sábado, 30 de mayo de 2009

DE CONFERENCIAS INUTILES ...

Escribe JORGE CROSA

¿ Por qué tanto misterio rodea, hoy, al fútbol?
Digamos, el acceso a las concentraciones, las habituales conversaciones con los periodistas, hoy transformadas en estereotipadas conferencias de prensa que no dicen nada y si se pregunta algo que valga la pena, no se le contesta y punto.
Entonces, de nada valen las citaciones a los medios de comunicación.
Por supuesto que estoy totalmente en contra de tal disposición, si convocan, hablen, de lo contrario, eviten ese “problema” así como nos ven a los periodistas.
Eso por un lado. Invento que vino con los mundiales, que vino, le digo desde donde. Desde cuando la plata empezó a mandar en el fútbol mundial.
Allí empezó el silencio.
Y siguió. Y algunos les viene bárbaro porque no tienen nada para decir.
Pero la gente quiere saber y llegan los inventos y los comunicadores, muchas veces, nos equivocamos en el afán de transmitirle a la gente hechos, sensaciones, cosas que pasan.
Pero, está visto, que erramos y que algunos, felizmente, no todos, sonríen con la pifia ajena.
Sería mejor que le pegaran mejor a la pelota y ésta entrara, diríamos de este lado del vallado, ¿no?
Pero, en fin, es muy cierto que la plata cambió el fútbol y a muchos deportes.
Antes, los equipos se sabían de memoria y nadie molestaba a nadie. No conocí que ningún periodista, no comunicador o reportero , tuviese problemas en años, con tal o cual jugador de fútbol o de cualquier otra disciplina. Ahora es materia común.
Pero, los millones de euros, de dólares y demás, cambiaron el escenario.
Esto es, el teatro de operaciones se modificó por plata.
“”No doy el equipo, ni permito que vean mi preparación porque no quiero que mis rivales sepan lo que estoy trabajando”. Nada más lógico en el mundo económico que vivimos.
No dar ventajas, simplemente.
Sin embargo, en el mundial, por ejemplo de Corea y Japón, no el el último de Alemania 2006, asistimos a todos los entrenamientos que pudimos de todas las selecciones.
Con las acreditaciones correspondientes, sin ningún tipo de problemas.
Y era un mundial.
Y les comento que, cuando terminaron de entrenarse los brasileños, se sentaron en el campo y nosotros también y charlamos lo que quisimos con quien se nos ocurrió y se sacaron notas, fotos, cámaras y programas con los norteños, sin inconveniente alguno. Y nadie miró el reloj …
También sucedió con los italianos y alemanes, en otros mundiales.
Y que yo sepa, también corren millones de euros y dólares …
Así que … ni poco, ni demasiado. Ni tan cerrada la puerta, ni tan abierta.
Todo es cuestión de medida y de respeto a las profesiones.
Cada cual en lo suyo. Repito lo del respeto.
En cuanto a las ridículas conferencias de prensa – salvo a pedido expreso de los avisadores (esto es por plata) – no les encuentro ninguna justificación.
Son “de mentira”.
Les cuesta ir a los protagonistas, técnico y algún jugador como así también a los periodistas. Por lo tanto, si se evitan, no creo que nadie se preocupe por el tema.
“No sabe, no contesta”, domina el show y si aparece alguna pregunta “inteligente”, el “muchas gracias, muy amables …” está a la orden.
Entonces, ya que se nos vienen partidos por las eliminatorias y demás, por más que pregunte Vargas Llosa, García Márquez o algún fenómeno de la literatura mundial, no pierdan más el tiempo.
Nunca se dice nada, cuando la pregunta es comprometida, la respuesta no existe, por lo tanto, si pueden zafar, muchachos, háganlo. Ahora, si los compromisos comerciales obligan, que se le va a hacer.
Sigan perdiendo el tiempo periodísticamente hablando, claro está.
No por los avisadores que por algo soportan el castigo económico de estos singulares momentos.
Retorno tienen, no hay duda de ello. Y del bueno. Por algo invierten.

martes, 26 de mayo de 2009

A LA CANCHA, URUGUAYOS

Escribe JORGE CROSA

De fe y de fútbol.
El escritor español, Miguel de Unamuno, escribió que “El que tiene fe en sí mismo, no necesita que los demás crean en él”.
Y esta frase cae como un gol en la hora para una victoria cuasi imposible.
Veamos: cuatro brasileños finalistas, todos campeones, San Pablo, Cruzeiro, Palmeiras y Gremio. El platense Estudiantes (pegó triplete por los años 68, 69 y 70), un debutante absoluto, el venezolano Caracas F.C. y los nuestros, Defensor Sporting y Nacional, viejo conocedor de las calles empedradas …
Absurdo sería plantearles, periodísticamente, qué tipo de juego tiene Da Silva en su libreto y Pelusso en el suyo. Realmente, no es nuestra materia. Lo nuestro es saber que llegaron por derecha, por mejores, derrotando a ilustres de la Copa, como Boca Jrs., que cayó fulminado ante un rayo violeta que lo partió al medio en la misma Bombonera y Nacional, acostumbrado sí, pero muy lejos de aquellos fantásticos años 80 y monedas, cuando Seré fue Supermán y Tony Gómez el “matador” del PSV Eindhoven, en un juego maravilloso del equipo oriental.
Nacional, sin la influenza por medio, igualmente ha demostrado, por sus antecedentes, ser más, aunque en fúbol nada es igual, ni siquiera similar, a su derrotado en el escritorio de la Conmebol, como el San Luis mexicano.
Igualmente, si nos hubiese tocado a nosotros, la decisión hubiese sido la misma, por tanto, no hay de que quejarse cuando de la salud se trata. Punto final al tema.

