(en el recuerdo nuestro querido amigo JUCECA)
Escribe JORGE CROSA
El viernes en Sin Limite, fui invitado por Pablito Francescoli, para conversar sobre el juego de Argentina y Uruguay.
En un momento determinado, entre amigos, como somos, Alberto Sonsol, conductor “ad hoc” del espacio de VTV, el conductor es Goñi, nos solicitó un pronòstico:
Lo cierto es que no acertamos ninguno. El querídisimo Juan Ricardo Faccio, escéptico total, expresó que iba a ser una derrota terminante. No lo fue. Rodolfo Pereyra anunció un empate.Tampoco. Javier Zeoli, hoy empresario, hablò de un triunfo uruguayo. Menos. Sonsol habló de una derrota cuasi fatal ( caímos pero no nos dimos un porrazo ) y nosotros expresamos empate, no acertamos y ciertamente estuvimos lejos.
Dichos al margen, no hubo ninguno que acertara lo que pasó, más allá que Faccio y Sonsol, hablaron de la caída de Uruguay. Fue verdad. Pero no estrepitosa como lo anunciado por los amigos, ni tampoco “nos pasaron por arriba”. Cedemos la derecha a los compañeros, con el cariño de siempre, pero no fuimos vapuleados.
Si bien ganó Argentina, el juego fue como dijimos en lo previo, una lucha para jugarla con “protector bucal".
Porque fue eso. Patadones, agarradas, trancadas violentas, goles inesperados por errores propios y oportunidad no desaprovechada por Messi, ante centro entreverado de Riquelme, al largar, nomás y luego, un rebote habilitó a Agûero y éste no perdonó y adentro.
A los 13, Argentina 2 a 0. Podía esperarse algo espeluznante. Porque Uruguay no encontró el juego nunca. No tuvo la pelota. He aquí el problema. Y Argentina, con el dominio del balón, no sacó la diferencia que todo hacía suponer.
¿Y donde está el piloto?
El título de la exitosa película es la respuesta a la escasa propuesta uruguaya. No anduvimos.
Abreu, no fue habilitado jamás y entonces su presencia pasó como una estrella fugaz.
SE PEGO DURISIMO
El famoso “protector bucal” que anunciamos apareció. Y se dieron como hacía tiempo no se veía. Las fricciones, los patadones, las planchitas y demás accesorios abundaron por el Monumental.
Mal partido. Que pena porque, luego del descuento de Lugano, pareció que la cosa podía cambiar. Pero no fue así.
ESE GOL DE ARREBATO
Y la posición de Messi, a mí, me hace dudar si estaba en posición reglamentaria. En vivo, me pareció fuera de juego. Después no, luego sí, el video manda. Parece que sí y que no.La primera impresión es la que vale y avalo mi criterio que no fue para nada claro.
El segundo ni dudarlo. Aquel rebote en el caño y el zapatón de Agûero fueron testimonios de un dominio parcial, más no determinante. Una cuestión de entrecasa, más bien.
NO SABE, NO CONTESTA …
Como las encuestas, tan de moda, Uruguay fue eso, no supo, no contestó. ¿Dónde está el piloto? Debería haber sido Abreu, pero no tuvo “avión”. Esto es, nadie le marcó la pista de aterrizaje, ni como volar. Solo y desamparado. Christian Rodríguez se perdió en el medio de la pista y todo el “personal” no dio ninguna instrucción para que se pudiese maniobrar con acierto.
En términos deportivos, el fútbol uruguayo, se quedó en el hangar. Mucha intención, desorden, marca durísima, violentos mano a mano y escasa creación no dejaron lugar al fúthol celeste. No hubo. Por el lado argentino, salvo apariciones de Riquelme, cuando la toca, se nota, los autores de los goles, Messi, poquito, Agûero, también un rato, Tévez, sin fútbol, pero con inusitada violencia y gestos más preocupantes con una cinta, que se le caía a cada rato, que con su juego y sí no vimos al arquero argentino, Carrizo, fue porque, en el gol del entrevero apareció Lugano y descontó. Después, sólo para la TV. Y el diferente Mascherano, dominando el terraplén.
Lo demás, el asunto fútbol, digamos, por lo que fueron a jugar, faltaron los dos, sin aviso.
Malo por unanimidad y de pie, dijera nuestro querido poeta Julio César Castro, Don Verídico.
“SENSACION DE GANAR” : Negativo.
