viernes, 26 de septiembre de 2008
ROJA A LA ALEGRIA
No sé si usted se habrá dado cuenta al igual que yo que, en el fútbol, hemos perdido la alegría. No se trata de los últimos resultados, de las eliminaciones continuadas hacia los campeonatos del mundo, las malas perfomances en la Copa Libertadores, en la inventada Sudamericana, sino en el sentir general del uruguayo, mejor expresado, del montevideano que concurre o bien se entera de lo que pasa en el fútbol.
Pocas son las noticias buenas. O ninguna, para ser coherentes con nuestra impresión. Hay quejas por todos lados. Aquel partido de Nacional y Villa Española – en litigio aún – si se juega o no. Advierten los más influyentes en las hinchadas y directivos que retirarán a sus equipos si se llegará a disputar. Otros que no se quieren presentar. Alguno que se queja por el pago tarde, pero pago al fin. El caso de Basáñez. La plata estuvo. Tarde, pero estuvo. El asunto de Progreso. Tampoco sirvió porque se ausentó la buena voluntad y esa cierta elasticidad que obra en gente comprensiva para todos los casos de la vida.
EL EXPEDIENTE VIAJERO
No es uno sólo. Hay varios papeleos. Un tribunal se lo pasa al otro. El otro no tiene competencia. Tampoco al que le toca, parece que no le toca. ¿ Y q uien lo tiene, no, el Gran Bonete?. Si se juega hay amenazas, si no se juega también. Esto es, la pelota va y viene. Eso sí, nadie la quiere. El expediente va y viene, como la “Valijagate ” de Antonini, el sonado caso en la Argentina. Una valijita perdida con cuatro palitos verdes y cambio chico. Acá no da para tanto, pero se vive un caso político deportivo de alto nivel, para entendidos en la materia. No es para que opine cualquiera, eso está claro.
SE ENTIENDE MUY POCO
Y en el orden deportivo, se borró la comprensión. No hay más que decir. Se terminó el diálogo, la manera más humana que conozco de poner en orden y claramente las cosas, en fin, llegaron al final una cantidad de buenos gestos, de gente solidaria, de espectáculos que sean divertidos, en lugar de campos de “batallitas” lingüísticas, desagradables, como para no concurrir con su familia, ni con nadie o simplemente no ir.
Y nosotros, los periodistas, debemos insistir, tenemos que hacerlo, es casi una obligación decirle a la gente que acuda al fútbol. Que vaya. Que se divierta. Que vea un buen juego.
Pero, hay un detalle que nos está impidiendo tal convocatoria :¿Cómo hacerlo con lo que está pasando los fines de semana?
Agresiones, corridas, temores, patoteadas, grupos de alta peligrosidad, además, el juego que se ofrece es de regular hacia abajo, por lo tanto, no hay manera alguna de decirle al público uruguayo, de verdad, con el respeto que nos merece la gente, que de ella ocupamos cada uno su lugar en el periodismo nacional, que vaya, que concurra sin problemas, que se va a entretener.
NO HAY “ONDA” …
No es posible. Hemos perdido la alegría. Recuerda ¿adiós Carnaval? ..
Viene a ser algo así, como una tarjeta roja a la alegría..Porque entre amenazas, inexactitudes, errores, equivocaciones, malas decisiones, interrogantes que no tienen respuestas, demoras en las sanciones y demás, nos estamos hundiendo, más allá de los esfuerzos que se hacen de sectores vinculados al fútbol para transformar la acción negativa en positiva.
Los jóvenes le llaman a éste clima “no hay onda, viejo …”.
Nosotros creemos que no hay clase, ni categoría, ni la calidad de hace muy poquito tiempo, nomás, seis o siete años, en donde aún se vislumbraban figuras con adornaban un juego, un lindo espectáculo, perdiendo, empatando o ganando, no importa, pero ofreciendo un agradable partido.
Eso, cada jornada que pasa, se va como si se lo llevara el viento de la nueva primavera que nos visita.
“SE’IGUAL …”
Que somos sufridos los uruguayos, ya lo sabemos, pero le siguen pegando al yunque, mi amigo.
No es problema que duela, pero se siente el ruido , sin duda.
Agréguele que se pierde, en donde sea. Afuera o adentro “Se igual”, diría el personaje de Minguito.
Eso sí, como si se viviera en otro país, se piden resultados, partidos de buen nivel, como si se cambiara todo éste clima en unas horas nomás.
Hay que ser muy caradura o un gran mentiroso y no trabajar decentemente para aportarle difusión a “esto” que se presenta los fines de semana, salvo, como siempre decimos, las excepciones, que, felizmente las hay, de juegos distintos, agradables, que se pueden disfrutar.
Pero la mayoría no es así. ¿ Se fijó que todo se cuestiona? El arbitraje de fulano, el penal aquel, la expulsión de …, la designación de …., la sanción de …. , y las frases comunes “así no le ganamos a nadie”, “que desastre” …
Pues, entonces, con este apesadumbrado clima , ¿ con qué argumento usted invita a que la gente se divierta viendo un partido de fútbol?
¿No deberían cambiar radicalmente los textos leídos líneas arriba para que ello suceda?
Porque, lamentablemente, ésta es la verdad.
Ahora, también se puede contar una fantasía y usted queda hasta contento.
Pero es simplemente eso, una fantasía.
Esto es, representando los ideales en forma sensible o bien idealizando las reales.
No da ni para una cosa, ni para la otra.
Ahhh, fútbol viejo, ¡hace tanto tiempo que no disfrutamos juntos!
¿Se podrá ordenar, aunque sea un poquito nomás, la casa?
Por lo que fue la casa …¿vio? Un ejemplo de valores inolvidables y unos recuerdos notables.
Acudo a una frase bien uruguaya: “ta brava la cosa”. Reiterada y real.
En fin …
martes, 23 de septiembre de 2008
GRAVE ERROR CONCEPTUAL
Uno quiere ver al fútbol uruguayo arriba del todo. Pero no es así.
Ni estamos arriba del todo y si seguimos con banales discusiones caseras, tipo si a Nacional le quitan los puntos, a modo de revancha de lo que le pasó a Peñarol, si sigue esta especie de escalera al vacío de vanidades, absolutamente, del “yoísmo” desesperado entre los que deberían informar y comunicar con sentido común a la población deportiva, la marcha de los acontecimientos, en lugar de buscar el primer lugar “en las gateras”, en discusiones inútiles y sin ninguna finalidad positiva, entonces, va a ser muy difícil que los protagonistas, que son los jugadores, aunque muchos piensen que son los periodistas, porque aquí los guantes están cambiados.
El derecho va en su lugar, por lo tanto, el izquierdo en el suyo.Por el tema del pulgar ¿vio?.
EL PROTAGONISMO
El afán de protagonismo es exclusividad de los jugadores. Unicamente de ellos, que nos deben demostrar que son capaces de jugar de manera tal de conseguir resultados positivos que nos conduzcan al Mundial de Sudáfrica, tirando la calculadora al contenedor (si no está destruído, claro) y de buscar una buena participación en las Copas Libertadores y la Sudamericana, campeonato éste, hecho para entretenerse, para ganar algún dinero, para la televisión y para no mucho más, aún cuando es medida sobre ciertos equipos, que no habiendo tenido una muy buena participación en su campeonato local, igual puedan acceder a intercambiar juegos con sus pares de América. Nada del otro mundo, pero vale, no mucho, pero vale. No soy de los que descarto la Sudamericana como si no tuviera ningún valor. Es por plata. Aunque después, lamentablemente, sea usada solamente por exclusivas emisiones que no tienen nada de pluralistas y un abuso absolutamente notorio a favor de los argentinos.
