lunes, 31 de mayo de 2010

LOS FARSANTES

Escribe JORGE CROSA


El derecho de opinar, de la libre expresión, es una conquista del hombre. Sobre cualquier tema. Piensa, se expresa y a otra cosa. La vida es eso. El pensamiento del hombre sobre tal o cual tema. Su razonamiento y su conclusión. Es, diría, propiedad exclusiva, intocable de la persona. Nada ni nadie debe interrumpir ese proceso lógico de interpretación de los hechos.

Por lo tanto, el principio básico de los comunicadores es el respeto hacia los demás, hacia la gente, hacia el pueblo que espera que, el periodista, dedicándose a tal o cual tema, le aclare y les diga los porqué y los cómo de tal o cual tema.

Pero si hay gente que trabaja en esto y se erige en primera figura, desconociendo el valor que tiene el planteo de los otros trabajadores, parece una falta absoluta de respeto.

Y he visto, escuchado y leído, con profundo amargura, que hay quienes, en esto del fútbol saben más que el técnico, que los jugadores y que los dirigentes. Así nomás, como lo lee.

Me da profunda pena, el sólo pensar que generaciones de hoy puedan pensar o creer que es así, porque “tiene experiencia”.

Nada más absurdo. En esto, se dan los dos casos. Puede tener más años, pero de ninguna manera eso le da el aval de ser el fenómeno de los comunicadores.

Y da pena, esto que analizo, porque, en lugar de preocuparse por enseñar a la juventud, hay una especie de egocentrismo acervado, rayano con la paranoia.

Hay gente que trabaja en los medios, no importa ni me interesa destacar cual, aquí y en buena parte de América, bueno, de lo que uno conoce por los años de tarea, que pretenden ser los propietarios absolutos de la verdad.

Tan absurdo como conocer el destino.

Y los veo hablar y escribir y gesticular y moverse como si fueran los directores de la ciencia y de la comunicación.

Desrazonable e infundado. Irrespetuosos para aquellos que sí saben e incomprensibles para los que se proponen estudiar sobre éstos temas de la relación humana, del periodismo en sí.

Da pena ver cómo llegan a cierta distancia en el camino y no se han percatado que no son nadie, ni lo fueron, ni lo serán.

Mucho menos esos “hurgadores” de noticias inventadas, tipo peste, similar al dengue, que para destacarse por cualquier motivo, son los impostores y tramoyistas de un periodismo que tiene que ser serio, investigativo, educador, pensante, motivador e ingenioso en torno a los temas que les toque vivir.

No somos rectores. Sí, observadores de mucho tiempo y periodistas de largos caminos …

El lector y su inspiración personal sabrá que esos personajes existen. Acá y acullá.

Lo dañoso y perjudicial para el periodismo todo lo sufrimos todos.

Que va … el pueblo conoce a los farsantes.

LOS FARSANTES

sábado, 29 de mayo de 2010

¿TECNICOS?: ¡TRES MILLONES!

Escribe JORGE CROSA


Que notable es comprobar con la facilidad que los “tres millones” de técnicos uruguayos, prácticamente, ya ganaron el mundial.

Desde tiempo inmemorial, a los uruguayos nos conocen por esas alucinantes condiciones de saber “todo de todo” en el fútbol y ser más capaces que los jugadores, que los técnicos, que los periodistas, que los dirigentes, que … digamos, son los “tres millones” más inteligentes del mundo.

A ellos, con el respeto debido, hay que indicarles que con esa soberbia, esa clase de conducta de la que, incluso hacen gala algunos comunicadores, es cierto, ¿por qué negarlo?, si “de éste lado del mostrador” tenemos nuestros “magos y científicos de la pelota?. Decíamos que con galanura y expresiones tales como: “Estos no saben nada, a quien le ganaron, pobres tipos, están ahí porque son amigos del hombre, bueno, de amanuenses y lacayos ni hablemos porque abundan en el lenguaje popular. Esto es, los que están en los medios, para los “tres millones” nadie sabe nada. Punto. Definitivo. Ellos sí. Conocen lo que hay que hacer, cual es el sistema, quienes deben jugar, los trajes a quien corresponden, echar a fulano, mengano y zutano. No dejar hablar nunca más a ciertos personajes.

Es la hora de los sabihondos. De los “maravillosos tres millones de técnicos” que tenemos los uruguayos.

Como dijimos, el respeto que tenemos por la gente, por el lector, que hemos acuñado a través de los años de periodismo nos permite indicarles a los “tres millones” que es bueno saber escuchar, ser uruguayo antes que un yoísta, ése que sabe todo, que entiende todo y que luego de un programa de radio, de televisión o de leer una crónica, estima que perdió el tiempo, que son unos imbéciles, que no conocen nada de nada, que “ellos sí, los tres millones”, arreglarían en un santiamén el fútbol uruguayo y seríamos, casi de inmediato, campeones del mundo, sin tanta estupidez, ni prensa, ni capos, ni concentraciones, ni conferencias de prensa.

Es la hora de los que sí saben todo y opinan en contra de todo porque todo está mal, porque ellos (los tres millones) entienden lo que se debe hacer y es todo lo contrario a lo que se ha hecho hasta ahora, por eso estamos así, siempre con la calculadora, con temor por los rivales que nos tocan. En síntesis, acaso sería más asequible una serie con San Marino, Andorra y Papúa Nueva Guinea.

Ahí sí pasamos la serie. Seguro. Bueno, hay que ver que opinan los “famosos tres millones” y después vemos. Es bravo.

Ahhh … lo de los “tres millones de técnicos” lo dijo Obdulio, no es invento nuestro.

Y lo de los “japoneses” también.

De algo estamos seguros, los “tres millones” ( ficticios ...) quieren lo mejor para Uruguay.

Bueno, en algo teníamos que estar de acuerdo.

jueves, 27 de mayo de 2010

¡QUE SE REPITA!