JUEVES SANTO …

No se trata de una celebración litúrgica, por supuesto. Sino de la coincidencia que aquí los violetas jugarán contra Estudiantes y Nacional en el Parque Antárctica frente a Palmeiras.
¿Por qué no puede ser un Jueves Santo? Esos días de paz, de celebración, de profunda convicción en la fe y en el trabajo de uno mismo. Por algo llegaron a esta etapa los equipos uruguayos. Sin regalos de nadie. Acaso la fortuita circunstancia ya anotada extra fútbol, en el caso tricolor.
Pero, vamos a esperar los encuentros con espíritu altivo, más allá de los nombres, de los esquemas, de los planes de unos y otros. Además, todo eso, la mayoría de las veces no tiene valor cuando la pelota entra, inesperadamente, en un momento inapropiado y te hace cambiar todo el sistema en segundos. Así es el fútbol.
Pero en lo que insisto es en la fe de los uruguayos. Violetas y tricolores. Fe que me transmitieron durante su actuación hasta ahora.
Ya sé. Enfrente son todos campeones, menos el venezolano y la viola. Pero, ¿Cuál es la razón en no creer que puede suceder algo notable para los equipos uruguayos?
¿Qué ley me impide pensar con optimismo, con alegría, con esperanza en logros para algunos inesperados de los tricos y de la violeta?
Ninguna, que conozca. Por lo tanto, al pesimismo de tantos años de silencios – cosa que reconozco porque es la auténtica realidad – antepongo esta cuota de fe, no de fanatismo, para con los equipos uruguayos.
¿ Y ésta deducción es antojadiza? Por cierto que no. No hay una formidable diferencia entre éstos finalistas de la Libertadores. Cada pingo con lo suyo.
No somos menos los uruguayos. De ninguna manera.
Y ésta afirmación no es mera referencia al optimismo. Es lo que se ha visto en la cancha.
Porque si hasta aquí llegamos, se puede seguir, por supuesto que sí.
En el fútbol no hay marcador puesto. No hay pronóstico válido, ni acierto anterior al juego. Todo es especulativo. Por tanto, permítame creer en Nacional y Defensor Sporting.
Ellos ya creen en ellos. Lo demostraron. Pero el examen sigue, claro está.
Pues bien, el fútbol, es la vida, es el estudio, son los profundos pensares de ilustres escritores, filósofos y hasta físicos, como el francés Blaise Pascal, también matemático, cuando expresó:
“La fe afirma lo que no afirman los sentidos, pero no lo contrario de lo que éstos perciben. Está por encima de ellos, pero no en contra”.
A la cancha, uruguayos. Con fe, con fútbol y con suerte.

sábado, 23 de mayo de 2009

¡DE PIE, SEÑORES!

Escribe JORGE CROSA

¡De pie, señores!
Más allá que Diego Forlán sea o no el goleador de una temporada en España – es un hecho estadístico, no va más allá – Forlán es algo más que un jugador que tiene la intuición del gol en el alma.
Tiene la gentileza de la buena gente, del muchacho que no se olvida de donde surgió, consejos y conversaciones con su padre, Pablo, un gran tipo, de agallas, de aguante, de firmeza y conducta intachable, cuando la mano venía pesada.
Este Diego es, ciertamente, un crack. ¡Mire qué descubrimiento!, dirá usted, pero es un crack en toda la dimensión de la palabra.
Y hay que aprovechar éste momento, porque es el momento.
El no olvida que tiene que ayudar a su gente, a su hermana , a su familia, a su padre, a nadie quien él quiera. Es un ejemplo.
Muchacho de mirada honesta … es honesto. No le busque vuelta.
Lo hemos visto compartir anécdotas, cuentos, charlas, en los viajes de la selección nacional, no “creyéndose” nada.
Eso es un crack. En la vida, en la cancha, en donde se le ocurra.
Diego Forlán, a quien le han realizado cientos de notas, jamás ha tenido una negativa a ninguna de ellas.
Eso habla de un tipo en serio, de un profesional que merece todo lo que tiene y lo que tendrá.
De repente, los mezquinos de siempre, preguntan porqué no hace tantos goles con Uruguay y esas groserías propias de pobres tipos, que no saben nada ni de fútbol, ni de vivir en sociedad.
Diego Forlán, por encima de ser el formidable goleador en el Atlético de Madrid, es un ejemplo de contracción al trabajo, al convencimiento que sin laburo no hay nada y la globa no entra.
La familia Forlán, a quien saludo efusivamentre, con el cariño de un uruguayo agradecido por tener un representante de esta categoría, no cualquiera es elogiado por el mundo del fútbol y justamente desde España y no jugando ni en el Real, ni en el Barcelona, merece un enorme gracias del deporte uruguayo, más allá del fútbol, sino de todo el deporte nacional, por tener este verdadero “embajador de alegrías” para su equipo y para nuestro país.
Mis respetos al hombre, al caballero, al jugador, al goleador, al amigo y visceralmente, al solidario incondicional de las penas que no le son ajenas y de las ajenas, también.
Su comprensión lo hace más grande aún.
Sí, ¡de pie, señores! Diego Forlán, es el gol que la vida le regaló a los uruguayos.

jueves, 21 de mayo de 2009

¡GANO UN GRANDE EN LA BOCA ...!