Pero está hecho así y se pagó por eso. Entonces, aún cuando está muy mal estructurado, es lo que se está jugando y lo que vale es ganarle a todo eso, que parecería estuviera acomodado, aunque no lo esté.
Queda claro lo de la “argentinitis” en esta materia, ¿no?. Una pena porque el periodismo del continente no es solamente para los argentinos y viendo las emisiones televisivas tal parece que es para ese país y nada más. Pero, allá ellos, con sus soberbias y afines. Claro que no son todos, vale destacarlo.
ES EL FUTBOL LO QUE IMPORTA
Aquí, en Uruguay, lo que verdaderamente importa es ir al Mundial, obtener buenos resultados en las competencias internacionales, que hace 21 años no pasa nada con nosotros y dejarnos de tal y cual sandez intestina, que a nadie le importa y no ayuda en nada a la gente, no a los anormales que agraden en el anonimato y siguen tan campantes, porque nuestro público merece que le ofrezcan el espectáculo por el que pagan.
Y tal parece que aquí se han olvidado de eso.
Que el fútbol, que el jugador, que el equipo, que Uruguay, es el principal accionista de la emoción popular y no el “dime y direte” entre periodistas, que a nadie, por lo menos a mí, me interesa en lo más mínimo.Cada uno en su trinchera, en su lugar, con su opinión y con el respeto como escudo y a otra cosa. Se terminó el asunto.
El tema que le importa al gran público es el fútbol uruguayo.
RESPETUOSA ADVERTENCIA
.
El asunto es cómo podemos hacer para llegar al Mundial, que nos cuesta sangre, sudor, lágrimas y algo más, en caso de acceder a un cupo.
En eso nos debemos preocupar, bueno, por lo menos, quien esto escribe, se preocupa con la seriedad que la situación merece.
Jugar mejor, aportar ideas y conocimientos al tema, ayudarnos, en lugar de ofrecer lamentables espectáculos de agresiones, de patoterismos y demás en este asunto.
Solucionar la violencia con la urgencia que el caso requiere.
Y no olvidarse que hay organismos que están para resolver otros temas, que si bien deben ser tratados por los periodistas, no deben ir más allá de lo que criteriosamente, de lo que el sentido común determina.
Entonces se constata un grave error conceptual. Y lo advierto porque creo que corresponde y es ahora. Respetuosamente. Cuidado con el cambio de roles.
El protagonista es el futbolista. Siempre lo fue. Los clubes y Uruguay. El fútbol todo.
Hay gente que se olvida de esto.
Y es una lástima.
domingo, 21 de septiembre de 2008
"NUNCA MAS VENGO AL FUTBOL"
La tapa de Ultimas Noticias del sábado 20 de este mes, titula: “Gobierno dice que clubes incumplen plan de seguridad”.
¿Falso o verdadero?
Absolutamente verdadero. Luego detalla las medidas que sí se cumplieron, que son las de determinar las zonas de exclusión, la venta de entradas anticipadas, la ubicación de las parcialidades, forma y llegada de los equipos y que los clubes, en la primera parte, defiendan el arco que da espaldas a la tribuna contraria.
“Hasta aquí llegó mi amor”. Ninguna otra medida se tomó, según Nicola Cetraro, delegado del Ministerio de Turismo y Deporte, en la Comisión Honoraria para la prevención, Control y Erradicación de la Violencia en el Deporte.
Afirmó Cetraro que los clubes y la AUF, “hicieron caso omiso a las recomendaciones elaboradas al respecto”.
Cetraro, a quien conocemos como una excelente persona y eficaz en cada tarea que emprenda, esta vez, se siente perdedor porque observó que, en el fútbol, las cosas no son como él pensaba o como algunos legisladores creen.
Que es dictar una norma y ya está. No. No es así. Si me permiten, tampoco es creando una Ley del Deporte, que se soluciona este gravísimo problema de la inseguridad para ir a ver un partido de fútbol.
Los violentos, no leen, no se informan, no les importa lo que les digan, sólo proceden cómo quieren, donde quieren y no les importa quien caiga.
Esa es la violencia. No importa si es un chiquilín, un veterano, un joven, nada. No importa nada.
El impacto de la droga, la fusión con el alcohol y el descontrol societario, pueden más que cualquier ley o reglamento.
Después el “yo no fui”, es la frase reiterada ante las autoridades. O “no sabía nada de eso …”.
La violencia, lamentablemente generada en el fútbol, nace en otros sectores.
Dice por allí, Ultimas Noticias las normas incumplidas, a saber:
No autorizar la entrega de entradas a los “barrabravas”.
Siguen con el mismo régimen.
En los partidos de alto riesgo no se venderán entradas en el escenario.
Medida cumplida a medias o incumplida.
En el Centenario o Charrúa no se venderán entradas para la parcialidad visitante.
No hay ningún informe que se haya cumplido con ésta solicitud.
Se reserva el derecho de admisión para los que se encuentren bajo los efectos del alcohol, estupefacientes o sustancias análogas, armas y demás.
No hemos visto ninguna denuncia, conocida, por supuesto, al respecto. Todo sigue igual.
Bueno, luego habla de las pancartas que inciten a la violencia y el ingreso ordenado y en forma individual.
Gracioso esto último.
Pregunta ¿ Cuando entra el malón a ver a Nacional o a Peñarol o a quien sea, quien los puede detener? Usted los vio, igual que yo.
Por lo tanto, ni individualmente, ni ordenados, ni saber si están drogados, alcoholizados, si portan armas o no, porque es imposible, porque la turba entra y se lleva todo por delante.
Estos “paños tibios” propuestos no arreglan el estado de indefensión al que se ve sometido el espectador de fútbol.
Ni hablar de concurrir con la familia, con los hijos, con la esposa o aquel que no pueda responder a la agresión, al insulto, a los empujones, escupitajos, botellazos y demás elementos que van contra la seguridad pública.
Si se toma una medida dura, se les recuerda “cálidamente” al gobierno el tema de la dictadura, tipo “represores” y los insultos conocidos.
Si proceden los coraceros ¡para qué! Igual, si lo tienen a mano, le tiran un par de balazos, al que monta y al montado. Da lo mismo.
Por lo tanto queda expresado que:
Ninguna de las medidas que evitarían cierta parte de la violencia ha sido puesta en práctica.
Los malones siguen entrando sin ningún tipo de problemas.
No existe la identificación personal.
Se desconoce si están drogados o alcoholizados.
No se sabe si llevan armas, cuchillos, cortes o “algún” cañito corto.
Nadie se anima a detenerlos en ese ingreso masivo, so riesgo de caer y ser virtualmente destruído por los revoltosos.
No existe, vaya paradoja, el mínimo respeto hacia el ser humano.
Conclusión:
Lo que se ha hecho hasta ahora no ha servido para nada. Lamentablemente.
En el cierre dos expresiones que ejemplifican el actual estado de cosas en el fútbol uruguayo.
La primera, lo expresado por la viuda de Da Cunha: “ No son sólo ellos (los que llevaron presos) los culpables, son muchos más que andan sueltos, que los conocen y nadie hace nada.
La segunda, dicha por nuestro amigo de tantos años en la profesión como Alberto Kesman, luego de recibir un ladrillazo en la cabeza, con intervención quirúrgica inmediata: “ Si no trabajara de esto, nunca más vengo al fútbol”.
viernes, 19 de septiembre de 2008
EL DESMENTIDO
El valor humano no se cotiza en la bolsa. No tiene el precio del barril de petróleo, ni se fija en las tablas de compra venta de moneda extranjera.
Es un valor personal, exclusivo, único, que ni se vende, ni se compra, ni se canjea.
Entonces, cuando uno observa ciertas noticias, tratadas por cualquiera, con sorpresiva acceso a un medio de difusión, el que caiga en suerte, nos damos cuenta, una vez más, de la gran pobreza moral y esa ausencia, casi total, de lo que es la ética o respeto hacia tal o cual persona.