Escribe JORGE CROSA


Si usted es de los inconformistas tradicionales que tenemos los uruguayos, ni se preocupe de leer éste editorial. Ya está. Váyase con su música a otra parte. Gracias, nos hace un bien bárbaro a todos los que quedamos felices, “después de tanto tiempo …” de ver golear a Uruguay, jugando lindo y bien.

ERA PARA ESO

Para lucirse, para que el técnico ubicara varios esquemas e introdujera variantes ante un rival modesto, sí, como Israel, pero no íbamos a despedirnos con Brasil ¿ o le parece ¿

Ni tan tan, ni muy muy … Todos sabemos la falta, el hambre que tenemos de victoria, porque conocemos que hay jugadores de categoría. Pero también los hay en el mundo y en la serie que le tocó a la celeste. No seamos ingenuos, lo de la despedida fue un símbolo de fe, de esperanza, de solidez en ese color que nos atrapa a los deportistas y que nos hace sufrir cada pelota que perdemos, que le erramos, que no entra, que pega en los caños, que vemos un celeste por el piso lesionado y queremos que no le pase nada.

LINEA DE TRES O DE CUATRO O COMO QUIERA

Porque fue el último ensayo de una obra que estrenaremos nada menos que frente a Francia. No es poca cosa, claro está. Desde Muslera, pasando por Scotti, Lugano, Godín, el Maxi, Diego Pérez, Gargano, “Palito” (¡que palazo, eh!) se “robó” el aplauso de la 56.000 por lo menos, ¡que bien que anduvo!, el “Nacho” González, Luis Suárez y el Diegol (Forlán para ser más precisos) nos dieron una alegrón. Se cambiaron los esquemas, de tres abajo, se fue a cuatro, después se rotó con rapidez, se llegó al arco israelí con potencia y los ingresos fueron adecuados, como para probarlos a todos.

EL LOCO DE LAS SIERRAS …

Cito a Eguren, Arévalo Ríos, el “Nico” Lodeiro, Cáceres, Cavani (¡epa! ¿qué me cuenta?) y el Loco de las Sierras, por más datos, Abreu. Un toquecito de alegría, que se yo, el “uruguayo tipo”, si se quiere y se me permite, el de la sonrisa, el que transmite una alegría linda, que nunca se le ve cara de “quiniela”, ése es el espíritu que nos debe animar en el Mundial.

¿Qué es bravo? ¿Quién dice lo contrario? Pero lo de anoche, con el Presidente Mujica y su Lucía saludándolos uno a uno, con un rostro bonachón, a lo gaucho, estuvo bárbaro. Acompañado por el grupo gobierno, el Vice, Astori, los ministros Lescano y Bonomi, bueno, fueron los que vimos, capaz que estaban todos, pero vaya el abrazo grande para ellos también que sintieron el viejo llamado de la camiseta, ésa que tiene la historia más grande del mundo, que nadie jamás la podrá empardar y uno de los testigos, gracias a Dios, estaba allí y justo el que sentenció a Brasil hace 60 años …”se desplaza por la derecha, lo marcan, se escapa, tiróooooo….gol de Uruguay” . Seco el relato del “brasuca”. A todo candombe el de los uruguayos que tuvieron ese increíble gozo de gritarlo. Hablo, claro, de Don Alcides Edgardo Ghiggia.¡ Grande Alcides!

EL FUTBOL … BUENO, CUATRO GOLES, NEGRO …

Ya sé. A ver. Israel no es rival. No pasa nada con ellos. Vinieron a cumplir. No hubo faltas graves. ¿Qué más? Ahhhh, claro, hubiésemos traído un rival más duro. ¿ Alemania, acaso? O ¿Inglaterra, de repente, como la ve?.

Dejémonos de tonterías y veamos la realidad. Era el partido de la alegría. Del grito pleno. ¡Uruguay nomá! ¡Uruguay que no ni no!, ¡Vamo’arriba la celeste, che!

Y ta. Era para eso. Y se cumplió con la gente que tanto los quiere y los queremos.

Como nos vaya en la feria de verdad, eso sólo el destino lo sabe, la suerte, la globa, el planteo de Tabárez, la clase de los jugadores, la jerarquía de los mismos, pero se habrá dado cuenta que tenemos muy buenos elementos, ¿no?, que andan bien por el mundo y ¿Quién le diga que no repitan las buenas gestiones de sus equipos en la serie y sigamos de largo?

TAMBIEN “LA OLA” CELESTE …

Porque lo que se quería ver era eso. El clima de felicidad. ¡Se sonrió el Troesma, viejo! (¿sabe lo cuesta eso?). Pero el hombre vio que no podía permanecer ajeno a esa explosión colectiva de sana alegría por lo que se estaba viendo y mostró los dientes el técnico de las respuestas pensadas …

La “ola”, aquella de los mexicanos, no sé si invento de ellos o no, pero está buena y se vio en la noche hasta tibia del Centenario.

¿QUE QUEDA, A VER? AHHH, GRACIAS Y QUE SE REPITA!!!

Como cuando uno se va de una fiesta que realmente le gustó, tipo cumpleaños, festejo de “casorio”, un hijo recibido de tal profesión, ¿no?, la que luchó siempre, “quemándose los ojos” y metiéndole parejo en un país que necesita mentes inteligentes y hombres capaces, bueno, una de esas fiestas fue la que viví anoche en el Estadio.

Daban ganas de quedarse para verlos un rato más …

SE JUNTARON LAS GENERACIONES …

Las banderas, los pibes nuevecitos del interior que no conocían el Centenario, la juventud que vio a la celeste idolatrada por los veteranos, se unieron los abuelos con los nietos, los viejos con los hijos, los pibes de los “picaditos” de los fines de semana, todos, che, uruguayos al cien por ciento.

Sobre el tema exclusivamente técnico táctico ,pues bien, no pasó por ahí la cosa. Créame.

Fue mucho más importante el corazón que la pierna fuerte, el alma que la corrida, el espíritu que la pelota al vacío, las palpitaciones a mil que el pase bien dado.

COMO EN EL TEATRO …

Ya sé que no se ganó con todo esto que escribo, ¡pero cómo ayuda,viejo, cómo ayuda!.

