Escribe JORGE CROSA
“Pero cada día los adolescentes
Reviven los sueños que pierde la gente
Bienvenidas sean su limpia sonrisa
y sus alas nuevas que mueven la vida”
..........................
Esta letra de mi hermano del alma, Pablo Estramín, que nos está cantando desde el cielo, como siempre, me sugirió la fundamental creación del Programa Nacional para la Formación Integral del Deportista Juvenil.
Deporte, salud y educación, para los chiquilines que le pegan a la pelota pero que no tienen, hasta hoy, el respaldo de una Comisión, de gente que los proteja, de una Junta Asesora, de un gobierno, como hasta ayer, en acto celebrado en el “Monumento Histórico del arte uruguayo y del mundo”, el Teatro Solís, como así lo es, el Estadio Centenario del Fútbol Mundial.
Convencimiento pleno de ayuda a quienes la necesitan, programas de acción que tendrán que implementarse y llevarse a cabo con los clubes de Primera A, Segunda y Segunda B Aficionada.
Ayudar a los pibes, a los que viven pensando en el fútbol, en ese deporte que nos atrapa a todos los uruguayos y que vivimos por él.
Salud y educación. Centros de ayuda, entes que se presten para el desarrollo integral del joven, son medidas ejemplares que se anunciaron por este Programa, fundamental y básico, a mi entender, para la ejecución de una tarea ordenada y con proyección cierta de futuro.
Sin palabras grandilocuentes, sin mensajes estridentes, esperamos un trabajo serio, felizmente teniendo en cuenta, la gente capacitada que está a cargo de éste programa, como su Presidente Honorario, Don Eduardo Arsuaga, una figura jerárquica dentro del plano político deportivo y un clarísimo visionario en su época de labor al frente de su querido Defensor Sporting.
Pero, más allá de las figuras representativas que gestionaron la puesta en escena, claro, en el Solís, de la ayuda a 3.500 jóvenes, está el apoyo incondicional y para siempre de las autoridades para la juventud uruguaya.
La fundamental inserción en nuestra sociedad, para aquellos que no emigren, que no puedan, por distintos motivos, acceder a los mercados internacionales, (sólo el 5%, estimado lo hace de los futbolistas se van al exterior), no vean frustradas sus carreras, sus intenciones de seguir en el fútbol aquí, en nuestro Uruguay, con ayuda del gobierno de turno, para continuar en el fútbol, con el respaldo de médicos especialistas, como la figura del notable Dr. Pedro Larroque que asegura físicos cuidados al máximo y seguridad plena, con aprendizaje de idiomas, de informática y todo lo que sea necesario para una juventud necesitada de ayuda, visceralmente uruguaya, con todo lo que ello implica.
Un programa que felicitamos y que ofrecemos nuestro solidario aporte, donde sea y como sea, porque creemos en nuestros gurises y que no todo está metido en el mundo de la droga, del alcohol, de la violencia y de las desgraciadas noticias que nos toca vivir día a día, de botijas que cometen delitos como única manera de poder comer o de vivir y que suponen que ésa es la única forma de subsistencia.
De allí nuestro cálido recibimiento a ésta iniciativa a favor de la juventud uruguaya que quiere dedicarse al fútbol y que puede, desde este momento, vivir de otra manera junto a él, más allá de pegarle notable o bien a la pelota.
Es un programa de vida. De esperanza. De fe en los uruguayos.
No fue un acto político, como dijo el Presidente, Dr. Tabaré Vázquez, “hay una única bandera y esa es la uruguaya”, afirmó. Sí, plenamente de acuerdo. Uruguay y su juventud unidos.
Esa es la idea. Para cumplirla, estaremos siempre a la orden.
Si, como cantó Pablo Estramín, que así sea …
“Pero cada día los adolescentes
Reviven los sueños que pierde la gente
Bienvenidas sean su limpia sonrisa
y sus alas nuevas que mueven la vida”
Su sangre caliente, bienvenida sea,
Son caminos nuevos, son la primavera”.