Dicen cualquier cosa. Mal, pésimo, regular. No importa. Lo hacen.
Un señor “tal” acusa, dice lo que se le ocurre y tal parece, porque así veo que suceden las cosas, no se establecen límites a la falta de respeto, que de eso se trata.
No estamos hablando solamente de fútbol, ni del deporte exclusivamente, sino de la vida misma de las personas en cualquier trabajo, profesión o disciplina.
Se averigüa lo mínimo y ya está la noticia en las radios, a modo de primicia, en la televisión, en los diarios. Sencillo. Fácil. Insólito. Como si no se pudiese rebatir. Inconcuso.
Así se “inventó” y así salió.
Después … vendrá el desmentido.Antigua fórmula fracasada que lo que se dijo “no era así”, después que lo escucharon, lo vieron y lo leyeron decenas o cientos de personas.
No importa la cantidad.
Ese famoso “disculpe”, que no lo lee nadie, no lo escuchan, ni lo ven.
Mostrar la falsedad de algo. Denegar. Refutar. Negar y aún demostrar el engaño.
Toda una situación que disminuye y menoscaba, sin duda, el valor humano.
No es exclusivo de uruguayos. Es del mundo. Un antiquísima forma de fomentar comentarios, susurros, charlatanerías, inculpaciones gratuitas y demás “galanterías” del género.
Hay “profesionales” de estas malas artes. Que no son, ni representan nada, pero perturban, malquistan, fastidian, señalan gratuitamente tal o cual cosa inexistente.
Son los hurgadores de vilezas, de ruindades y bastardías.
Pero todo tiene su tiempo. La historia del mundo así lo demuestra, por lo que, los míseros personajes en cuestión, cual obra teatral, quedan desamparados y aquella difamación, se hace añicos, por la fuerza misma de la verdad, de la vida y todo lo que se dijo, pasa al olvido, por falaz, infame y alevoso.
Pero sucede. Y mientras tanto hay que esperar el desmentido.
Una burla a la sociedad.
El desmentido es ese hecho intrascendente, que no arregla nada, que no repara, que no castiga al imprudente agresor, que después desaparece o huye, vaya similar acción.
Pero, felizmente, hay algo que vence al desmentido. Y es el valor humano.
Demora, pero, gana. El valor humano. Recuérdelo.
Quede expresado a modo de reflexión.
jueves, 18 de septiembre de 2008
NO HAY BUENA VOLUNTAD
Vistos los últimos acontecimientos sobre el tema fútbol, esto es, la situación irresoluta, aún, del fallo sobre si se juega o no el partido entre Nacional y Villa Española, por el tema del “minuto fatal” de Prudente, o bien, de la entrada del dinero en hora de Basáñez para jugar (queriendo hacerlo, claro está), se nos ocurre que no hay muy buena voluntad entres los pares del fútbol local.
Aquello que “entre nosotros hay que darse una mano”, es una gran mentira. Más bien, la situación es algo así como “sacá la mano, porque te la cortan”. Ahí sí, se ajustaría a la realidad, a lo que está pasando, a las acciones que vemos a diario en este conflictivo y chiquito fútbol local.
Porque mire que para lo pequeño que somos, los líos los armamos bien grandes, como para las agencias informativas se preocupen de nosotros, que hablen y mal, naturalmente, de lo que nos pasa.
No vemos, no sé si alguna vez existió, el principio solidario, ése que habla de conversar, de tratar de llegar a un acuerdo, de buscar soluciones entre los de “un mismo palo”. Por el contrario, al que ven que se está cayendo, lo ayudan …empujándolo. Así se cae más rápido.
No es, ni por asomo, lo ideal, ni lo que corresponde para armar el rompecabezas de éste fútbol que, así las cosas, le va a ir cada día peor.
Es que no tiene solución porque no la quieren encontrar.
Los que se dicen amigos, son enemigos. Hay una gran cuota de falsedad en todo esto.
La lógica indica que hay que respetar los reglamentos y de eso se trata. Pero también se deben respetar las dificultades, los equívocos no buscados y una cantidad de falencias que, lamentablemente, vemos todos los días.
Somos respetuosos de las reglamentaciones, por supuesto y más cuando así corresponden, pero también, debe, en un país en donde se está poniendo difícil el vivir, aún trabajando a destajo, tener una cuota de flexibilidad, de comprensión, de tolerancia.
Comprendo que si todos hacemos lo que queremos, esto no existe. Que hay que tener un orden y eso es natural. Pero cuando se piden favores, por lo menos, hay que escucharlos.
No me refiero específicamente al caso de Nacional o de Basáñéz, pero sí, al espíritu en general que reina en la faz dirigente. Soy respetuoso de los reglamentos, de los horarios, de las órdenes, pero, muchas veces, lo mejor es enemigo de lo bueno.
Y no somos muchos. Más bien poquitos. Y conocidos.
No hay buena voluntad.
martes, 16 de septiembre de 2008
HEMOS OBSERVADO ...
Escribe JORGE CROSA
La burla, no es lo grotesco. Tampoco es lo ridículo.
Deducción primaria anotada luego de un buen tiempo de observar en diferentes noticieros televisivos, no sólo de Uruguay, sino del continente, de esa especie de bufonesca posición en la que quedan, por ejemplo, el periodista y el entrevistado.
Puede ser ésta nota de deporte, de política o de cualquier índole.
No queda bien. Ni el entrevistado por hacerse el gracioso, ni por el cronista por intentar serlo. Da la sensación de una ausencia de respeto o bien, de un escaso dominio de la materia que se trata.
O el protagonista contesta mal a propósito o no sabe responder. O el que tiene el micrófono en la mano desconoce los principios fundamentales de su tarea.
Se puede indicar que también se observa en los reportajes escritos, en los radiales, en fin, lo que se quiere significar con ésta mínima observación es que, hay un público que merece un tratamiento respetuoso.
Nada más que eso. Respeto. Nadie pide otra cosa. Yo mismo puedo caer en el error y no darme cuenta, pero si así fuere, inmediatamente solicito las disculpas del caso.
Créanme que no queda bien.
Ni el protagonista “haciéndose el vivo”, ni el que recibe la “original” respuesta, quedando como un tonto.
Advierto esto porque se avanza céleremente en esta materia de la ausencia de clase, de jerarquía en el tema del periodismo oral, escrito y televisivo.
Es obvio que no somos doctos en la materia, pero cuando algo nos “choca”, luego de tantos años de profesión es porque, seguramente, muy bien no está.
No es por el lado de la chanza, salvo los programas, secciones y espacios dedicados a la misma que se destaca una nota, una pregunta, un tema, un detalle.
El periodismo tiene miles de matices para destacarse sin llegar a lo bufonesco, en buen romance, a la grosería.
Esta simple reflexión, no trata, ni tampoco me lo he planteado de esa manera, de modificación alguna en manera de procederes de los profesionales que están en su tarea.
De ninguna manera. “Cada cual que atienda su juego”, frase de juegos escolares de buen tiempo atrás.
La palabra dicha con intención sublimidad (calidad de sublime) , bien aplicada, es un acierto.
Con otra intención, una estupidez.
Y lo peor que quien queda en desaire, no es sólo el entrevistado, sino también, el comunicador.
Algunos adjudican estos modismos a lo que sucede al otro lado del Río. Sin embargo, en Buenos Aires, hay excelentes programas, crónicas, libros, entrevistas y todo tipo de intercambio de opiniones de primerísimo nivel, sin rozar, siquiera por la ordinariez.
Sería bueno, que eso también llegara a verse, a leerse o a escucharse, para observar, que no es sólo “material grotesco” el que se trata, a modo de periodismo por estos lados del Sur.