Escribe JORGE CROSA

Cuando recibí la llamada de Pablo Francéscoli, para participar en SIN LIMITE, el programa de VTV, que va a las 18 horas, con la conducción de Javier Máximo Goñi, le dije con total claridad que iba a opinar a rajatabla a favor de la violeta.
Por todos los motivos, porque jugó mejor que Boca aquí y debió ganar, porque no esos dos goles boquenses fueron el gran motivo de nuestra angustia como uruguayos y porque, si bien, era no bravísimo, sino cuasi imposible, vencer en territorio de la vieja casa amarilla, el templo de los boquenses, la Bombonera, sentíamos que podía pasar y pasó.
Y salieron los botijas del Parque Rodó. Martín Silva que atajó los silbidos de 50.000 frustrados argentinos, los jóvenes, amalgamados junto a los veteranos, como a Pablo Gaglione, hablamos de Risso, de Leandro Cabrera, Alvaro Pintos, Rodrigo Mora, Mauro Vila, Navarro, el enorme De Souza, todos ellos, hagamos esto los nombro a todos y ya está, Marchant, Amado, Ferreira, Curbelo, Vila, bajo el mando del fenómeno creyente en sus dichos y acciones como Jorge Da Silva.
En ese programa de Sin Límite dije a quien lo quisiera escuchar que”un relámpago violeta alumbrará la Bombonera y se clasificará Defensor”. Y así fue.
Nos entusiasmamos en el programa y después, durante el partido, las pulsaciones subieron a 180, porque Defensor fue mejor, porque tuvo más oportunidades de gol, porque se dio lo que indicamos, hay que marcar antes de la media hora y De Souza la clavó estupendo, magistral, un gol como un golpe de casín, como una estocada de D’Artagnan. “Touché”.
Tocado y hundido Boca. Defensor, aquel equipo que sacó campeón en 1976, el notable y querido Profesor José Ricardo De León, quebrando un bipolarismo clásico de peñaroles y nacionales, en pleno Parque Franzini, cuando aún tenía la bajada hacia la Playa Ramírez.
Ese Defensor, luego aliado con Sporting, cambió el escenario del fútbol uruguayo.
Y llegue o no llegue a la final de la Copa, le gane o no a Estudiantes (consideramos que sí, pero es una opinión) la auténtica realidad ya está marcada como histórica y no la cambia nadie.
Ganó Defensor en el templo de Boca.
Lo dominó, le ganó guapeando, a la uruguaya y metiéndole cabeza al asunto. Mezclando juventud con veteranía y clase con inteligencia.
Así ganó Defensor. Por eso, gurises que nos leen, crean cuando les decimos que no estamos tan mal como nos quieren mostrar en el mundo.
Que hay gente que sigue pensando como Jorge Da Silva, como los jugadores de Defensor, jóvenes y veteranos, ese Da Silva que cambia delantero por volante ( Mora por Ferreira y Vila por De Souza ) con un corazón formidable, que tallaron una historia uruguaya casi impardable.
Defensor sigue en carrera. Felicidades por lo hecho, por lo construido y por lo que resta por hacer. Pero sabemos que estamos en buen camino.
Absortos, mudos, como no entendiendo lo que les pasó quedaron los hinchas de un grande como Boca en la Argentina. Perdieron y perdieron bien. Ante un equipo que, cuando llegaron a Montevideo, alguno dijo por ahí :”¿Defensor … y qué jugadores tiene ese equipo?”
Estos jugadores que les ganaron en su casa y los hicieron hocicar en rancho propio.
Enorme Defensor. Una alegría para el fútbol uruguayo que retoma la acción del protagonismo en América. Eso significó el triunfo de Defensor Sporting.
Por primera vez un equipo gana por la Libertadores en la Bombonera. ¿ Parece poco?
Es formidable, extraordinario.
Una escalada hacia lo más alto del deporte americano. Falta mucho. No importa.
Lo que sí importa es que esta victoria no se olvidará jamás por lo trascendente, por lo valerosa, por lo valiente, por la trabajada a pura clase ante un grande de América.
Es Defensor, también, un grande de América.
Dejó, para siempre, un recuerdo imborrable en la Argentina:
Una violeta en la Boca … que floreció una noche de mayo.
¡GANO UN GRANDE EN LA BOCA!
Recordemos lo que escribimos el dia anterior a esta clasificación memorable de los violetas:
miércoles 20 de mayo de 2009


¿ POR QUE NO ? ...
Escribe JORGE CROSA

¿ Será posible?“Este mensaje se autodestruirá en 10 segundos …”, como aquella serial de tanto éxito en los años setenta y pico “Misión Imposible”.La voy a escribir bien cortita. Como pa’ los hinchas de Defensor y como yo, del fútbol uruguayo, del deporte nacional y de caras nuevas, de modelos diferentes, como el que propone Jorge Da Silva, aunque, a veces, no salgan las cosas.No importa. El asunto es con Boca. El laureado Boca y sus estrellas. Hoy semiapagadas, con brillos tenues, tipo Palacio, Riquelme, Palermo, nombres importantes, para juegos trascendentes, es cierto.Pero la viola tiene lo suyo. No soy adivino. Ya lo saben. Ya lo sé. El periodismo es mi vida. Sin embargo tengo por aquí una tarjetita de crédito de color violeta para cruzar el charco.Siempre hay que hablar antes, después todos sabemos lo que había que hacer y cómo ganar y esas cosas.Le tengo fe a Defensor. A sus jugadores, al sistema que impone el Polilla.Si le va bien, todos dirán, después, notable Da Silva, qué bien De Souza, flor de jugador aquel, éste o aquel.El asunto es antes … siempre antes.Y hay que animarse. No como una suerte de “a ver si acierto …”. No. Con los argumentos del fútbol.La pena fueron los dos goles de Boca aquí en casa.Pero ya fueron. Así que ahora espero una victoria. Que se remonte esa cometa, en el medio de un relámpago violeta que haga estremecer al gran escenario, al gran teatro del fútbol, como lo es la Bombonera.¿ Si puede ser? Todo puede ser. Por supuesto que sí, en el fútbol no hay ninguna ley, ni decreto, que diga pasa tal cosa porque es así …no existe ese “reglamento”.Si gana Defensor no será un milagro. Se ajustará a una realidad.Si no es así, digna ha sido la presentación del grupo del Parque Rodó en la Libertadores.Muy digna. Como cada vez que le tocó participar. Con un sistema diferente y con una idea distinta.Quedan horas, nomás …¿ Por qué no?Como en la serial … “este mensaje se autodestruirá ….”Pero lo que se siente hay que decirlo. Siempre antes. Después, habla cualquiera.“Dale más piola que llega hasta el sol” … o a la luna, agrego, a la letra de Jaime Roos.

GRACIAS, DON DANTE ...

