrollado en silencio por el Presidente del Ejecutivo para después desarrollar sus pareceres, los análisis, si está bien, mal, regular o no sirvió de nada este período. Lo apuntado me parece correcto. Que se aporte opinión y todos tengan el mismo derecho de hacerlo.
Pues bien, según observo , es absolutamente imposible que se haya encontrado la “fórmula mágica” que termine con todos los males del fútbol uruguayo.
No existe tal poción milagrosa. No se la crean, porque no será, ni es así. Así que pueden ir aprontando sus baterías, a quien le parezca, que todo ha sido un desastre, que se perdió el tiempo y todo ese material que ya se puede estar escribiendo, pensando o a punto de decir, porque será así.
Proyectos varios, sin duda. Pero arreglos definitivos, a corto plazo, mañana por la mañana, ni lo sueñe.
Este deporte está desvirtuado en muchísimos aspectos. En su presentación, en su puesta en escena, en la programación, en lo que respecta a las áreas de trabajo y a su posterior desempeño de las comisiones que están, o no, en acción, en fin, no es algo que Corbo y su gente o quien sea, puedan darle el trámite notable del arreglo cuasi definitivo y ponerse en una marcha altiva hacia un destino formidable.
Esa película no la dan. No le escribieron, no la van a exhibir en ningún cine, porque no hay ni guión, ni libreto,ni protagonistas que se encarguen de la tarea de marras.
El fútbol tiene su acomodo virtual, pero nada más.
Para llegar a una situación de relieve, de creencia real de lo que se está haciendo, hay que modificar estructuras básicas, erróneas, que se iniciaron, que vienen con la génesis del mundo de la pelota, por lo menos en nuestro país.
Así que no esperen el milagro. No lo habrá. Como tampoco se desgasten en fustigar duramente el plan que se trazó, porque no había otra salida.
Obsérvese que no solamente el fútbol tiene sus inconvenientes, sus trabas, sus desajustes.
Es la vida misma, enmarcada en un país que trata de salir de encrucijadas de todo tipo y tamaño, en todos los órdenes. Y se está luchando, como se puede, para lograr el objetivo común de bienestar para todos los uruguayos, no para un sector, sino para todos.
Por lo tanto, el fútbol, no es materia excluyente, que puede tener la clave del éxito mediato. No. Va junto con la marcha del Uruguay y de la zona de influencia, con sus pares americanos.
Y vamos, recién, tratando de encontrar el futuro real, no utópico de la nación, por lo que ni el fútbol, ni áreas quebradas por la economía, desde hace mucho tiempo, se pondrán a punto, justo ahora, en el momento deseado, en el lugar esperado, cuando la gente lo quiere y ya mismo, si es posible.
No es pesimismo lo que transmito. Es la realidad.
No le adjudiquen, por tanto, ni a Corbo, ni a su gente, ineptitud para la tarea encomendada porque quizás no se hayan encontrado las soluciones fantásticas o notables que se podían esperar. No es tiempo de fantasía, del arribo esperanzado de Gaspar, Melchor y Baltasar.
Los reyes están pobres. La región está mal. Sufre de descontroles y de inseguridades nunca antes vista.
Querido amigo, no piense en maravillas, en proyectos estupendos, en todo eso que, lamentablemente, no será posible.
Por lo menos, ahora. En el tiempo y si hay capacidad, talento e inteligencia, no el rastrero interés personal de siempre , que todo lo traba, que nos impide avanzar, entonces, será viable . Empujemos hacia el mismo lado, abandonemos los personalismos y recién allí, pienso, estaremos en el camino, en la senda correcta.
Mire que hay asociaciones americanas que tienen buenos planes de trabajo. Se trata de conectarnos con ese mundo político deportivo y usar lo que es provechoso y utilizable para nuestro país.
Calendarios, equipos, reglamentos, torneos, relacionamientos con los jugadores, acuerdos de amplio espectro, en fin, sería cuestión de preguntar, de consultar, de estar atentos a la marcha de la política del fútbol mundial. Y aplicar, de inmediato, lo que sea posible.
Pero en esa área estamos, lamentablemente, demasiado lejos del objetivo. Pero no por ello dejar de pelearla, de insistir en las modificaciones estructurales, de base y contenido para nuestro fútbol.
No aguarden lo imposible. No pongan los zapatitos …
Desarrollemos , eso sí, la fuerza y la idea, el concepto y el principio de una acción que modifique, radicalmente, la representación total del fútbol uruguayo, en consonancia, claro está , con la propia marcha del país.
DEL LADO DE LA DIGNIDAD
* No, Dr. Corbo. Le escribo con la misma honestidad de siempre. No renuncie hasta que termine este proceso. Claro está que usted está grandecito ya como para admitir un consejo o una sugerencia de este periodista. Pero es lo que pienso. Culmine la obra, si está bien para usted, ya está. Ahuyente el fantasma de la duda, de las amenazas, de los temores, de los cansancios. Usted tiene años de fútbol sobre el lomo y debe tener espaldas anchas para soportar tales atropellos.
Después de presentada la tarea, si no tiene andamiento, si no funciona, entonces, sí, cierre la puerta. No se entregue justo ahora que es cuando el temperamento y la acción dirigente tiene que hacerse valer como tal. Justifique su trayectoria. El abandono del barco, Dr. , sabe usted muy bien, que no impide el naufragio. Y si piensa así, que todo se hunde, dígalo, todos queremos saberlo. No es cuestión de estar de su lado o en contra, es estar del lado de la dignidad, mi estimado Dr. Corbo. Usted decide.