Una apreciación, simplemente, que viene a cuento, porque se está dando con demasiada frecuencia esa especie de grosería , perfectamente evitable.
La comunicación, el saber desarrollar una temática, el dominar el lenguaje y fundamentalmente, saber preguntar, en el caso que corresponda, debe guardar el lugar que le corresponde, en cualquier nivel de los medios de información.
Una observación. Simple.
GUSANO ROEDOR
Se han escuchado, leído, visto, comentado, de todos los sectores de la sociedad uruguaya, que le gusta el tema del fútbol, la actuación de la selección, el panorama en general, las idas, las vueltas, “lo que dijo aquel, el otro”. Pues bien. ¿Cuál es la conclusión?
A mi entender, absolutamente ninguna. Por varios motivos que desarrollaré brevemente.
Todos, sin el aparentemente, sino todos, (no deja de ser sorprendente) saben quienes tienen que jugar, menos el técnico. Esto es, Tabárez, parecería que es el único uruguayo que no sabe a quien ubicar en sus puestos, siendo el responsable directo del combinado.
Es un mal chiste. Pero, se dice y el hombre debe soportarlo. Son los riesgos de la profesión. Todos saben más, siempre, indefectiblemente, que aquel que tiene que saber.
Es un paradigma. Digamos, un ejemplo de aquel que tiene que saber no sabe y todos los demás, por supuesto que sí. Y más aún. Vistos los resultados, el vivaz talenterío oriental, ya orienta sus ojos hacia la calculadora, el tema de la altura, los próximos rivales que serán terribles y no va a haber ningún tipo de conversación.
En fin, todo esto, dentro de un clima de inestabilidad en donde reina el disparate adjunto, provocado por intereses significativamente creados.
La celeste ha pasado a ser una excusa para otros temas, de mayor profundidad, de acusaciones maltrechas, de imbecilidades varias, al por mayor, que, enfocadas hacia la selección, por supuesto, que no la ayudan en nada.
Todo lo que tenga que ver con el entorno del fútbol uruguayo, está orientado hacia el recelo, el odio, la envidia, esto es fundamental, en mentes cuasi enfermas que viven al borde de un ataque de nervios, como aquella película de las mujeres …
Entonces se hace muy difícil establecer un orden, una orientación, un criterio básico o mínimo para trabajar.
Porque no hay paz.
Porque hay gente (por llamarla de alguna manera) preocupada por saber cuanta plata tiene Gómez, Martínez, Jiménez, Pérez y el otro, fundamentalmente, el otro, ya que no es posible que haya juntado tanto dinero “sanamente”. No. Definitivamente, no.
Algunos uruguayos se oponen a exista gente con esa capacidad, esos uruguayos que quieren hacer ruidos con un latón, con una cuchara, con lo que tengan a mano.
Eso sí, no se preocupan de la vida del país, de la marcha hacia arriba o abajo del Uruguay como nación. No. Están metidos en contra de un personaje que, por nombrado, no vale que lo reitere, no sea cosa que me tilden de amanuense y esas conocidas lisonjas con que han bautizado a todo quien trabaje en esta empresa en particular.
Algo así como ciudadanos bajo sospecha.
Si salimos, porque salimos, si entramos, porque entramos, si gritamos, epa, ¡como va a gritar!, si anda en auto, ¿porqué no anda a pie, como todo el mundo, eh?
A ver …¿porqué va al cine o sale con su esposa o da una vuelta tomando un matecito?
Cosas prohibidas. Detalles que la envidia no perdona y los arácnidos andan a la caza de cualquier cosa que les venga bien.
Incluso esta nota los ponga en alerta, nuevamente. Ya no saben lo que hacer para entorpecer, no sólo la vida de un ciudadano, sino de un grupo de trabajadores, como cualquiera, como la cooperativa que se le ocurra, para trabarle el camino, para agredirlos a como de lugar.
¿Y qué logran con esa enfermedad que les tocó en suerte?
Ni ellos tienen la respuesta. Pero igual siguen, como zagal porquerizo, metiendo ilimitadas calumnias, insidias, improperios y demás.
Los tipos gozan con eso. Bueno, allá ellos.
El asunto es que, deben saber, porque aún cuando tengan pinta de cretinos, saben disimular y dicen cosas que, por la mínima lógica, jamás sucedieron.
Pero los faranduleros siguen, con la bandera de la envidia y del odio en ristre.
¿Y la selección usted dirá, qué tiene que ver con todo esto?
Y mucho, porque no hay paz. No existe la tranquilidad espiritual mínima de trabajo deportivo.
Pero, bueno, sigan así.
Metan, nomás. Firmes y sin aflojar. Se les va a dar. Algún día sonreirán y dirán ¿vieron que yo tenía razón? ¡Que no podía ser tal y tal cosa!
Que notable. Muchas veces, la calumnia, con el paso del tiempo, se convierte en achaque, después en murmullo y luego en una queja y después en un reproche, tipo telenovela.
Ah … y con respecto a la selección uruguaya, esa que dirige Tabárez y que nadie está de acuerdo o los que están se ven poquito, de repente se llevan una sorpresita.
No se trata de una adivinanza, claro. Es que, por lo menos, mi idea, concurrir al mundial de Sudáfrica. De repente se da.
A pesar de estos perforados mentales que desean lo peor, para un grupo, pero que no les interesa ni el Uruguay futbolístico, ni la gente, ni la gestión del país, ni nada parecido.
Sólo horadar a un personaje. Acosarlo. Herirlo. Y con él, a todos los demás. No importa nada. Si ya saben todo, cómo, cuando, donde y el porqué.
Entonces, si está todo pronto, ¿qué es lo que no los deja descansar en paz?
Que pena y yo les iba a conversar sobre la selección, pero ¿vio?, con estas cosas que aparecen, la dejé un poquito de lado, pero ya nos encargaremos con agrado, claro está.
Eso sí, a esta sucia acción acusadora, se le responde, por ejemplo con aquello de: “La envidia es el gusano roedor del mérito y la gloria”.
O bien, a modo de cierre: “La envidia es la ira de los pusilánimes”.
En fin, del equipo que antes era de todos, de la celeste hablo, escribiremos en cualquier momento y con sumo agrado, naturalmente.
lunes, 15 de septiembre de 2008
NACIDA PARA CAMPEONA
Ya lo había constatado, pero la noche del sábado, para mí, periodista de muchos años de boxeo y estrenando, digamos, este tipo de transmisiones de boxeadoras en lugar de boxeadores, que siempre fue nuestra tarea, nos sentimos muy juntos, muy unidos, como profesionales y como relatores, de ver a una uruguaya, joven y valiente.
Porque si algo tengo que destacar de Chris Namús, es su valentía, su coraje indomable y su sed de vencer.
Con categoría, con un guanteo rápido y certero, con golpes netos, fuertes, de los que duelen y lastiman y me quedé pensando seriamente en el surgimiento, que ya es realidad, de una crack, ¿porqué no decirlo?, de un deporte que siempre fue dominio de los hombres y hoy lo tiene en lo más alto del altar, una jovencita, que recién empieza y que debe decidir, (creemos que ya lo ha hecho su futuro), en ser la boxeadora ganadora y pujante que todos queremos y ella también, para crear una historia sin igual en el deporte uruguayo y después sí, tendrá tiempo, si quiere, para esas travesuras cruzando el Río de la Plata, en donde los programass mediáticos, son solamente eso, mediáticos.
Gente que aprovecha el momento para aparecer en la televisión, en radio, en la prensa, un ratito, en lo que sea y después se ese momento de euforia desmedida, desaparecen y nadie sabe más de ellos.
Como término de la época en la que vivimos vale para los programas masificados, ordinarios y sin ninguna trascendencia posterior.