Escribe JORGE CROSA

Don Dante, usted sabe que jamás quise escribir, ni lo pensé, acaso, de su adiós.
Pero, como en la vida usted fue un hombre de decisiones firmes y concretas, bueno, por algo tomó el sendero del recuerdo, nos queda el nombrarlo en horas felices, nosotros, como tantos, que lo conocimos campeón de todo. Como dirigente, como deportista, cuando nos contaba su amistad fantástica con Don Joao Havelange, a través del waterpolo, una disciplina que practicó por los años 30 y que lo llevó a los Juegos Olímpicos de Londres, en el 48.
Entonces, Don Dante, según me inculcó, también tomé mi decisión. Escribir lo que siento.
Por todo lo que nos enseñó, no me atrevo a rebelarme contra este destino, que será de todos, pero que sentíamos que podía quedarse un ratito más por estos pagos.
Claro, que, como tantas veces nos dijo, “ en lucidez siempre, cuando entran a fallar las ideas, hay que conocer el camino del retiro”.
“Una comisión directiva somos todos, pero manda el Presidente, así se dirige un club”.
Sentencias que no olvido, Don Dante. Tampoco aquel vuelo que hicimos junto al querido Contador Juan Pedro Damiani, usted y yo, rumbo a Tokyo, usted como veedor de la Confederación para ver el juego entre Peñarol y Porto, cuando el famoso partido de la nieve, en el 1987, que no lo podíamos creer, que hubiese perdido el aurinegro.
Y allí, una vez más, me dí cuenta de su jerarquía como hombre, como dirigente, como compañero y amigo. Ese abrazo con con Contador Damiani, en angustia, fue el testimonio que demuestra su grandeza, su espíritu altivo que siempre cultivó y nos inculcó para nuestra tarea periodística.
“Usted es un luchador, siga siempre así”, nos dijo más de una vez. Lo hacemos, Don Dante, sepa que jamás nos entregaremos, ni venderemos una idea, un concepto, por un arreglo, de los que tanto me habló, en tantos viajes por el mundo que tuve el placer de disfrutar con usted y con su Nacional, su símbolo de vida, su segundo hogar o quizás, por momentos, el primero.
Don Dante, esto ni siquiera se aproxima a una despedida, no es una carta, tampoco un texto mortuorio. Muy por el contrario. Se trata de un cariñoso saludo, fraterno, como a un padre que condujo la vida de sus hijos, tal el caso de Gustavo, por ejemplo.
De eso se trata. Se trata de recordarlo ganador, jamás lo ví perdedor, ni aún perdiendo. Y eso tiene un valor humano formidable.
Dirigente guapo, no por la violencia, sino, como usted decía “ aquí lo que se tiene que hacer es esto y se hará”. Punto. Ni una coma, ni dos puntos, ni punto y coma. Se hacía lo que usted decía.
Campeón por sus muchachos que siempre respetó. “ Un equipo no existe si no hay diálogo entre el dirigente y el jugador”. “ Somos todos o ninguno”. Frases que van quedando y sirven no sólo para el fútbol, sino para la vida, Don Dante.
Su querida esposa, Doña Atlántida, siempre nos decía, “lo que pasa es trabaja demasiado por Nacional, tengo miedo que le pase algo …”.
“Es así, mi querida,o no es”, le escuché decir delante de mío y del Doctor Daniel Scheck, director de El País, una noche en su hogar de la rambla, cuando tuvo la gentileza de invitarnos a cenar y hablar de fútbol … las horas que fueran.
Y fueron casi diez horas. Nos fuimos sobre las cuatro de la mañana, siempre con cuentos, anécdotas, de las buenas, de las malas, de las bravas.
“Un dirigente es un artesano”, debe modelar el equipo, debe soñarlo como quiere que sea. Después están los jugadores que tienen que llevar a cabo la gran tarea de ganar, todo lo que se pensó en un escritorio”.
“Fui campeón, pero no yo, yo aporté ideas, los campeones son los que se ponen la camiseta y nos dan esa alegría. A ellos siempre mi respeto, mi cariño de toda la vida.
Finales de Copa América, cuando se le ganó al Internacional de Porto Alegre, aquella gesta fantástica contra el Nottigham Forest, para ser Nacional Campeón Intercontinental, triunfos notables, cortes de rachas de su adversario de siempre, pero leal, como Peñarol y el Cr. Damiani.
Todo eso fue Don Dante Iocco. Un fenómeno en la adversidad, un amigo en los infortunios, uno más en las alegrías en el mundo del fútbol, donde nos encontráramos, nosotros como periodistas y él, con sus jugadores y dirigentes, en el lugar del mundo que nos tocase.
Siempre el consejo del tipo sabio. Que las sabe lunga.
¿Cómo explicarles a los que quedan de éste lado del mostrador, que ésta no es una crónica más, una asociación de ideas o conceptos sobre un hombre, dirigente, deportista y amigo?
Es, simplemente, un reconocimiento, Don Dante, porque en algún lugar, los que llevan su sangre lo leerán y sabrán que lo escrito fue con el corazón y con el alma de un hombre agradecido, de un periodista que lo supo escuchar y que, eternamente, lo tendrá presente en cada una de mis acciones.
Ese es el lugar que usted ocupó en mi vida.
Y lo seguirá ocupando, claro está.
El Uruguay deportivo pierde el concepto de valentía, de capacidad y talento, de un deportista que luchó por su Nacional, pero, fundamentalmente, por su Patria.
Eso fue Don Dante. Un luchador, como se le ocurrió definirme, en algún momento.
No lo voy a recordar Don Dante, porque se recuerda lo que, en algún instante se olvida.
A usted no lo voy a olvidar nunca.

miércoles, 20 de mayo de 2009

¿ POR QUE NO ? ...

