Escribe JORGE CROSA
Sin actores no hay comedia.
Los futbolistas tomaron la decisión que, ellos creen, es la que corresponde en éste caso, en singular y en plural, ya que no es un hecho aislado el caso de Darío Vera, ni del “Polillita” Da Silva, ni del otro joven Da Silva, de Huracán Buceo, que, según informan los medios, se les deben cifras ciertamente importantes y se ha hecho poco y nada para llegar a un acuerdo.
Bueno, el momento tenía que llegar. Ahora todo el mundo del fútbol local se lamente porque están al frente dos muy buenas figuras como Enrique Saravia, por la Mutual y el Dr. José Luis Corbo, en la AUF.
Pero, eso, lamentablemente, poco importa a la hora de la verdad.
Hay que pagar. Hay que arreglar la casa, sea como sea y en caso que no se pueda, éste Uruguay, de las cosas raras, de los casos raros, dejará de jugar al fútbol en primera instancia, el torneo local, con la amenaza cierta de comprometerse seriamenente en los torneo intercontinentales y hasta la propia selección nacional en su viaje hacia la clasificación a Sudáfrica 2010, sede del mundial.
¿ERRORES AJENOS?
No. Errores propios. De una administración equivocada, de malos asesoramientos, de continuas idas y venidas, sin resultado positivo.
El famoso Tribunal de Alzada, esto es, un recurso de apelación, planteada a último momento tampoco parece solucionar el clima de inestabilidad, justificada, que tienen los protagonistas.
Los jugadores exigen lo que les corresponde. Y esto es que se cumpla un Estatuto acordado por las partes.
No es de mi competencia “caer en gracia” con los jugadores, por mis dichos, pero si tienen razón hay que adjudicársela.
Han esperado, han informado que podía pasar lo que está pasando y no han obtenido respuesta.
Creo que es una reclamación justa y que darle el trámite que le corresponde.
A ninguno de los protagonistas les sirve cerrar las puertas del negocio. Eso está claro.
Pero si yo trabajo y no me pagás, no trabajo. Clarito. Incluso con advertencia mediante.
Aquí no se trata de quedar bien con la Mutual o con la AUF, se trata de solucionar un problema serio y en forma definitiva.
Tienen cuatro días para encontrale solución. No me pasa por la cabeza que no se le encuentre la misma a una situación, exclusivamente económica y reglamentaria, utilizable en todas partes del mundo.
Seríamos la excepción. Una grosera excepción, que irrespetería el legítimo derecho de cualquier prestador de servicios, por si algunos consideran que jugar el fútbol, no constituye trabajo o labor en sí.
Como sea, la solución está en el intercambio de ideas, de conceptos, de redacciones de artículos y su respeto posterior.
Y un solo método: pagar.
Queda ese camino. Es como un penal, ya que estamos.
La pelota está ahí.
Conviertan.