Vas leyendo en el avión, si te gustó, le preguntás al compañero si “vichó” lo que se nos ocurrió escribir. En fin, a mí me pasaría y lo digo porque varias veces me sucedió, en unos cuantos años de periodismo. Leer el comentario de la obra. ¿ Como actué? ¿ Qué pusieron? ¿Qué adjetivaron? ¿ Les gustó? …

Y no es por el ego. Es por el laburo de uno, ¿sabe?, por la intención puesta en cada jugada, o como el actor en cada palabra o como el periodista en cada frase o interpretación.

Eso se llama éxito. Sin vuelta. Alegría plena. El elenco todo vuelve a escena a recibir más aplausos. Se levanta de nuevo el telón. Todos tomados de la mano saludando al público y agachando la cabeza en señal de agradecimiento y respeto.

“ESTRENAMOS EN SUDAFRICA”

Sí. La “Opera Celeste” estrena en Sudáfrica. Vimos el último ensayo.

Todo el Uruguay vio el espectáculo o lo escuchó donde estuviere.

Y una sonrisa mansa, cauta, pensante quizás, pintó el país de celeste.

El mes que viene se levanta el telón mundial …

Gracias muchachos y ¡que se repita!

domingo, 23 de mayo de 2010

LA "PARADINHA" NO VA MAS ...

Escribe JORGE CROSA


Y al final tenía que suceder. La IFAB ( International Football Association Board) con la conducción de Joseph Blatter, el Presidente de la FIFA, le puso punto final a la “paradinha” del penal”.

¿Qué es la “paradinha del penal”? . Eso que estamos acostumbrados a ver, hace un buen tiempo, en el que el jugador, en el tiro solitario, llega al balón en carrera o como quiera y luego se detiene haciendo una especie de “finta” delante de la pelota, para desconcertar al arquero.

Bueno, esa “viveza” no va más. Adiós al “amague”. Dice Pelé que la inventó Didí.

Además “el bailarín” improvisado recibirá una amonestación por conducta antideportiva y será amonestado, por lo que la “avivada”, de muchos ha finalizado con ésta resolución de hace muy pocos días, establecida por la IFAB.

En el penal, correr está bien, caminar también, pararse delante de la pelota, no hay drama, pero “fintear”, como en el boxeo, no va más y lo que es más grave es que si ese jugador tiene amarilla, por el sólo hecho de moverse delante de la pelota, una vez delante de ella y amagar, digámoslo así, luego de llegar a la misma, verá de inmediato la roja.

Se modificó, por lo tanto, la regla 14, que no se oponía a un “bailoteo” luego de llegar a la pelota.

Ahora sí. Se terminó el baile.

CHAU A LA “PARADINHA” …

No va más. Cito un caso que sucedió en Brasil, en Santa Catarina, cuando el pateador se frenó justo antes de darle a la pelota y el arquero del Brusque, Wender, sufrió una grave luxación en su brazo izquierdo en el afán de frenarse y reincorporarse.

Este hecho se produjo hace dos meses, en los primeros días de marzo. Entonces …

Esta resolución de la IFAB, es absolutamente correcta porque las “interpretaciones diferentes” de los árbitros ya no tendrá lugar.

Si corre, se para, baila o amaga, es sancionado y punto. Adiós al pequeño engaño.

Y no habrá más “timadores” en el asunto porque ya está aprobado, incluso, para éste Campeonato del Mundo. A su vez, por si el árbitro no se diera cuenta de esa irregularidad, el colaborador, cualquiera de ellos, incluso el cuarto juez, le advertirá sobre la situación y se anulará la jugada, castigándose con tarjeta al simulador.

Una cosa es ser habilidoso y otra tramposo.

Así que, muchachos, ya lo saben, chau al “bailongo corto”, a la “ fintita”, para desubicar al golero. Frase de la popular: “Se acabó lo que se daba …”

Esta modificación a la Regla 14 entra a regir ya, como expresamos, en Sudáfrica 2010.

Eliminaron la “paradinha”. Y bua …. Habrá que ingeniarse.

miércoles, 19 de mayo de 2010

MENSAJE PARA UN CONTADOR ETERNO ...


Escribe JORGE CROSA

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(Hoy, después de tanto tiempo

De no verte, de no hablarte

Ya cansado de buscarte

Siempre, siempre …)

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La letra de José María Contursi, con el fueye del “mundo” de Aníbal Troilo, me inspiraron a escribirles del clásico de esta manera.

(El introito pertenece, por supuesto, a la Copa Uruguaya lograda por Peñarol, después de siete años).

Y el título, bueno, en la vida, los hombres, tenemos buena memoria.

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EL QUIEBRE

Peñarol quebró una racha negativa de siete años y ése ya es un motivo de festejo y orgullo para la gente de Damiani. Lo hizo a través de una entrega formidable, aunque con escaso juego, al igual que su rival de toda la vida, que no acertó en los momentos que parecían culminantes.

LLEGARON DISMINUIDOS

Por la expulsiones, (Urretaviscaya fue una ausencia importante), Pacheco sintió el castigo, pero se agrandaron piezas como Sebastián Sosa que, los pocos remates que le llegaron comprometidos los contuvo con seguridad. Aguirregaray, en un puesto “de emergencia móvil), metió el empate, que Lembo, con cabezazo cortito había hecho silenciar a la gente aurinegra.

FUTBOL: “NO, ACA NO ES …”

Es que no se podía esperar otra cosa. Los nervios, las ausencias destacadas, la ausencia de calidad señalada, estrictamente para éste juego, invalidaron el motivo guía de ésta final que lo consagra a Peñarol Campeón, con la razón del gol. Sin la jerarquía, tampoco su rival, del fútbol, que, de alguna manera, todos intuíamos que no podía haber.

JUSTA FELICIDAD

No hay otro lectura. Ni recordando esos dos tiros en los caños que, faltando segundos, Nacional estrelló en la puerta de Sosa. No iba a entrar. Hay detalles que así lo demuestran.

Ciertamente “hay signos en la tierra para los hombres que creen firmemente”, sentenció Mahoma en los años 600.