Escribe JORGE CROSA

¿ Será posible?
“Este mensaje se autodestruirá en 10 segundos …”, como aquella serial de tanto éxito en los años setenta y pico “Misión Imposible”.
La voy a escribir bien cortita. Como pa’ los hinchas de Defensor y como yo, del fútbol uruguayo, del deporte nacional y de caras nuevas, de modelos diferentes, como el que propone Jorge Da Silva, aunque, a veces, no salgan las cosas.
No importa. El asunto es con Boca. El laureado Boca y sus estrellas. Hoy semiapagadas, con brillos tenues, tipo Palacio, Riquelme, Palermo, nombres importantes, para juegos trascendentes, es cierto.
Pero la viola tiene lo suyo. No soy adivino. Ya lo saben. Ya lo sé. El periodismo es mi vida. Sin embargo tengo por aquí una tarjetita de crédito de color violeta para cruzar el charco.
Siempre hay que hablar antes, después todos sabemos lo que había que hacer y cómo ganar y esas cosas.
Le tengo fe a Defensor. A sus jugadores, al sistema que impone el Polilla.
Si le va bien, todos dirán, después, notable Da Silva, qué bien De Souza, flor de jugador aquel, éste o aquel.
El asunto es antes … siempre antes.
Y hay que animarse. No como una suerte de “a ver si acierto …”. No. Con los argumentos del fútbol.
La pena fueron los dos goles de Boca aquí en casa.
Pero ya fueron. Así que ahora espero una victoria. Que se remonte esa cometa, en el medio de un relámpago violeta que haga estremecer al gran escenario, al gran teatro del fútbol, como lo es la Bombonera.
¿ Si puede ser? Todo puede ser. Por supuesto que sí, en el fútbol no hay ninguna ley, ni decreto, que diga pasa tal cosa porque es así …no existe ese “reglamento”.
Si gana Defensor no será un milagro. Se ajustará a una realidad.
Si no es así, digna ha sido la presentación del grupo del Parque Rodó en la Libertadores.
Muy digna. Como cada vez que le tocó participar. Con un sistema diferente y con una idea distinta.
Quedan horas, nomás …¿ Por qué no?
Como en la serial … “este mensaje se autodestruirá ….”
Pero lo que se siente hay que decirlo. Siempre antes. Después, habla cualquiera.
“Dale más piola que llega hasta el sol” … o a la luna, agrego, a la letra de Jaime Roos.

domingo, 17 de mayo de 2009

EL EQUIPO JUGARA CON DIEZ ...

Escribe JORGE CROSA

Yo le decía Profe y él me decía ¿qué?
Tres décadas atrás es tiempo, vaya si lo será. Lo recuerdo con sus trajes con tonos de grises, caminando por Cuareim (así llamada antes Zelmar Michelini), recalando sus ideas y sus poemas y sus vidas para enseñarnos, por ejemplo, noches largas, de alcoholes cortos, a veces, pero escuchándolo siempre. Opinando, por si acaso, como para se diera cuenta que estábamos ahí por él y no por otra cosa.
El Lobizón, era el boliche de Gustavito Ibarra y la familia, con Nydia, la gurisa y los talentos que pasaron por sus vasos …
Entre ellos, Mario. Nosotros en El País, en la conducción de una sección deportiva, durante muchos años y él, jamás nos dio una clase de nada. Alcanzaba con escucharlo hablar sobre su exilio, durante la dictadura, las penurias, las alegrías – pocas – hablaba casi en prosa.
Palabra santa – diría mi abuela -, la de este hombre sabio que escribió tanto, que nos enseñó tanto, que recibió tantos premios del mundo de los literatos que no quedaban lugar en su casa para mostrarlos o recordar de donde o como fueron se lo entregaron.
Los que saben de poesía, de ser verdaderos escritores, de sentir en el corazón esa corriente entre la vieja máquina de escribir (hoy computadora) y poder trasladarle al mundo pensante, sabrán que hablo de Benedetti.
Una gloria que nunca le interesó su título de campeón de todo. De la literatura, de la poesía, de los libros, de las enseñanzas que nos dejó y por sobretodas las cosas, esa madurez humilde que había que entenderla sí o sí.
Siempre pensó Benedetti que exageraban con respecto a lo suyo. Pero le gustaba que lo escucharan en sus conceptos y sus formas de vida.
“Me casé con una mujer extraordinaria hasta en el nombre, Luz Lopez Alegre. Y me dio eso. Luz toda la vida y alegría toda la vida, “¿qué más puedo pedir”?, contaba varias veces.
Luego, como periodista que es uno, le pregunté varias veces por su famoso escrito de fobal, “Puntero izquierdo”.
Que arranca así: “Vos sabés las que se arman en cualquier cancha más allá de Propios. Y si no acordate del campito del Astral, donde mataron a la vieja Ulpiana. Los años que estuvo hinchándola desde el alambrado y, la fatalidad, justo esa tarde, no pudo disparar por la uña encarnada. Y si no acordate de aquella canchita de mala muerte, creo que la del Torricelli, donde le movieron el esqueleto al pobre Cabeza, un negro de mano armada, puro pamento, que ese día le dio la j.oca de escupir cuando ellos pasaban con la bandera. Y si no acordate de los menores de Cuchilla Grande, que mandaron al nosocomio al back del Catamarca, y todo porque le habían hecho al capitán de ellos la mejor i . ugada recia de la tarde. No es que me arrepienta, ¿sabés? de estar aquí en el hospital, se lo podés decir con todas las letras a la barra del Wilson. Pero para poder jugar más allá de Propios hay que tenerlas bien puestas. ¿O qué te parece haber ganado aquella final contra el Corrales, jugando nada menos que nueve contra once? Hace ya dos años y me parece ver al Pampa, que todavía no había cometido el afane pero lo estaba germinando, correrse por la punta y escupir el centro, justo a los cuarenta y cuatro de la segunda etapa, y yo que la veo venir y la coloco tan al ángulo que el golerito no la pudo ni pellizcar y ahí quedó despatarrado, mandándose la parte porque los de Progreso le habían echado el ojo. ¿O qué te parece haber aguantado hasta el final en la cancha del Deportivo Yi, donde ellos tenían el juez, los línema y una hinchada piojosa que te escupía hasta en los minutos adicionados por suspensiones de juego, y eso cuando no entraban al fiel y te gritaban: ¡Yi! ¡Y¡! ¡Yi! como si estuvieran llorando, pero refregándole de paso el puño por la trompa? Y uno haciéndose el etcétera porque si no te tapaban. “
Y ese es Benedetti. Elogiado, premiado por el mundo y tan piola con nosotros en el boliche, difícil de creer, ¿no?, pero así somos los uruguayos. Sencillitos, mansos, hasta capaz que talentosos, pero no lo vamos a andar diciendo por ahí. Que lo digan otros, marcó a fuego siempre Benedetti.
Noches largas que parecían cortas, enseñanzas cortas que fueron largas. Así nos codeamos con Benedetti. Una cierta irrespetuosidad propia de nosotros. A un genio de este clase lo tratábamos igual que a uno más del cuadro. Pero bien, ¿eh?. Sin maldad. Los yorugas somos así. Acaso ni nos damos cuenta la grandeza que tenemos unos centímetros al costado, en las viejas mesas de aquel Lobizón que ya fue, pero lo que no fue y no pasará, serán las inolvidables noches de enseñanzas, de silencios cómplices pa’aprovechar el viento a favor de sabiduría de Don Mario.
Cuando la gente se muere la costumbre es despedirla.
Como para nosotros la letra, las historias, las charlas, los chistes, los cuentos, los poemas, los libros, todo queda, entonces, no nos despedimos nada de Mario y chau.
Aprendimos muchos y seguiremos haciéndolo porque su obra está. Depende ahora de nosotros el cultivarla.
Dijo Mario, entre tantas veces:
“Cuando el no ser queda en suspenso
Se abre la vida ese paréntesis
Con un vagido universal de hambre
Somos hambrientos desde el vamos
Y lo seremos hasta el vámonos
Después de mucho descubrir
Y brevemente amar y acostubrarnos
A la fallida eternidad
La vida se clausura en vida
La vida ese paréntesis
También se cierra incurre
En un vagido universal
El último
Y entonces solo entonces
El no ser sigue para siempre. “
…………..
Vendrán los homenajes y los premios, llegarán las condolencias del mundo, dirán todo y más que todo de Mario Benedetti.
¿Profe, hoy va por el boliche, vamo’ a tomar una?
A ese maestro quiero recordar siempre, por encima de su talento, de su obra fecunda, de trayectoria insuperable.
Le pegaba bien, regular o mal. ¿acaso importa? Le pegaba a la globa.
Y era Benedetti. El de Paso de los Toros. El centro de atención de, nosotros , jóvenes periodistas, en su momento, que quisimos “garronearle” cachitos de su talento.
Usted, Don Mario, como Puntero Izquierdo ya levantó el centro.
Que ponga la cabeza una que sepa y vamo’a gritar gol.
Me queda el recuerdo de la mesa, de su bonhomía, del aguante al pelotón que preguntaba y usted contestaba con una mansedumbre deslumbrante.
En este partido salió Mario Benedetti. No hay cambio. El equipo jugará con diez hasta el final.

