Escribe JORGE CROSA
Si usted es de los inconformistas tradicionales que tenemos los uruguayos, ni se preocupe de leer éste editorial. Ya está. Váyase con su música a otra parte. Gracias, nos hace un bien bárbaro a todos los que quedamos felices, “después de tanto tiempo …” de ver golear a Uruguay, jugando lindo y bien.
ERA PARA ESO
Para lucirse, para que el técnico ubicara varios esquemas e introdujera variantes ante un rival modesto, sí, como Israel, pero no íbamos a despedirnos con Brasil ¿ o le parece ¿
Ni tan tan, ni muy muy … Todos sabemos la falta, el hambre que tenemos de victoria, porque conocemos que hay jugadores de categoría. Pero también los hay en el mundo y en la serie que le tocó a la celeste. No seamos ingenuos, lo de la despedida fue un símbolo de fe, de esperanza, de solidez en ese color que nos atrapa a los deportistas y que nos hace sufrir cada pelota que perdemos, que le erramos, que no entra, que pega en los caños, que vemos un celeste por el piso lesionado y queremos que no le pase nada.
LINEA DE TRES O DE CUATRO O COMO QUIERA
Porque fue el último ensayo de una obra que estrenaremos nada menos que frente a Francia. No es poca cosa, claro está. Desde Muslera, pasando por Scotti, Lugano, Godín, el Maxi, Diego Pérez, Gargano, “Palito” (¡que palazo, eh!) se “robó” el aplauso de la 56.000 por lo menos, ¡que bien que anduvo!, el “Nacho” González, Luis Suárez y el Diegol (Forlán para ser más precisos) nos dieron una alegrón. Se cambiaron los esquemas, de tres abajo, se fue a cuatro, después se rotó con rapidez, se llegó al arco israelí con potencia y los ingresos fueron adecuados, como para probarlos a todos.
EL LOCO DE LAS SIERRAS …
Cito a Eguren, Arévalo Ríos, el “Nico” Lodeiro, Cáceres, Cavani (¡epa! ¿qué me cuenta?) y el Loco de las Sierras, por más datos, Abreu. Un toquecito de alegría, que se yo, el “uruguayo tipo”, si se quiere y se me permite, el de la sonrisa, el que transmite una alegría linda, que nunca se le ve cara de “quiniela”, ése es el espíritu que nos debe animar en el Mundial.
¿Qué es bravo? ¿Quién dice lo contrario? Pero lo de anoche, con el Presidente Mujica y su Lucía saludándolos uno a uno, con un rostro bonachón, a lo gaucho, estuvo bárbaro. Acompañado por el grupo gobierno, el Vice, Astori, los ministros Lescano y Bonomi, bueno, fueron los que vimos, capaz que estaban todos, pero vaya el abrazo grande para ellos también que sintieron el viejo llamado de la camiseta, ésa que tiene la historia más grande del mundo, que nadie jamás la podrá empardar y uno de los testigos, gracias a Dios, estaba allí y justo el que sentenció a Brasil hace 60 años …”se desplaza por la derecha, lo marcan, se escapa, tiróooooo….gol de Uruguay” . Seco el relato del “brasuca”. A todo candombe el de los uruguayos que tuvieron ese increíble gozo de gritarlo. Hablo, claro, de Don Alcides Edgardo Ghiggia.¡ Grande Alcides!
EL FUTBOL … BUENO, CUATRO GOLES, NEGRO …
Ya sé. A ver. Israel no es rival. No pasa nada con ellos. Vinieron a cumplir. No hubo faltas graves. ¿Qué más? Ahhhh, claro, hubiésemos traído un rival más duro. ¿ Alemania, acaso? O ¿Inglaterra, de repente, como la ve?.
Dejémonos de tonterías y veamos la realidad. Era el partido de la alegría. Del grito pleno. ¡Uruguay nomá! ¡Uruguay que no ni no!, ¡Vamo’arriba la celeste, che!
Y ta. Era para eso. Y se cumplió con la gente que tanto los quiere y los queremos.
Como nos vaya en la feria de verdad, eso sólo el destino lo sabe, la suerte, la globa, el planteo de Tabárez, la clase de los jugadores, la jerarquía de los mismos, pero se habrá dado cuenta que tenemos muy buenos elementos, ¿no?, que andan bien por el mundo y ¿Quién le diga que no repitan las buenas gestiones de sus equipos en la serie y sigamos de largo?
TAMBIEN “LA OLA” CELESTE …
Porque lo que se quería ver era eso. El clima de felicidad. ¡Se sonrió el Troesma, viejo! (¿sabe lo cuesta eso?). Pero el hombre vio que no podía permanecer ajeno a esa explosión colectiva de sana alegría por lo que se estaba viendo y mostró los dientes el técnico de las respuestas pensadas …
La “ola”, aquella de los mexicanos, no sé si invento de ellos o no, pero está buena y se vio en la noche hasta tibia del Centenario.
¿QUE QUEDA, A VER? AHHH, GRACIAS Y QUE SE REPITA!!!
Como cuando uno se va de una fiesta que realmente le gustó, tipo cumpleaños, festejo de “casorio”, un hijo recibido de tal profesión, ¿no?, la que luchó siempre, “quemándose los ojos” y metiéndole parejo en un país que necesita mentes inteligentes y hombres capaces, bueno, una de esas fiestas fue la que viví anoche en el Estadio.
Daban ganas de quedarse para verlos un rato más …
SE JUNTARON LAS GENERACIONES …
Las banderas, los pibes nuevecitos del interior que no conocían el Centenario, la juventud que vio a la celeste idolatrada por los veteranos, se unieron los abuelos con los nietos, los viejos con los hijos, los pibes de los “picaditos” de los fines de semana, todos, che, uruguayos al cien por ciento.
Sobre el tema exclusivamente técnico táctico ,pues bien, no pasó por ahí la cosa. Créame.
Fue mucho más importante el corazón que la pierna fuerte, el alma que la corrida, el espíritu que la pelota al vacío, las palpitaciones a mil que el pase bien dado.
COMO EN EL TEATRO …
Ya sé que no se ganó con todo esto que escribo, ¡pero cómo ayuda,viejo, cómo ayuda!.
Vas leyendo en el avión, si te gustó, le preguntás al compañero si “vichó” lo que se nos ocurrió escribir. En fin, a mí me pasaría y lo digo porque varias veces me sucedió, en unos cuantos años de periodismo. Leer el comentario de la obra. ¿ Como actué? ¿ Qué pusieron? ¿Qué adjetivaron? ¿ Les gustó? …
Y no es por el ego. Es por el laburo de uno, ¿sabe?, por la intención puesta en cada jugada, o como el actor en cada palabra o como el periodista en cada frase o interpretación.
Eso se llama éxito. Sin vuelta. Alegría plena. El elenco todo vuelve a escena a recibir más aplausos. Se levanta de nuevo el telón. Todos tomados de la mano saludando al público y agachando la cabeza en señal de agradecimiento y respeto.
“ESTRENAMOS EN SUDAFRICA”
Sí. La “Opera Celeste” estrena en Sudáfrica. Vimos el último ensayo.
Todo el Uruguay vio el espectáculo o lo escuchó donde estuviere.
Y una sonrisa mansa, cauta, pensante quizás, pintó el país de celeste.
El mes que viene se levanta el telón mundial …
Gracias muchachos y ¡que se repita!