Y Diego Aguirre, con una conducción ciertamente prolija, sin lujos, pero con eficiencia, pudo elevar la esquiva Copa, siete años, en poder de su “amigo-íntimo”.

EL NERVIO MAS QUE EL JUEGO

Siempre pudo más. Nacional y sus nombres cambiados de lugar, por ejemplo. Ferro sobre el lateral, se fue una y otra vez, no respetando “el cartel de Pare” (línea de talco) que cierra el costado del campo. Regueiro, García y Morales no cumplieron con su esperada labor. Eso lo sintió y fuerte el tricolor. Guigou y Vera no aportaron, mientras en Peñarol, con más fuerza que técnica (inexistente en los dos) Aguirregaray, Pacheco, Albín, en donde fuera, Gastón Ramírez y Orteman, formaron una improvisada “alianza para el progreso·”. Desordenada, pero ciertamente eficiente. Mucha improvisación. No quedaba otra. Martinuccio se asoció un rato, pero no mucho más.

NACIONAL SIN JERARQUIA

Es que Nacional no presentó fuerza que debía para traspasar la trinchera aurinegra. No hubo ingenio. Faltaron ideas y sobraron errores. Los “Morales” no influyeron. Ni uno en la contención y armado, ni el otro en el empuje y el peligro. Y lo raro es que no tuvieron una marca implacable.

UNA “BALSA…” TARDE …

Era para que entrara desde el inicio, sin duda. No lo entendió así Acevedo. No estuvo acertado. Pudo haber sido la diferencia por altura, nomás, a escasez de fútbol, se entiende. Balsas debió ingresar mucho antes.

DE LOS GOLES

El toquecito de Lembo ilusionó. No alcanzó. La “pechereada” del Vasquito sí. El empate y a esperar. Todos recordando aquel gol de Pacheco, asociándolo a la fiesta que se venía.

EN LA TORMENTA …

Es cuando se ve al buen piloto. Y eso pasó. Por lo que se vio, Aguirre aterrizó mejor que Acevedo, en un vuelo accidentado que no recuerda los mejores momentos ni de uno, ni de otro.

No son comparables, con respeto, estos “peñaroles y éstos nacionales” a aquellos de otras épocas en donde la clase brillaba y el talento era demostrativo del porqué eran “grandes”.

OJALA QUE VUELVA …

Como el hombre que espera a la querida que se le fue, la espera. Y el fútbol clásico, el de los grandes colores, capaz de llenar tres estadios, no estuvo. Salió, sin decir porqué.

PERO COMO FUERE …

¿Jugar bien, ganar notable y dar espectáculo?. Bueno, eso no pasa ni en la Champions League, ni el el más atildado fútbol europeo. Por lo tanto …

ESE GRITO AHOGADO …

De más de siete años en las gargantas de los jugadores, de los técnicos, de los dirigentes, de aquel hombre de la fe inquebrantable para el que no existían las “malas suertes”, sino los “malos planteos”, como el Contador José Pedro Damiani, debe llegar ésta conquista, en cuanto Juan Pedro, justamente, está al frente del escudo que defendió con tanto orgullo y pasión, aquel hombre del deporte pleno, derecho y sin vueltas, que, en una suerte de licencia periodística, que me permito, “estuvo” junto a los suyos, en el corazón de esa familia futbolera.

Es que, en el orden personal, yo veo de otra manera la cosa. El análisis del juego por un lado, el uso del idioma por otro y el criterio general que me lleva a completar la realidad de lo que, para mí, sucedió, visto y en el recuerdo.

Al igual que hubiese sucedido con una victoria de Nacional, claro está.

Y LE RESTO TRASCENDENCIA …

Claro que no voy a obviar los desórdenes y disparates que se vieron en todos lados y que da cuenta la prensa, pero los evito definitivamente. No los ignoro. Simplemente los supero no regalándola una sola línea de mi trabajo, porque no valen la pena.

EL ÉXITO NO DEBE HACER OLVIDAR

Que es dable jugar muchísimo mejor, aún cuando hablemos de ausencias importantes, de los tensos momentos y todo eso del juego, pero todos están en la misma y la clase, la categoría y el ejemplo de años de gloria, que el tiempo atesora de los dos, no se vio en la última tarde que se vieron los grandes de éste deporte.

Y no debería ser así. La gente (no “eso” que se junta y va) merece un espectáculo diferente y superior.

FELICIDAD PEÑAROL, ALERTA NACIONAL …

Para vivir felizmente basta con muy poco. Acaso esa corrida del Vasquito, el gol. Las pelotas en las caños de su rival y la sonrisa franca, con el corazón a todo ritmo del amarillo y negro.

Para el otro, la derrota “en la guerra”, no es el mayor de los males, salvo cuando la inflige un enemigo indigno.

Y Peñarol no lo fue.

domingo, 16 de mayo de 2010

"IMPORTAR ESTUPIDOS ..."

ESCRIBE JORGE CROSA


Durante nuestra trayectoria periodística, me unió una gran amistad con el Contador Damiani, Dante Iocco, Miguel Restuccia, el Ingeniero Del Campo, Rocca Couture, en fin, figuras notables del deporte, del fútbol y de la vida.

Muchas veces nos reuníamos para conversar sobre todos los temas de actualidad. No hace mucho años, claro está.

Esta crónica, estos decires no pertenecen al siglo pasado en sus comienzos, ni a un periodista septuagenario, sino a uno, que como yo, continúa en la práctica de los deportes (mis dos pasiones: el boxeo y el fútbol)

Este introito viene a cuento de los hechos que están aconteciendo y que destruyen la realidad deportiva montevideana, por lo menos, ya que, del interior, pocas noticias tenemos de violencia, aún cuando algunas llegan.

“Estimado amigo”, refirióse en una oportunidad el Cr. Damiani, “estoy convencido que, aquí , en el Uruguay, hay que importar estúpidos, porque de vivos estamos completos …”

Me pareció un chiste. Fue hace 28 años, meses más, días menos.

No lo era.