martes, 12 de mayo de 2009

¿Y ...?

Escribe JORGE CROSA

Se perdió la lucha contra la violencia.
Le ganó la muerte.
Esos dos chicos que asesinaron, de 15 y 17 años, no me digan que “era el destino”. Una muy vieja frase que vengo escuchando hace muchísimo tiempo cuando pasan estas terribles muertes sin significado alguno y hay quienes quieren justificarlas, con la estúpida conclusión: “ y … era el destino”.
¿Qué destino? ¿ El ir a a ver un partido de basquetbol y que te maten? ¿ Eso es el destino?
¿Destruir a una familia, destrozarla desde la raíz, también es el destino?
Por favor, basta de hipocresía y de lugares comunes.
Hay asesinos sueltos, esos que, de repente, entran y salen en las cárceles o en las comisarías y cómo son menores o que se yo, o sin explicación, vuelven al intento de matar y lo consiguen.
¿También es el destino?
Se ha fracturado la sociedad con la droga, el alcohol, la ausencia de controles, por más que se haga, en una ciudad pequeña como Montevideo, esto que está pasando no se puede, ni se debe justificar.
No puede pasar. Hay que intensificar a como de lugar, el ejercicio de la autoridad. Si quieren llamarle represión, bueno, llámenle represión, aunque no les guste el término que viene desde la época de la dictadura.
Pero con ésta indefensión se tiene que poder. Ya no es problema de un club contra otro, es la sociedad toda que está enferma. Y un hombre que mata, está enfermo y no hemos visto grandes ideas para encontrarle la vuelta al asunto.
No es lógico pensar que tu hijo va al deporte y te lo traen muerto. No. No, definitivamente no puede ser.
Y por más indagaciones, averiguaciones y culpables que se encuentren, los adolescentes ya murieron, viejo. Ya murieron. Ya los mataron “gratis”.
Entonces, si los asesinos pueden más que la ley, la ley ¿ para qué sirve? ¿ Para cobrar multas?, ¿para pagar impuestos?, ¿ para qué sirve la ley?, repregunto, si asesinan a mansalva a dos niños deportistas y nadie tiene la culpa, porque nadie quiere ser “buchón”, ni “alcahuete”.
¿Este es el deporte uruguayo? ¿ El basquetbol y el fútbol se han convertido en una suerte de “camino hacia la muerte …” ¿ Ya dejaron de ser un espectáculo para quien va, tenga temor de concurrir porque ¿”está brava la cosa?”
Las familias de los muertos saben que no fue el destino.
Saben que fueron asesinos,drogados, alcoholizados o sin nada, simplemente bestias que andan sueltas, que, cuchillos, revólveres y lo que vengan en mano, se hacen los guapos, los “machos de ahora” y matan a quien no es de su equipo, al que grita un gol, al que se viste de otro cuadro que no es el de su agrado …
No, viejo, no va más. ¿ Cómo no va a ser posible encontrar una fórmula, si ésta especie de excremento, cuando sufrimos la dictadura, picaban más los mosquitos que ésta basura humana? ¿Dónde estaban los “guapos que matan de atrás, los machos que asesinan a gurises que ni saben de dónde vino la muerte?
Esta “cruzada de la salvaguarda de la vida humana”, fracasó.
Hay que reconocerlo. Se deben adoptar otras soluciones, muchísimo más drásticas y con efectos demoledores.
Hay que terminar con los asesinatos de los “garroneros”, excúseme, esa subclase humana que se beneficia, sin escrúpulos, de las circunstancias que se le presentan. Y todavía matan.
¿No es demasiado ya?
¿Hay que salir armado, preparado para lo que venga? ¿No se puede ir más tranquilo a ver un partido de basquetbol catalogado como riesgoso o no?
¿Qué es lo que hay que hacer, señores, autoridades, de este gobierno, de otros gobiernos, de cualquier gobierno?, porque no es sólo patrimonio uruguayo éste tema. La región está infectada.
Al asesino no le importa quién manda, porque no sabe y si sabe no le importa.
No es cuestión política. Es cuestión de acción, para no llorar más muertos inocentes, para no destruir familias enteras y “pagar” con algunos años de prisión.
No, viejo, así no va. Así siempre ganan los que se creen malevos, mal entendidos.
El asesino es un maula tapado. Tiene la psique destruída y uno lo que desea, como integrante del mundo, es que pueda darse cuenta del terrible mal que hace y se intente una recuperación.
Sin embargo, hasta ahora, sólo ha quedado en eso, en una intención.
Me parece que la letra, que las leyes, que el respeto, que los artículos, incisos y esas cosas de escritorios ya fueron.
Con estas muertes ha quedado suficientemente demostrado.
No. No era el destino de los gurises que los mataran. No se queden con ese facilismo cobarde.
Sólo me queda una interrogante que a usted también lo hiere, lo lastima y lo rebela como uruguayo, como ciudadano, como hombre …
¿ Y, qué hacemos?
¿ Saben o no saben arreglar este asunto?
Porque si no saben, el pueblo sí sabe.
Es una advertencia, creo que compartida por todos los uruguayos.
Y contra todos, éstos no van a poder.
Contra el pueblo, NO VAN A PODER.
Y los pueblos rebeldes con causa, no pierden.
Históricamente jamás han perdido.