Ese no es el futuro de Chris Namús.
Namús es una deportista. Una boxeadora que llegó a campeona del mundo juvenil por sus propios medios, por su esfuerzo, por su trabajo, con la sola ayuda de su solvencia profesional y meterse de lleno en una carrera repleta de dificultades, tanto que no había siquiera antecedentes de boxeadoras uruguayas de estas fantásticas características.
Eso es Chris Namús. No es la que cruza el charco para tirar los bolos en el programa de Gerardo Sofovich, a quien le agradecemos la difusión de nuestra campeona, en un divertimento que ven miles de personas, por supuesto, que sí.
Pero la elección de la deportista es llegar a lo más alto de su carrera, con sus consejeros, sus preparadores, sus promotores, en este caso, Ramón Barrero, el técnico de turno, Juan María Vanrell y Sebastián Amaya y un programa que está detrás de ella en todo momento, como es el de KO a las Drogras, que dirige Hugo Casada, junto a Nicolás Cetraro, de la Presidencia de la República.
ESA ES LA FINALIDAD DE LA CARRERA
Y no otra. Chris Namús elegirá, porque ya es grande, naturalmente, su vida, su manera de continuar, pero hoy, la sugerencia de un periodista que ha visto muchos y muchos cracks, perderse en el olvido, por las calles de un éxito cortito, por no saber escuchar a sus mayores, no le puede pasar y no le va a pasar.
Es espontánea y franca. Es una muy buena muchacha y tiene todo para ganar. Unos golpes durísimos que impactan, (si lo sabrá Letica Rojo que tuvo que ser intervenida de urgencia, no con riesgo, pero sí con precaución, luego del golpe fulminante que la puso en la lona del Palacio Peñarol, la noche del sábado.
Una alegría fantástica, para este periodista, que con el corazón, les comento, narré la pelea, imprimiéndole la fuerza y el impacto en cada uno de mis términos, ajustados a la tarea que venía cumpliendo Chris.
Un relato que quedará grabado (ya lo está) en mi mejor recuerdo, como que he tenido la felicidad que lo solicitaron no solamente de Buenos Aires, sino de Australia, nada menos, en donde viven tantos y tantos compatriotas.
Pero más allá de esta profunda satisfacción como relatores y periodistas, va creándose una imagen ganadora de una deportista como Chris Namús. A la que da gusto entrevistarla, charlar con ella, simple, llana, clara, sin problemas de tipo alguno, con la sonrisa y una ternura formidable, que la cambia por la fiereza con que encara cada una de sus resposabilidades cuando suena la campana.
Queríamos escribir estas líneas porque, como profesional, nos sentimos orgullosos de haber estado, desde el comienzo nomás, en la carrera de Chris Namús.
Y seguiremos con ella.
Aportándole la experiencia periodística acumulada durante años en los rings del mundo, para que le sea útil y podamos tener una verdadera campeona, como lo es, hoy juvenil y mañana, mayor.
Será una gratificante labor de apoyo, de emisiones con sabor a grandes cosas que nos esperan en los relatos y comentarios de esta uruguaya profesional, elegida por el destino y ayudada por todos y por sí misma, fundamentalmente, para la alegría de todos los uruguayos.
Una enorme satisfacción, como comunicadores, de estar junto a una figura esplendente del boxeo femenino, cosa que, a fuer de sinceros, no estaba en la siempre inesperada agenda de un periodista.
Enhorabuena, Chris y a seguir por este camino de triunfos, de trabajo sin pausa, para llegar lo más lejos que se pueda y luego sí, dedicarse a lo que más quieras en tu vida, como mujer ya, pues la etapa del deporte recio, como el boxeo, quedó en lo más alto del altar de tu vida.
Estas cosas hay que decirlas ahora, cuando se sienten, luego son todos los que van detrás del éxito.
Pero el secreto está, justamente, en descubrirlo antes.
Esa es la tarea de un periodista.
Ella allá arriba, con su mirada fiera, con sus golpes certeros, con su guapeza ilimitada, nosotros diciéndole al mundo la acción formidable de Chris Namús.
Nacida para campeona.
jueves, 11 de septiembre de 2008
CIERTO DESCONCIERTO
No vamos a entrar en la antigua (lamentablemente eso sí, ) disyuntiva de encontrar a los culpables de lo que le pasó a Uruguay frente a Ecuador, porque iríamos contra nuestra manera de pensar. Esto es. Hay que buscar la solución porque la culpabilidad se vio en la cancha. Punto. No le busque más misterios al asunto.
¿Cómo mejorar ante los difíciles compromisos ante los argentinos y los bolivianos)
Esa es la cuestión.
Que aquí no entró y por todas las causas, no entró. Encuéntrele la que le parezca. Ecuador y su aprovechamiento de una muy buena defensa, de su corrección (por algo fueron a dos mundiales consecutivos), la realidad de la ausencia de gol uruguaya, decenas de falencias y el dolor de los muchachos que no quisieron que les pasara esto frente a su gente.
Esa es la verdad. No se trata de un estudio sicológico, ni siquiátrico, sino de sistema, de nombres, de rendimientos, obsérvese que no trato ningún nombre porque no es con el dedo acusador que se arma el contraataque hacia la victoria.
Es pensando en cómo modificar el esquema, la manera de actuar puntualmente y eso no corre de una semana a la otra, ni de un 1 a 0 en Colombia a éste pálido y tristón 0 a 0 en el Centenario.
LA PUNTERIA, LOS TIROS DE ESQUINA …
Fácil es la tarea periodística si establecemos la actuación individual y ya está. Por sí sólo se resuelve el tema. No rendimiento, ausencia de virtudes, escasísimas llegadas y falta total de puntería, incluso en los tiros de esquina.
Mejorar. A eso deberá apuntar y estoy seguro que lo hará el Maestro Tabárez, en la definición, en la concentración, en los desplazamientos, en el armado en general del equipo, pero no sólo el que sale como titular, sino en aquel que espera en el banco.
Estamos de acuerdo que jugamos mal. No insistir en esa frase porque es pegarle de nuevo a la herradura y no al clavo. Siquiera hubo alguna chance, pero no adjudica comentario posible para la expectativa del Estadio.
Los compromisos que nos esperan hacen que los temas se traten con calidad, con eficiencia, con responsabilidad y con inteligencia y no pensar en lo que se pudo y no se pudo.
Eso ya fue.
Y LO QUE VIENE ES BRAVO …
Argentina y Bolivia, una yunta brava, uno por su calidad, el otro por su posición geográfica y el famoso tema de la altura, nos van a complicar, claro que sí.
Pero esto ya pasó. No acuso. No pudo ser. Ellos mismos dicen que jugaron mal, que querían darle una alegría a la gente y no pudieron. Tabárez, no se excusó sino que manifestó con claridad que se plantearon mal las cosas.
Esto es … como se dice en el fútbol, viejo: No salió nada.
Ahora lo que se busca es recuperación. Gente tenemos. Ya sé que dirán …”sí y para cuando joven” , tarareo de Palito Ortega hace muchos años.
Y diríamos hasta que tengamos un equipo de fútbol afiatado, con gente que profundamente conozca su función, que la cumpla, que la sienta, que la pueda generar en cada acción, no acusando esfuerzos , siempre dicho, del viaje largo en avión, del cansancio por el partido anterior, por los mismos motivos de siempre.
HAY QUE IR AL MUNDIAL, A PESAR DE ESTAS COSAS …
No busquemos culpables.
Busquemos soluciones.
Esa es la tarea de Tabárez, de su equipo, de los jugadores y de nadie más. Porque ya se vio que la gente apoya a la hora que sea. Que los dirigentes no tuvieron, esta vez, nada que ver. Que el juez, sorpresivamente Ruiz, otra vez, tampoco.