La “famosa IMPORTACION DE ESTUPIDOS”, era para compensar a los que “la tienen clara”, son vivos, andan con la “merca”, venden de “canuto”, pasan un rato “adentro”, más adentro que afuera, son los de la “manga eterna”, ¿tenés un cien, pelado?, “ cualquier cosa, mirá que tengo pesados pa’lo que sea, ¿tamo?, ¿ a qué hora llega el gil ése?, andá tranqui que se la damos, “tengo a cuatro o cinco calzados “de bute”, igual, no tienen nada, así que si los “cazan”, por lo menos comen y duermen. Cuando salen vienen a buscar a “Papá” y “santo remedio” , ¿cazás?

Estas vulgares expresiones callejeras, no de aquellos barrios en donde el “mano a mano” no tenía revancha “fulera” (tajo, corte, patoteada, palo, caño, cuatro o cinco esperándote para “dártela” sin chance a nada), antes, muchachos, cuando se ganaba el “mano a mano” se ganaba y hasta quedaban amigos o enemigos para toda la vida, pero no “mandaban” a reventar al vencedor por derecha.

Que también está mal el andar a las trompadas. Es cierto. Pero cuando pasa, pasa y es a mano limpia, a lo guapo, así nos gustaba caminar, por ejemplo, con el Pepe Sasía, por aquí, por allá, por lo que sabía de fútbol, por los cuentos, por las anécdotas, para aprender, para respetar y ser respetado.

Y allí fuimos mirando el deterioro de la guapeza, cuando la transformó la droga.

El guapo “tiene droga natural” que es la valentía y el coraje. Y no se compra. Viene con uno, mi amigo.

Por eso, cuando veo que las autoridades no pueden resolver, en tiempos de absolutas libertades, los temas de ir a ver en paz un partido de fútbol, considero que nos ha ganado una suerte de incapacidad dirigente, de acciones eficaces y aunque a más de uno le duela, hay que aplicar el reglamento de la vida: Duro con los vivos, para que los mansos, la gente, digamos, se divierta, se entretenga, que ésa es la finalidad del deporte, del fútbol, del basquetbol, de lo que sea.

“Hay que importar estúpidos”, querido, me repetía Damiani, a lo que Iocco, muchas veces con una excepcional capacidad y el Ingeniero Del Campo le agregaban a modo de colofón: “ Y con prohibición de avivarse, ¿tamo?”.

De aquella época, no tan lejana, ha pasado un cuarto de siglo, ha empeorado todo. La conducta, el buen decir, incluso en los medios de difusión, la calidad periodística, la jerarquía en los hombres de verdad y aumentó, se agigantó, el proceso de desintegración de la familia uruguaya como tal.

Son todos “vivos”. “Bichos feos”. Traidores, lo peor que se puede ser en la vida. Traidor y sin embargo, los dejan “caminar”. El traidor es la “papa” que pudrió el cajón, pero se cree “vivo”.

Los jóvenes, algunos, felizmente, entienden como viene “la mano” y no entran en ese juego.

Unos cuantos, lamentablemente sí e incluso veteranos, “haciéndose” los patoteros.

Entonces se toman insólitas medidas para un partido clásico de fútbol o para uno de basquetbol, porque van todos “vivos”. Prontos para agredir, de atrás, cinco contra uno, un botellazo a la cabeza no vendría mal a aquél que es metedor en serio, el “ aguante” en la esquina para que el “gil”aparezca y darle la “biaba” de “pesados”, esto es, a traición, con ventaja numérica y elementos punzantes, cortantes o bien, de los que escupen plomo.

Pues, mal. Todo esto lo conversábamos en charlas con éstos hombres, verdaderamente capaces que tuvo el fútbol y el deporte uruguayo, incluyendo al Dr. Julio César Maglione, cuyo ejemplo de disciplina en las distintas áreas que le compete, cumple con la tarea de contralor y aplica las medidas que corresponden, sin ningún problema. Como tiene que ser. Así lo manda el mundo olímpico y así se cumple.

Pero aquí, no. En el tema profesional, en donde domina la brutalidad en lugar de la pasión, las cosas no son iguales.

Habrá advertido el lector, que el uso del modismo de los “vivos”, de éstos “enfermos”, no nos es extraño. Simplemente nos hemos alejado, brevemente, del lenguaje literario que nos acompaña desde siempre en nuestros editoriales, para que la realidad, aparezca casi con la misma ordinariez y fiereza de estos anormales que le hacen un daño irreparable al fútbol.

Mientras se entienda como represión (odiosa expresión de los tiempos de la dictadura) el hecho de proceder, cuasi militarmente contra éstos “vivos de cuarta” (observarán que no desconocemos la sucia expresión de los agitadores) éste tema no tendrá solución.

Acaso de lo que se tenga temor es del exceso de represión. Quizás, en el entendido de un retroceso a aquella tragedia que vivimos los uruguayos, con desapariciones y asesinatos por sólo pensar distinto, por sentirse uruguayos y no querer ser dominados por la fuerza, por la ley del garrote y la prisión.

Pero, si no se toman ( y es la vez número ……) que lo decimos, las medidas ejemplarizantes que den por tierra, que eliminen, definitivamente a la barbarie, al descontrol y al salvajismo, pasará lo que vimos, amargamente. Un espectáculo deportivo con más miedo de la gente por concurrir, que una guerrilla de las tantas que nos llegan noticias de todo el mundo, con muertos y heridos.

Nuestros ilustres hombres del fútbol citados por el autor de éste editorial, fueron contestes en los procedimientos severos y concluyeron en una normativa que no se está aplicando porque se desconoce de qué se trata o porque no se acercaron, en su momento, a dialogar con ellos.

Nosotros tuvimos esa oportunidad y les aseguro que deberá dar el resultado que se busca.

La eliminación, mediante la amenaza real, de una fuerza superior al estado en que los deja la droga y la locura generada por el fútbol, muy mal interpretada por anormales que están para otra cosa y no para observar un juego de éstas características.

La irrisible frase “hay que importar estúpidos”, es la antinómica propuesta de gente inteligente que sabe cómo detener estos tristes episodios del fútbol uruguayo.