sábado, 9 de mayo de 2009

SENTIDO COMUN

Escribe JORGE CROSA

El sentido común es la facultad que nos permite relacionar las sensaciones diversas hasta constituir una unidad lógica.
En éste caso de la eliminación de los equipos mexicanos, a consecuencia de la epidemia de gripe AH1N1, que se expande con rapidez, que en propia tierra mexicana se juegan los partidos sin público por prevención al contagio, que, recién en estos días resolvieron que ingresen cierto número de personas (todas con tapabocas), las autoridades del fútbol mariachi no pueden decir que “se les tiene miedo”, que es por “conveniencia”, que son “invitados por la plata y nada más” y que no jugarán ninguna competencia organizada por la Conmebol desde hoy en adelante.
Muy bien. Se autoexcluyen, por consiguiente.
Esta medida, que a la Conmebol, no le agradó tomar, ni a nadie le gusta ganar si no es en la cancha, que yo sepa, no tiene absolutamente nada que ver con lo que manifiestan, livianamente, algunos dirigentes mexicanos.
Nadie les tiene miedo, ni somos aprovechadores de nada, ni nos importa que jueguen o decidan no hacerlo más en ninguna competición de la Conmebol.
Lo lamentamos, eso sí. Porque es una muy buena congregación, de excelentes jugadores, con gran organización y de respeto, en el orden deportivo y empresarial.
Pero, que no quieran entender,o se hagan los distraídos que la suspensión de los partidos es por la epidemia de gripe porcina y no por otro motivo, parece un chiste de Cantinflas, aquel genio del humor, de la simpatía, genio en toda su trayectoria.
Es una pena que el sentido común hay sido superado por argumentos discriminatorios y nacionalistas.
Aquí no tiene nada que ver ni México, ni el notable país, ni sus equipos, ni su fútbol, ni su gente.
Lo que sí tiene que ver es las muertes por el virus, la amenaza mundial de la propagación del mismo y la incongruencia absoluta de viajar a las zonas en donde la misma Organización Mundial de la Salud, ha declarado como ciertamente vulnerables y de peligro para la salud humana.
Es un tema del sentido común.
Si esto no se entendió donde correspondía, vale la expresión del célebre filósofo y escritor francés, Voltaire: “El sentido común … no es nada común”.

martes, 5 de mayo de 2009

¿DISCRIMINADOS?