Así fue la cosa. Pelotas trabadas, en el medio juego, “pasito pa’lante María, un pasito pa’tras”.
Era previsible. A mi me gustaba para un empate y un respìro distinto. Pero Uruguay se afilió a la película ¿Y donde está el piloto? Porque lo pusieron a Abreu para eso. Para manejar por arriba el asunto. Pero no tuvo ni una sola oportunidad. Entonces, imposible.
Es más, no llegamos con claridad, ni sin claridad. Ergo: no llegamos.
Preocupa porque fueron tres puntitos claves. Que podían haber sido una para cada uno si hacerle mal a ninguno. Pero la efectividad fue del local, en un juego, a trancazo limpio. Con intención de quebrar no, pero fortísimo y malo.
No dejó nada el clásico rioplatense. Bueno,en realidad, sí. Tres puntos para Argentina y angustia para Uruguay que volará alto a Bolivia a buscar, no un milagro, pero sí algo muy engorroso, vencer en la altura de La Paz.
Cementerio de famosos, allí cayó hasta el campeón del Mundo, Brasil, así que vaya llevando.
NADA ES IMPOSIBLE
Lo sabemos. Pero también conocemos que Uruguay deberá redoblar, como anunciamos ante Argentina, su trabajo y multiplicarlo por una cifra estimable para encontrarse con una victoria que se hace siempre extremadamente difícil en el piso 36.
Teniendo en cuenta que nos costó ganar en Planta Baja.
HABLAR Y RESPETAR LO HABLADO
Esa será fòrmula. Estas horas, los desayunos, el aeropuerto, el avión, el hotel, serán escenarios volantes de conversaciones entre los jugadores y técnicos.
No “apunto mi artillería” a Tabárez. Sería demasiado fácil y no me sale. Creo que podemos plantear otra cosa en Bolivia. Y ya estoy dejando atrás la amargura, el dolor y la bronca de caer en un pleito, no “ a lo pampa”, si “ a la que te criaste”.
Observación de maestro: “Debe atender más en clase”,” no rindió lo esperado”, “no presta atención”.
Todo esto va para sacarle dramatismo a eso que sentimos en el estómago, ese nudito calentón en la garganta y el incipiente insulto a flor de boca.
Pero, manso, mi amigo. No se perdió todo. En caso extremo nos ganaron con poquito,porque nosotros ni poquito pusimos. Los jugadores deberán recuperarse.
Coraje tienen, corazón también, hay que armar un equipo para el piso 36, tomar “Alturol”, plantear un esquema positivo, soportar el clima, la presión, el aumento de glóbulos rojos , ahhh y jugar al fútbol mejor que Bolivia.
Si existe un plan táctico, como sabemos, hay, respetarlo. Pero, no terminar como el filme ¿Y donde está el piloto?, porque si todos pensamos en Abreu y esto no la tocó, algo falló.
Sabíamos de los riesgos en el Monumental. En pésimo juego perdimos. Sabemos los peligros de los 3.6oo metros.
No nos vayamos a tirar de cabeza. Eso sí, sin pronósticos. No hay nadie que espere algo extraordinario sobre el resultado.
¿O sí? Porque nunca en el fútbol se ganó antes de jugar. Ni a nada.
Entonces, tienen una revancha “feísima” . Bueno, bailen con la más fea.
No es la primera vez que los uruguayos sorprendemos. ¿Sabe que? Prefiero ser optimista, porque el pesimismo, a los uruguayos, nos viene incorporado.
Eso sí, si repetimos lo de Argentina, busque el cuarito pa’llorar. Sería insoportable. Incluída la altura.
ENTRE LA EDUVIJA Y ROSARITO VERDOSO …
Dijera la Eduvija en el boliche “El resorte”, de Don Verídico. “Ni me la nombre a esa “muchacha” (la altura), es una pedante, hágame el favor” …
No me olvidé de hablar del juez. ¿Para qué? Se sabe que cuando llueve la pista está fangosa.
Y para Uruguay, la pista, hace ya mucho tiempo está fangosa, como cuando charlábamos con Juceca, un fenómeno nuestro amigo, dicho hasta por el propio Landriscina, por aquellos tiempos de “C X 30” La Radio, grupo de periodistas, que, junto a José Germán Araújo integramos en la lucha diaria de los que pensábamos distinto o simplemente pensábamos, que ya era bastante, dijera Juceca.