Aún, algunos de ellos están con amplísima lucidez con nosotros.

Buena cosa sería consultarlos, en lugar de formar tantas comisiones que nada han logrado y sólo se consigue aumentar el temor a ir a un estadio.

Este peligro de vida que supone ir a ver un partido de fútbol es inadmisible e inusitado, por lo menos, en nuestra ciudad, que no es, justamente, de la expansión argentina, por ejemplo, con su Buenos Aires y millones, Río de Janeiro o bien San Pablo y demás.

Al fútbol no se puede ir con riesgo de vida.

Y si la muerte acecha, es porque no sabemos hacer las cosas como se deben.

jueves, 13 de mayo de 2010

EL FANTASTICO MISTERIO

Escribe JORGE CROSA



El fantástico misterio. La duda. La vieja historia de lo imprevisible.

Eso es un clásico. Incógnitas como netos dominadores del espectáculo. Uno va a ver una cosa y ve otra. Allí está el secreto de ésta increíble historia de juego, de dos equipos del Sur de América, que se adueñan de los oídos de todo el país, cada vez que se enfrentan, sin importar, lugar, ni posición, ni chances de uno y otro, haciendo trizas cualquier pronóstico previo o pensamiento periodístico anterior a la puesta en rodaje de esta imprevista “película”, digna de ser dirigida o creada por Sir Alfred Hitchcock o bien la extraordinaria Agatha Christie.

Maestros del suspenso, de la duda, de la intriga, de lo imprevisto.

Así se presentan los rivales de un fútbol no tiene nada que ver con lo que parece.

Eso es un clásico. Así lo defino. Como siempre fue, es será: un fantástico misterio.

El favorito gana. A veces. El enemigo gana, a veces. Acaso se dé al revés. Quizás no se resuelva y los sorprenda el resultado estando igualados. Ni mejores, ni peores. No se puede predecir si será lindo o feo. Rápido o cansino. Apurado o ligero. De los goles no se puede hablar porque ni los que los hacen saben si les toca ese día, justamente.

Los vestuarios transpiran preguntas sin respuestas.

Todos quieren saber cosas que no tienen explicación.

Eso es un clásico. Así lo desarrollo. Impenetrable. Insólito. Fuera de lo común, por lo tanto: exclusivo.

El fútbol de por sí es un juego exclusivo, de variables insospechadas.

Aquel que pretende tener razón y el más profundo analista, sucumben ante el marcador final de un clásico.

La historia manda. La historia misma nos muestra y nos dice, con absoluta claridad, las increíbles versiones de esta misma obra, siempre con “música” distintas.

Lleva el mismo nombre: clásico. Pero jamás la misma sinfonía, ni la letra, ni la composición, ni siquiera una aproximación a lo que podría suceder.

El fantástico misterio. Un clásico.

Quise mostrarlo así, para quitarle ese repetidor mensaje de violencia, de crónica roja, de heridos, de atropellos, de salvajadas conocidas, para decirle al lector, al joven lector, acaso, que disfrute de un clásico. Y al veterano, que ya conoce el paño, que nada ya, lo va a sorprender.

El clásico tiene el mismo poder de atracción que las famosas películas de años ha, de los extraordinarios escritores y directores, como Agatha Christie y Alfred Hitchcock, de allí nuestra introducción.

No lo voy a comentar, tampoco adelantaré ningún tipo de pronóstico para los que vienen, porque nada tiene validez en éste tipo de juegos, en donde esas camisetas, las dos plenas de glorias, se animan a colmar el Estadio Centenario, con un poder de convocatoria tan excepcional, como una votación electoral. Acaso sea ése el simil.

Y nunca nadie sabrá el final, aunque crean que lo saben, los que dicen que saben …

Este, mi particular enfoque de una cita con lo incognoscible, es lo que supone es el clásico.

El fantástico misterio.

domingo, 9 de mayo de 2010


ES UNA IDEA

Escribe JORGE CROSA

Hace unos meses, la FIFA invitó a la creatividad periodística.

Lo hizo mediante una foto de los ómnibus de los países participantes y que leyenda sería la más ingeniosa para colocarla al costado del rodado, que trasladará en Sudáfrica a cada una de las delegaciones.

A nosotros se nos ocurrió ésta y la enviamos en los primeros días de febrero.

A modo de “divertimento”, nada más.

De repente …¿Quién le diga, no?

jueves, 6 de mayo de 2010

ARCHIVESE ...

Escribe JORGE CROSA


Cuando el rival es superior, cuando se hace todo lo posible y no hay caso. Cuando se intentan todas las variantes con todos los jugadores que se tiene a disposición y se juega como el técnico quiere, cuando los directivos apoyan, cuando la gente apoya, cuando …

Pasa “todo eso” y te ganan dos veces por 3 a 1 y 3 a 0 . Son mejores y a otra cosa. Calladitos y al vestuario. Nada que discutir, ni de sistemas, ni de agrandar la cancha, ni de aquella pelota en el palo, ni la defensa que no saltó, nada.

Simplemente superiores.

Eso es éste Cruzeiro, por lo visto frente a Nacional.

Ahora no es cuestión de encontrar culpables e ir “a un rincón y echarse a llorar” …

El “Azulao” fue un muy buen equipo y el tricolor trató de hacer lo suyo.

Como en el fútbol, al igual que en la vida, no hay verdades absolutas, porque nada lo es, ganó el que hizo mejor las cosas y ya venía el brasileño pegando firme en la recta del Mineirao.

Entonces a no sorprenderse y según el lugar común establece “poner el grito en el cielo” o el más común “rasgarse las vestiduras” porque se cayó.

Esto es fútbol, deporte y tiene los tres resultados. Si sos mejor, ganás, bueno, la mayoría de las oportunidades. Hay partidos en que esa lógica, no se da. Pero son los menos.

La demostración de equilibrio y de dominio de juego en todos los sectores fue de la visita.