Entonces, amigo, vamos a preocuparnos por ir al mundial.
Y para ello, no nos vamos a empacar en las derrotas, en los partidos que se pudieron ganar y se empataron, sino en lo que se puede hacer, para llegar a Sudáfrica.
El hecho es de aquí hacia delante y no de aquí hacia atrás.
Dicho esto,porque, de tantas veces que, tristemente, nos sucedió lo mismo, nos preocupamos de las caídas, de los errores, de los fracasos, que de lo que se pudo hacer inmediatamente después de los descalabros.
Así nos fue.
Cambiemos. Si no resulta. Bueno. Entonces, mi amigo, es porque no tenemos equipo para clasificarnos a un mundial y listo.
Hay que ser claros y realistas.
MODIFICACION DE PLANTEAMIENTOS
Si lo que proponemos tampoco tiene resultado, entonces, lo miraremos por VTV, pero sabiendo que también cambiando la óptica en la manera de proceder, tampoco con ella, pudimos acceder a una plaza para un mundial.
Mirar hacia delante no significa, hacerse el tonto y olvidar el pasado reciente.
Significa modificar una manera, un estilo, una costumbre uruguaya que nunca nos ha servido para nada.
Si esto es posible, habrá una posibilidad.
Si no se cree en ésta transformación, cierta e interna, de planificación y desarrollo, bueno, dejemos que “hagan el equipo los conocedores del tema”, los que tienen años en esto, los que saben el porqué la pelota es redonda.
Pero a ésos que hoy rompen los boletos, que nos les venga después, si las cosas mejoran, un ataque de amnesia y se olviden de todo lo malo que dijeron hoy mismo, cuando empatamos con Ecuador.
Cité amnesia por respeto a la gente que tiene otros males similares y no tiene nada que ver con este mundo falluto de la pelota.
Hoy sos el crack que te conozco desde botija, mañana sos aquel que vivía en la esquina y no servía para nada.
Y acusar a quien de lugar. No importa. El asunto es desparramar odios, rencores, de mentes frustradas, que alguna vez pensaron que sabían algo de éste deporte, porque la mano venía bien y era relativamente sencillo hablar de fútbol.
Hoy las correcciones no son sólo futbolísticas, sino coyunturales y de criterio periodístico.
El que no se dio cuenta de eso lo lamentamos, el que se dio cuenta y quiere destacarse en la Universidad de la Pelota, es un poco apreciable ser.
Y “ganado” de ésta raza, lamentablemente, tenemos en Uruguay.El “mal de la vaca loca” lo sufrimos a diario. Inservible, claro. Pero de “esto” saben un disparate.(¿).
VECINOS TAMBIEN EN CRISIS …
Ahh, un dato, que lo cito por si las moscas y preste atención que le echaron a un jugador a los bolivianos y Brasil “o mais grande do mundo ” no pudo con Bolivia en su casa.
Y otra perlita para el desconcierto americano, Perú, que venía de lágrima en lágrima, empató ante los “galácticos argentinos”, los fuera de serie y que la hacen “chiquita así” , 1 a 1. Que raro todo, ¿no?
Pero éste tema es de alto estudio, de otro nivel, otra cosa, digamos, mucho más profundo y eso, que dicen los que dicen, que dicen, que saben, no lo saben.
El desconcierto americano en su máxima expresión. Esto va para los “recibidos” en la materia del fútbol y que conocen “un montón”, por lo tanto, tienen trabajo.
Para nosotros se trata de una situación normal, dentro de un fútbol mediocre, que hoy va a mil y mañana se queda sin combustible.
Tema de rendimientos y de consistencia. Los nervios de los que no saben el examen.
Y no es tan sencillo ordenar el modus operandi”. Brasil, Argentina y Uruguay, los tres empataron. No estamos solos.
¿No advierte un cierto desconcierto?
domingo, 7 de septiembre de 2008
viernes, 5 de septiembre de 2008
17.20 GMT
Escribe Jorge Crosa
“Este mensaje se autodestruirá en 10 segundos …” (bueno, tampoco ser demasiado prolijos, no seamos tan exactos a lo Prudente. La vieja serial Misión Imposible, nos alentó para escribir estas frases escuchadas antes del juego frente a Colombia, que, ahí sí, serán destruídas en 10 segundos.
Se escucha por los talentos de estos pagos:
No tenemos buena defensa. Suerte que golero hay.
El Maestro no sabe nada. El maestro sabe un montón y los entiende a los muchachos.
Forlán hace goles allá. Con Forlán no pasa nada (¿). Hacé de a dos … si, pero …
¡Que vamo’a ganar en Colombia,viejo, ¿Dónde vivís, le diste mucho a la …?
Podemos ganar y si se da la brava, un empate no vendría mal.
Suárez y Forlán la van a romper.
Sí, pero ellos te meten a Falcao y Rodallega. ‘Tamo frito.
La altura nos perjudica. No pasa nada con la altura.
La preparación fue buena. La preparación fue un desastre.
Influyeron los líos del Parque. No les preocupó en lo más mínimo.
Vamos a perder, como siempre. Tenemos buen equipo.
Vamos regalados (no se explicó el porqué de ésta declaración en Carrasco)
No sabemos cantar el himno. Ahhhh …
Ellos tienen falta de gol , pero traen a Falcao y Rodallega.
Nosotros tenemos 15 a favor y 6 en contra. Ellos 4 a favor 2 en contra.
Ventaja uruguaya. ¡Ja, no sirve pa’nada!
(Aquí se vislumbra el espíritu optimista de cierta gente)
“Para mí el equipo debe ser éste ….” Y lo dan nomás, cualquiera lo da.
¿Viste el lío que ser armó con …? (No importa, pero es motivo de conversación estúpida)
Ellos son locatarios y no pierden.
No podemos ganar de ninguna manera.
Otra vez no nos clasificamos ni al mundial de Brasil en el 2014.
¡Ese es el espíritu fresco, bien juvenil, de alegría plena que adorna la partida de los celestes, con los banderazos en contra del dueño de la pelota y del piripicho.
Jugamos mal porque el dueño de la pelota y el piripicho, no está. ¿No está? ¿Dónde está?.
Este es un caso para Misión Imposible.
Ya se sabe que van Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Colombia y por ahí, pelearemos, con gatos, porque los perros cimarrones, estan con llagas.
Los talentos opinan que hay que jugar con línea de 3 ½, soltando al que forma el rombo, hacia la derecha, combinando, con los laterales que tienen que bajar, apretando el botón PB, o sea planta baja, respirando bien hondo, si entra alguno como viento por el costado y es del otro cuadro. No entienda esto con ninguna segunda intención. Va con tercera.
Los que saben, saben. Lo dijo, Mccain. Y Obama. Y Oscar, un amigo de la casa.
Si hacemos más goles que el otro, seguro, ganamos.
Si le pegamos una patada en el medio del estómago a un adversario, no lo atendamos, vayamos directo al vestuario, sin hablar con el juez.
El que haga lo que quiera. Por ahí , muestra una tarjeta roja.
Hacerse el malo. Suena fulero, pero resulta. Más bien cara de malo.
No dejarse sobornar, ni por lindas piernas, ni por miradas tentadoras, (la noche anterior, claro) ni por escasez de ropas, tipo Baile del Caño del flaco Tinelli.
Dormirse leyendo ese libro que está en el cajón del cuarto, tipo Biblia, pero que no llega a tanto …
Apagar el celular. Prenderlo. Apagarlo. Prenderlo. Bajarle el ringtone. Mandar mensaje de texto.
No ir al baño cuando está el compañero. No patalear si hay olor.
Pensar en cualquier cosa ( ¿Mónica? ) en lugar de Colombia.