Escribe JORGE CROSA

Creo que con éste grave asunto de la gripe porcina en la Copa Libertadores de América, se han mezclado los conceptos y las maneras de encontrarle solución al real problema.
Una minoría de dirigentes mexicanos creen que se trata de un tema de discriminación. Nada más lejos de la realidad. La enfermedad existe y contagia. Por lo tanto, no es escudo el sentirse discriminado. Es una medida de protección a la salud tanto de propios (los mismos lugareños, como los visitantes). Si no lo entienden, consulten, entonces, las medidas que ha tomado la Organización Mundial de la Salud y allí se enterarán que no es un problema clasista, sino de custodiar la salud del deportista y de toda la gente por el virus generado en México, país que no tiene culpa alguna que le haya sucedido tal cosa. Quede claro.
Por otro lado, se habla también, que los directivos mexicanos no quieren jugar más la Libertadores porque, se ha dicho, son invitados exclusivamente por dinero, porque se recauda muy bien, porque está Televisa y esas cosas. No por otro motivo.
No es correcto. La Conmebol formuló la invitación, nos consta, con espíritu netamente deportivo, al ver que, México, quedaba, casi al margen de un evento de la trayectoria y característica de la Copa Libertadores. Digamos una invitación distinguida.
Ahora, por los motivos de notoriedad, los comentarios se dan vuelta y se dice que es por la plata mexicana, lo que se gana, los dólares que entran en la Confederación, de la discriminación que hacen los gobiernos del Continente por la enfermedad (declarada por la OMS, en grado 5 de riesgo, en un total de 6), lo que no es poca cosa, por lo que, en síntesis, muchos, no todos, de los agredidos por el virus, se sienten marginados, como si fuesen bichos raros y ya no quieren jugar más la Copa. Algunos dirigentes mexicanos lo han manifestado.
Todo por la influenza porcina.
Que están en un error, no vale la pena indicarlo. Por supuesto que sí. Si el mundo está en alerta, casi máxima por esta situación, parece contradictorio que los señores del fútbol se sientan solamente ellos los perjudicados.
Están equivocados. No es así. Nadie está en contra de México,ni de sus equipos, ni de sus jugadores, ni quieren que se vayan de la Libertadores.
Piensan mal, algunos, lamentablemente y arrastran opiniones al respecto.
Esto es fútbol y se protege siempre al protagonista. Si una enfermedad como ésta puede perjudicarlo hay que tomar todas las medidas necesarias para que no ocurra nada.
No es contra México. Es a favor de sus jugadores, del deporte y de la salud de los mismos actores, mexicanos, chilenos, uruguayos, argentinos o brasileños.
Lamento que ciertos dirigentes mexicanos hayan tomado por la “calle del sectarismo”, de una “manía persecutoria” con su pueblo, que no tiene nada que ver con lo que realmente pasa.
Si esto hubiese pasado en Chile, también se aplicarían las mismas precauciones internacionales de sanidad, como en cualquier país del área.
Por lo tanto, no compartimos en lo más mínimo, el criterio ése que se maneja de discriminación, que no quieran jugar nunca más la Copa porque los invitaron nada más que por dinero y otras cosas que se vienen diciendo a raíz del mal que aqueja al mundo.
Es una pena. Hay gente, dentro del fútbol, que no entendió o no quiere entender (que es peor), que se trata de los mínimos controles sanitarios, ante una enfermedad que, incluso, perjudica a los propios mexicanos.
Una lástima que piensen así. Bueno, que piensen es un decir. Que digan que son discriminados y una cantidad de conceptos absolutamente fuera de lugar.
La gente puede decir cualquier cosa, lo que no cambia, es la imagen que tenemos de un gran país como México, con gente afable, solidaria y de gran proyección mundial.
Bastante tienen con luchar contra este mal momentáneo al que seguramente vencerán.
Y debe quedar bien en claro, que, ningún club, ningún deportista, ni la Conmebol, ni nadie, quiere sacar ventaja alguna sobre algo tan triste que le está sucediendo al país amigo.

viernes, 1 de mayo de 2009

CON LA SALUD NO SE JUEGA

Escribe JORGE CROSA

Que lo primero es la salud del ser humano, no es una novedad. Por lo tanto, al no ser expertos en la materia de influenza porcina y al conocer el diagnóstico de los que sí saben, de los que han muerto, del informe de la OMS, que se ubica este mal en un grado 5 de 6 y a punto de ser declarada pandemia, bueno, todo lo demás, el fútbol, o lo que sea, no se debe practicar en la zona en donde se inició el virus, esto es en México.
Será lamentable, pero es así. No tiene ninguna otra lectura. Si hasta los propios mexicanos juegan sus partidos sin gente, a puertas cerradas, por temor al contagio, está muy claro que esta situación es gravísima, como en ningún otro momento contemporáneo se había vivido.
Pues bien. La Intendencia de Bogotá se negó a recibir al San Luis, para su juego con Nacional. Naturalmente, lo propio se estableció para San Pablo con Guadalajara.
En estas horas, Chile, se estaría ofreciendo para ser anfitrión de estos juegos, mientras la Conmebol estudió el caso que los mexicanos se enfrenten entre sí, desvirtuando los octavos de final, desde el punto de vista deportivo, pero en medida extrema sanitaria.
Porque, naturalmente, éste es un caso imprevisto en cualquier reglamentación deportiva.
Una epidemia de éste tipo de virulencia, de éstas características masivas, no lo contempla ninguna medida previsora.
Desconocemos que tipo de gestión emprenderá el Presidente de la Federación de Chile, Harold Mayne-Nicholls, para destrabar este conflicto sanitario deportivo.
Es demasiado peligroso, se trata de vida o muerte, acaso, es de curación pero el momento de angustia se vive. Que el mal contagia y produce efectos de riesgo, no hay ya, ninguna duda.
Por ello, nos extrañó la acción emprendida por el chileno para conversar con las autoridades sanitarias de su país, a ver si Santiago o donde sea posible, dentro de Chile, jugar estos partidos.
Desconocemos el plan de Mayne-Nicholls, pero sí sabemos de la consecuencia que puede traer este intento, por mejor intencionado que esté, en poner en cierto alerta, mínimo o como fuere, a una región o donde fuere en Chile.
La buena voluntad, el acto solidario, no está aquí en juego. Se acepta y se valora como corresponde por parte del trasandino, pero hay ciertos severos aspectos de salud que pueden comprometer una decisión favorable al respecto.
La Conmebol continúa evaluando la posibilidad de los partidos entre los mexicanos, cosa que, si bien desarticula el calendario deportivo, se hace por un motivo absolutamente excepcional que jamás había sucedido.
No es una mala opción. Tampoco la colaboración que ofrece Chile. Sin embargo, un informe de último momento indica que Chile se opone a que se disputen esos partidos en su país, según Decio de María, secretario de la Federación Mexicana de Fútbol.
Pero éste es un estado de emergencia mundial.
Grado 5, en una escala de 6, según la Organización Mundial de la Salud.
Demasiado riesgo de vida.
Soluciones tiene que haber. Eso sí, lamentablemente y por éste singular caso, único en la historia del fútbol e incluso en el mundo por su expansión con carácter de pandemia, no deben viajar los equipos San Pablo y Nacional a México.
Se piensa en México mismo que tanto Chivas como San Luis se eliminen entre sí.
Parece lógico.
Al quedar uno de ellos, veremos la evolución de la gripe porcina y la continuación normal o no del equipo mexicano que quede en competición.
No es una correcta solución deportiva. Lo sabemos.
Pero también sabemos, que por un partido de fútbol, no se debe arriesgar a los deportistas.
Toda precaución en estos casos se hace imprescindible y hay que implementarla.
No es culpa de nadie.
Es cuestión de cuidar la vida de la gente.
Sobre eso, nadie puede estar en desacuerdo.