Se discutirá, ahora, que Nacional estuvo mal armado (ahora lo dicen, acaso, antes, no, como es habitual), que no atacó, que no tiró al arco. Y sí . Eso es lo que pasó.

Y Cruzeiro hizo todo lo contrario. Dominó, controló el juego, tiró al arco, fue peligroso, dominador absoluto y obtuvo un triunfo descollante.

El global de 6 a 1 anula todo comentario.

Como en el tenis, “game del brasileño”, con notables aptitudes.

No “caminó” Nacional. Le sacaron la pelota, el ritmo, los cambios de frente fueron fatales, los tiros libres, los de cualquier lado, siempre peligrosos.

Un rival, netamente superior.

Como deportista y periodista, sólo queda felicitar y aplaudir.

Aunque no nos guste perder ni “a la bolita …” (antes se jugaba) hoy sustituída por el playstation, ésta fue la realidad. Y se acepta como corresponde.

A otra cosa, pero teniendo memoria de lo que sucedió. Es fundamental repasar el “porqué y el cómo”, siempre.

El técnico y los jugadores observarán, seguramente, en el video, los motivos de la caída. Es lo más prudente en lugar de lamentarse y decir que somos menos los uruguayos.

Ya fue. Sí, es cierto. Ahora a pensar en la final del torneo local ante Peñarol.

Sin embargo, me permito una sugerencia …

Archívese no quiere decir “olvídese” …

lunes, 3 de mayo de 2010

" Y EL LEON SE DESPERTO ..."

Escribe JORGE CROSA


La indiscutible versión que todo es posible en el deporte, en éste caso, en el fútbol la dio Peñarol.

Desde el fondo de una tabla injusta ( o justa por lo mal que se venía jugando y haciendo las cosas) surgió el alerta con toda una historia real atrás. No se podía seguir así.

Levantar el campamento, cambiar la manera de pensar, de defender, de atacar, de conducir al grupo era fundamental.

No daremos nombres porque son los jugadores los que se la juegan, metro a metro en el campo, como pueden o como los dejan, pero, es indudable que la inyección de fe y de confianza, además del conocimiento del técnico Diego Aguirre, dio vuelta lo que parecía una vertical caída, sin final.

“Esperen que el león se despierte”, le escuché decir a Juan Pedro Damiani, cuando el temporal arreciaba y la gente no soportaba más.

Incluso, aunque aún existan – porque es cierto – problemas serios económicos y de relacionamiento entre dirigentes, es lógico que esto pase, porque en el fútbol todos queremos tener razón y cuando las cosas vienen torcidas, las culpas son del técnico, luego de los dirigentes y ni que hablar de los que entran al campo.

La gente reclama el éxito que la historia de un grande como Peñarol merece.

Ahí la tiene. La felicidad de los aurinegros es de toda la gente que le gusta el fútbol porque ve se puede recuperar un grupo, darle solidez, potencia, goles y victorias.

Acaso, esos dos puntos perdidos, ante el otro grande, como Nacional, establezca la estricta justicia de lo hecho por Peñarol.

No es sencillo salir del ostracismo, de un fondo impensado, a éste presente que habla de finales y estadios llenos.

Todos lo lograron. Ahora será otra historia. Los “mano a mano”, según una reglamentación ad hoc, de la Asociación, están a la espera de momentos de gran ilusión y expectativa entre los grandes del fútbol uruguayo.

El Contador Damiani nos contaba, varias veces: “ ¿ Y dígame, no pierde el Real, el Inter, la Juventus, el Bayern, porqué no puede perder Peñarol?

Tantas charlas con el viejo Presidente aurinegro terminaron por convencernos. Es cierto. Si los mejores del mundo pierden y gastan, hoy, millones de euros, ¿porqué no puede caer Peñarol?

La historia avala ese concepto. Sencillo y muy claro. La imbatibilidad es cuento.

De allí que siempre haya que confiar en los grupos que, tanto Peñarol, como Nacional, han hecho historia. No es de la noche a la mañana que se crean los campeones.

Son muchos años de victorias, en el paisito, que le dan un aval de grandes de verdad, tanto a Peñarol, como a Nacional.

Respetando a todos, por supuesto.

Pero grandes, aquí, en el pago chico, hay dos. Peñarol y Nacional.

El cariño y el afecto por las otras instituciones existe y se respeta como corresponde.

Sin ir muy lejos allí está Rampla, con una notable historia de viajes y victorias tiempo atrás. Como su colega de la Villa, Cerro, que tan bien, recoge en sus páginas Miguel Aguirre Bayley, en su libro El Clásico de la Villa. Porque seguirá habiendo “clásico de la villa”, por ventaja mínima, es cierto, pero la gente de bien arriba de Montevideo, continuará con su festejo tan peculiar y particular, como que salieron brillantes figuras de sus filas.

Y … es el fútbol. El que nos apasiona. El que ahora espera, con ansiedad, las finales de un torneo insólito, increíble y con un Peñarol agigantado en su gestión.

Y un Nacional que espera, como boxeador técnico, el golpe justo para derribar al campeón.

Además, la única casaca que nos convoca a todos los uruguayos, espera su viaje a Sudáfrica para ver elevar la bandera uruguaya en el mástil de los mejores del mundo.

La celeste. La mítica. La increíble, la hazañosa casaca de Obdulio.

Bueno, esta sensación nos dejó el fútbol del fin de semana.

La gente, las sonrisas, los abrazos, las lágrimas de no creer lo que había pasado con Peñarol, la suerte que todo haya transcurrido con alegría y sin tener que lamentar incidentes.

El fútbol vivió una jornada fantástica.

Y …tenía razón Juan Pedro Damiani, “esperen que el león se despierte …”

sábado, 1 de mayo de 2010

1o. DE MAYO ...

Escribe JORGE CROSA


¿Qué hago un 1º. De Mayo?. Como periodista recordar a los mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas de los Estados Unidos, que fueron ejecutados en lucha por sus reinvidicaciones labores. La jornada feroz de ocho horas, sin tiempos, ni espacios. Pero tal parece que por los años 1886, las cosas no eran tan claras. Se pedían ocho horas para trabajar, ocho para la casa y ocho para el sueño. Más lógico y legal, imposible. Sin embargo ese mundo, no lo entendió así y éstos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados sin piedad por pedir lo que creían justo y lo que correspondía.