El Maestro va a venir a preguntarnos a ver cómo estás. Contestar: Impeca. “Ble” esta demás.
Al otro día jugar al fútbol.
Festejar el gol, según las últimas instrucciones de FIFA. Go… sin levantar el tono, ni sacarse la camiseta, ni correr, ni caminar, ni hablar, ni respirar, ni formar motines de euforia que son contraproducentes para la salud visual de los enemigos.
Porque tendremos enemigos.
Creer que sabemos.
Saber que los que tienen talento, saben que tienen talento, porque tienen talento. Ta … lento.
Ellos serán los jueces de la faena. Ellos y solo ellos. El pueblo unido jamás será tenido … en cuenta.
Opinar de lo que opinan los otros.
Mofarse de los otros. ¿Quiénes son los otros? Nosotros no.
Ganarle a Colombia.
Otro chiste, por favor, con ése no se rió nadie.
A ver … tomar todo esto muy en serio.
Pero con el reloj en la mano, en la muñeca, con el de arena, con cuatros, cinco o seis colaboradores, consultar con el Big Ben o la Hora GMT, al iniciar el juego.
Ni un segundo, ni un segundo después. Luego caerán sanciones implacables.
Formar un grupo unido. Es decir. Juntarse. Digamos once de un lado y si ellos quieren, los colombianos, once del otro.
Basta.
Falta saber el resultado del partido.
Pero los talentos ya lo saben.
Lástima que no lo puedan decir por ese famoso contrato con la empresa y la asociación aquella.
Los jugadores son los protagonistas , ¿ya lo dije?
El juez toca pito.
Los periodistas opinan.
La gente va.
Y viene.
Suerte Maestro. Sonría. Ellos saben. Usted no. Pero, bueno, ¿vio como es esto?
¿4 4 2 ¿ a la cabeza, no?
Ta.
……………….
Este mensaje se autodes … ( ahhh, está dicho arriba)
miércoles, 3 de septiembre de 2008
GANO LA BESTIA
No soy el dueño de la razón. Pocos o ninguno lo somos . Pero sí puedo ser intérprete del sentido común. Esto es, un juicio y conclusión basado en la experiencia pasada general del individuo y no propiamente en una valoración crítica de los datos.
Sentido común. Ausencia clara del mismo es la base de todo éste triste desarrollo, desde la medida adoptada por un árbitro de fútbol, señor Líber Prudente, quien, impuesto por la obligación de sus superiores de hacer cumplir el reglamento estrictamente, falla en la suspensión del juego entre Nacional y Villa Española.
Y el error, más allá de las interpretaciones populares o de las más universitarias, es que, para tomar una medida de ése tipo, Prudente debió, él mismo, concurrir al vestuario y no por interpósita persona (caso Falce) cancelar el compromiso.
El emisario puede, sin quererlo, emitir una frase, un gesto, algo que, si va el juez del lance en persona, no deja lugar a ninguna duda.
Eso fue lo que no se hizo. Prudente, más allá de su reloj y el de los demás, debió cerrar su decisión con su aparición en el vestuario y allí liquidar el tema, tal cual se hizo, entre gestos y palabras del enviado, agregando los amagues de la gente de Nacional en los vestuarios.
TODOS QUEREMOS TENER RAZON
Esta es la realidad que uno ve. Porque, aquí, en Uruguay, todos vemos lo que queremos, todos tenemos razón, todos somos los dueños de la verdad y nunca nos equivocamos.
Y no solamente en el fútbol, lamentablemente.
Faltó cintura, flexibilidad, tacto y fundamentalmente el respeto hacia más de 15.000 personas que llegaron al Parque Central para ver fútbol y no otra cosa.
Se quedaron con la otra cosa.
Cuando uno habla de “cintura”, habla de sentido práctico o común, que son los que corresponden en estos hechos.
¿ Y SI LE HUBIESE PASADO AL JUEZ?
Póngalo al revés. Si el juez sale unos minutos tarde por motivos personales, un malestar físico de él o de alguno de sus colaboradores, a ninguno de los jugadores se les hubiera ocurrido irse a las duchas y no jugar el partido.
Se espera, con cierta paciencia, al igual que la gente, por ejemplo, que al director del juego, se le pase el malestar en ingrese al campo a cumplir con su labor.
Pero no se van ni los jugadores, ni la gente.
No existe, ni pasa por la cabeza de persona alguna tomar una decisión de ese tipo.
Por algo toda ley promulgada, tiene sus incisos y se establecen.
Un ejemplo: los partidos, indefectiblemente, deben empezar a las 15.30. Sin embargo, en caso de algún imprevisto, de donde sea, jugadores, líneas, jueces, banderines del corner caídos o no colocados, redes en mal estado o flojas, lo que sea, deberán ajustarse todos esos detalles para que comience la acción debidamente.
Este es un caso ficticio, naturalmente. Pero puede pasar o alguna vez pasó y a nadie se le ocurrió, drásticamente, suspender el juego, ante la presencia de la gente, sean, veinte, cincuenta o 15.000 personas.
LOS GRADOS DE CULPABILIDAD
Es un tema de respeto, que hay que tener en cuenta. De la misma forma que hay que tener respeto por el horario y estamos de acuerdo.
Pero, en este tema, ahora que dicen también que la culpa la tuvo hasta Pelusso o los zapatos que le quedaban chicos a un jugador (disparates de todo tipo), la elasticidad es una muy buena colaboradora.
La irregularidad ya fue cometida. Nacional no salió en hora, en acuerdo a reglamento. Prudente no fue al vestuario y envió un emisario, tema evitable por la dura decisión posterior y todo esto no ayuda, en nada, al deporte en sí.
Los uruguayos, generalmente, buscamos culpables siempre antes de encontrar las soluciones.
Y es, para mí, absolutamente al revés. Busquemos la solución y de allí surgirá el responsable.
Hay grados de culpabilidad. Faltas leves, graves o gravísimas. Se midió pésimamente la calidad de la falta.
Este episodio se inscribe en el anecdotario de los hechos de inverosimilitud de nuestro fútbol.
Luego la gente irrespetada “suelta la rienda” y pasa lo que vimos y sufrimos, como sociedad chica, en la que todos nos conocemos.
Esta vez no “se rompieron el alma” los hinchas entre ellos, como es de costumbre, sino que enfilaron contra los periodistas. Agresión de patoteros a Alberto Kesman, a Mauro Más o a quien le tocara.
Clima de rencores, de odios contenidos, de broncas presas …
Qué injusticia que sea el fútbol, los clubes, el sistema en sí y lo que que es peor, la gente que no tiene nada que ver, que paga su entrada, que no ve el juego, que asiste para disfrutar y aliviar sus tensiones semanales y se encuentra con éste irremisible epílogo.
Que triste realidad.
Entre el hombre y la bestia, tema en el que estamos todos incluìdos, ( famoso título cinematogràfico del escocés Robertson), sea por el motivo que sea, ganó la bestia.
lunes, 1 de septiembre de 2008
ASI NO ES
Escribe Jorge Crosa
La incongruencia, la intolerancia, la cobardía, la inseguridad absoluta, además de múltiples problemas, todos ellos sumamente serios, aparecieron, una vez más en el fútbol (?) uruguayo.
El juez, Líber Prudente, aplicó la reglamentación horaria , lamentablemente escasamente usada en nuestro deporte, decidió suspender el juego porque el equipo de Nacional no había ingresado al campo, siendo las 15.30, hora en que debía iniciarse el juego ante Villa Española. Falce fue al vestuario. Advirtió que era la hora. Pasaron algunos minutos más, no vamos a precisar, los segundos y quintos, en que no entró el tricolor al campo, porque, como siempre, los uruguayos, somos los del “ más o menos”, “que se yo …” tres y media, cuatro menos cuarto”, vieja costumbre, usanza pretérita, uruguayismo clásico, del “ más o menos”. Irrespetuosa y pésima costumbre. Y una tarde, se terminó. O, por lo menos, este juez usó el reglamento y se “acabó lo que se daba”.
Que éste tipo de cosas “no se cobra”, como los famosos penales que vemos y nosotros mismos decimos: “son penales, es cierto, pero son de los que no se cobran”, como si esto estuviese bien. Esta vez, Prudente decidió el “no va más”.
Suspendió el partido porque uno de los equipos no estuvo en el campo en la hora reglamentaria. “Esto no se sanciona en ningún lado”, se podrá decir y es correcto. Pero, esta vez a Prudente se le ocurrió tomar la determinación. Tanto va el cántaro al agua que al final, se rompe.
Todo mal. No es de ahora que está todo mal o se ven mal las cosas.
En primer lugar, el inicio del Torneo, que si no pagan, no juegan, los manoseos de nombres, las irregularidades de todo tipo, las acusaciones injustificadas, las culpas al barrer, todo como para no empezar nada. Y se inició igual.Los que deben, pagarán, cuando puedan. Los que no, pedirán prestado, como sucedió y largaron. Una enorme inestabilidad, que no es novedad en ningún estamento del deporte uruguayo y ¿por qué no, sudamericano?. En todos lados existe esta terrible incertidumbre de lo que va a pasar, tanto aquí, como “al otro lado del Rio”, según Drexler y buena parte de Europa.
No somos exclusivos en esto de la desprolijidad y la irrespetuosidad.
Pero, claro, cuando se toma una medida fulminante, inesperada como la de Prudente, nadie sabe muy bien si está bien o mal.
Es sencillo. Está bien si se aplica el reglamento siempre, pero siempre, o se advierte, no por el simple hecho ocasional que un colaborador, como Falce, vaya y anuncie, sino que son medidas que se tienen que dar a difusión con el tiempo suficiente, porque, ya sabemos, que, incluso en partidos de enorme trascendencia, se han comunicado hasta con celular para comenzar en hora los juegos, de esa manera no se otorga ninguna ventaja deportiva.
Pero ésta medida de Prudente sorprendió. Téngase en cuenta, ajustado a derecho, que una cosa es enviar a preguntar y otra hacerlo personalmente.
Por todo lo que significa el hecho en sí, la presencia de 15.000 personas para presenciar el espectáculo. Por todo. Hay que asegurarse plenamente para tomar la medida adecuada y en el momento preciso.
Eso no pasó.
Entonces se producen las interpretaciones y los diferentes criterios para una misma acción.
Para Nacional, medida exagerada, para la gente, inexplicable y para Prudente justa de acuerdo a su proceder . 15.30 debe empezar el partido, no a salir un equipo del túnel o lo que fuera. Sin embargo, con respeto, esta inflexibilidad de Prudente, me llamó la atención, por lo anotado anteriormente. La consulta siempre es personal, porque la interpretación de la respuesta también lo es y un enviado puede tergiversar, inconscientemente, una palabra, un dicho, un gesto y sin quererlo, transmitirlo erróneamente. Eso debió ocurrir. Y eso no ocurrió.
CHI LO SA …
No estoy de acuerdo, no por la determinación en sí, sino porque con la sola advertencia de Falce, conociendo el uruguayismo y “siendo todos del mismo rancho”, había que haber insistido en algún momento, de la aplicación estricta de la medida horaria, con indicaciones severas del organismo referil hacia los clubes. Tipo “ desde tal fecha, se dispondrá que los encuentros se inicien, como está debidamente fijado, a la hora correspondiente. Se recuerda esto, a pesar que ya se debería saber que siempre tuvo que ser así”.
A eso me refiero. Una advertencia, sobre lo obvio, que los desprevenidos uruguayos, muchas veces necesitamos para poner la casa en orden. Siempre decimos : “Hay que tener cintura …hummm”
A pesar que el Colegio de Arbitros haya indicado que sería “pétreo” en la iniciación de los juegos. A este tipo de medidas hubo que darle amplia difusión, (tipo campañas sobre la velocidad en el tránsito, en fin, ejemplos sobran para ello) con la mayor de las advertencias y reiterarlas a como diese lugar.
EFECTO NEGATIVO
Además, esto del minuto más o del minuto menos, fue causal de un efecto tremendamente contrario para la gente, los jugadores, los directivos, para el espectáculo todo en general y generó lamentables hechos, vandalismos y desgraciadas agresiones anónimas, como siempre.
UN AGREGADO HIRIENTE:
Siendo ciudadanos del país del “más o menos”, esto, alguna vez iba a terminarse, nadie supo cuando, ni como, ni en donde, pero pasó en el Parque Central, con Prudente, con Nacional y ahora se escuchan voces como por ejemplo … “Y claro como a Peñarol le sacan tres puntos, a Nacional, el Tribunal …”por ahí” (todavía ni se sabe) también”.
Esto es, cualquier cosa. Se dice y se hace cualquier cosa. Y no me vengan con que está todo ordenado y bien porque es una gran mentira.
Repito que no sólo en el Uruguay, ni en eso somos distintos.
Tómelo como sea: “exageradamente correcto, políticamente incorrecto, deportivamente “chi lo sa …”. Eso sí, desgraciadamente, por éstos hechos hay un “impuesto” (ya que está de moda el tema) que es el de la sospecha, del recelo, de la desconfianza.
Lamentablemente todo mal.
DE LOS PATOTEROS Y COBARDES
El patoterismo en el fútbol es una vieja materia que no tiene solución. Muertos, heridos, avalanchas, agresiones de todo tipo y “yo no fui”, son las características de toda la vida.
A nuestro amigo Alberto Kesman lo agredieron. Herida cortante. Pudo ser peor. ¿Quién fue? Ya no importa para los cobardes. El alcohol y la droga, se encargan del resto.
La seguridad “brilló por su ausencia”. “No se puede estar en todos lados”, dirán. Y sí, pero resulta que la violencia continúa, siguen las agresiones, ya tuvimos, desgraciadamente, muertos en el fútbol y no vemos que se le encuentre solución a éste tema. Sabemos que es muy difícil, que se hace lo posible. Pero, está claro, que no alcanza.
O se es más enérgico (allí te llaman represor) o no alcanza el dinero (allí te dicen ¡que sinvergüenzas que son, estos de la política), porque aquí caen todos, créalo. Hasta usted, que no tiene nada que ver, por ahí, tiene la culpa de “algo”. Los cobardes que agredieron a Kesman, al compañero Mauro Más, que fue “rescatado” por los propios jugadores de Nacional, nadie sabe quienes son … ¿nadie sabe?
Esos patoteros se conocen todos. Y siguen yendo al fútbol. ¡Como no van a ir! Eso sí, tienen que ser más de ocho o diez contra uno o dos, propio de cobardes.
O más aún, todos contra aquel, que es manya o bolso, pegar, de atrás, que es mejor (¿) y salir corriendo.Esa gente (¿) sigue entrando al fútbol. ¿Pagan todos juntos, cuando entran todos juntos?
El “malón” ya es un clásico. Patoteros. Cobardes. Asesinos. No sólo en Uruguay, repito.
Una vez escribí : “Esto no tiene solución” refiriéndome a una situación similar vivida en Buenos Aires, cuando estuvimos trabajando durante muchos años. Lo sostengo.
Y no por la suspensión de Prudente, que ya expliqué.
Es por lo que generó la decisión. Acaso, reglamentariamente cierta, pero, innecesariamente aplicable.
Es por la inseguridad, por el atropello de los que se creen “vivos” y por el lamentable clima que vive el fútbol uruguayo.
Pero …no tiene solución. Así no.