Hoy el mundo “dice” que celebra este día. Uno diría que recuerda con pena y ahogo que hayan tenido que matar a estos hombres para que el mundo se diese cuenta, tiempo después, que tenían razón.

El silencio de hoy, al que me someto escribiendo esto, tiene que ver con la injusticia y el atropello. También con el abuso y la fuerza del poder. También con los deformación que la gente tiene de esta fecha.

No es una celebración. Es una protesta mundial, cuya finalidad, aún, no se haya entendido y mire que han pasado siglos …

No es para, por ejemplo, esta región, comer un asadito, tomar vino y no pensar. No es así. Muy por el contrario. Es para pensar y enseñarles a nuestros chicos realmente de qué se trató ése particular 1º. De mayo.

Pero el hombre tiene un espíritu de contradicción increíble. El Principio de contradicción constituye uno de los principios básicos que rigen al ser y al pensamiento.

Suele enunciarse: “ el ente no puede ser y no ser a la vez o bajo un mismo aspecto”. Y también (lo extraigo de los textos), en forma universal: “ Todo ser u objeto no puede tener no tener a la vez un mismo modo de ser o una misma determinación”. Afirmación y negación que se oponen una a otra y recíprocamente se destruyen.

Es el ser humano. Somos nosotros. Los que buscamos destruirnos, dándonos cuenta, de repente de los peligros que creamos, de las amenazas de gente que quiere y ya lo ha hecho, destruír por convencimiento religioso. Absurdo en su totalidad, por no hacer partícipe de ese sentir, para saber si está el mundo de acuerdo o no con esa creencia. Ya sabe de quienes hablamos. La lucha entre los propios hermanos de sangre. Las guerras que fueron, las que son, las que se llevan bajo la más increíbles de las mentiras, mandando a jóvenes a la muerte, en nombre de alguien superior. Una acción asesina y brutal. No es así.

Pero hay más, el hambre que no se soluciona, la muerte que le gana la vida en los países sin recurso, por más ayuda que se le otorgue. Que es una limosna pasajera y luego adiós. Hoy Haití. Ayer Chile. Mañana a quien le toque.

Y la tierra que se mueve y ahí sí, el hombre, no tiene nada que ver.

Pero sí tiene que ver el hombre con la desnutrición, con la ausencia de trabajo, con la enfermedad no curable, con el desinterés por los pueblos que sufren y no tienen chance. ¿ Qué puede sonar demagógico lo escrito? Y sí, que suene, nomás, pero es la verdad. Nadie puede discutirla. Los que tienen más sonríen y los miles de millones que mueren de hambre, no escriben su historia, porque la historia la escriben los ganadores, se sabe.

1º. De Mayo, no celebre. No es para eso. Es para pensar cómo podemos hacer para ayudarnos más entre los que podemos hacerlo. Cómo extender la mano sin odios, ni envidias, ni rencores.

Para decirle al poderoso que no lo es más por lo que representa, sino que la lucha del que está abajo continuará siempre que haya vida.

Ayudar es la base. Juntarse los pueblos de un mundo cada día más trastornado por los elementos químicos que destruyen el organismo del hombre. La droga, como principal enemigo y sus consecuencias terribles en las futuras generaciones provocando malformaciones irreparables.

Ese no es el mundo que queremos. Que por lo menos, quiero yo. No es así.

Tampoco es con discursos que se arregla el no comer, la enfermedad, la desidia, el mirar hacia “otro lado”, el “ no, de eso no se nada ….”

Y hay muchas cosas más. Los regímenes que cada uno cree tener su razón. Cada pueblo lo mandan vivir como sea. Mal, bien, regular o como venga. No importa. ¿ Como andás? Bien … ¿ y vos?. Es la frase más conocida en el mundo.

Y es falsa. Ni andás bien, ni cerca, salvo excepciones en millones y millones de seres.

Entonces, cuando tus hijos o acaso tus nietos te preguntan: ¿ Qué se festeja el 1º. De mayo?

La respuesta debe ser terminante: “Nada. No es un festejo. No es una conmemoración. Es una recordación de la lucha del hombre por el hombre mismo y que por pensar distinto y reclamar sus derechos, los mataron”.

Entonces, “m’hijo”, no hay nada que festejar. Sí que recordar que a eso no se puede regresar. Y que tal cual va el mundo, en su afán autodestructivo, la frase “sálvese quien pueda” cobrará cada minuto mayor vigencia.

Un bien enorme por los organismos creados para ayudar al prójimo. Un gracias eterno por los poquitos que se salvan. Pero se salvan, al fin.

La amenaza de un conflicto nuclear, la desidia, el “qué me importa”, las reuniones fastuosas sin ningún resultados de los líderes del mundo, son tan inútiles como ellos mismos.

Por tanto, un 1º. De mayo, recuerda que hay que seguir luchando por un mundo más parejo, de mayor distribución, no sólo de la riqueza, sino de la comida, para evitar ver esos físicos raquíticos de los morenitos africanos, con sus ojos enormes, desorbitados y perdidos, sin saber hablar, como preguntándole al mundo …¿ Qué es esto?

1º. De mayo, hace siglos la pelea por la dignidad del hombre.

Se fue a a la luna, llegó la época de las comunicaciones, celulares, plasmas, lápices que traducen idiomas, revolución industrial por todos los frentes, armas cada día más sofisticadas, por aquello que te matan por un par de pesos, ¿ no lo viste en la televisión?, todo parece un avance, menos la seguridad del ser humano. La vida misma acechada por anormales afectados del mal de moda: la química alterada (droga, al fin) para “ver” (¿) un mundo distinto.

Eso sí, matando al otro, destruyéndole la vida a una anciana por 30 pesos, usando a la cobardía, como si fuese una enfermedad …

1º. De Mayo.

Un “luto mundial” maquillado para que se acuerden de aquello …