Escribe JORGE CROSA
Entramos en la recta final, en poco tiempo se definen quienes dirigirán la AUF, durante un casi un año y una vez más estamos de acuerdo con la popular letra del exitoso cantautor panameño, Ruben Blades.
“La vida te de sorpresas, sorpresas te da la vida …”.
Puesto que, en realidad, hay incomprensiones y ambigüedades entre las partes en pugna, cítase dirigentes, que son, realmente, indescifrables.
Hay quienes pretenden designar directivos que no sean partidarios de ningún club ( ¿ ). Es tan ridículo como jugar al fútbol sin pelota. No existen, simplemente, no hay esa “clase exclusiva” que se pretende.
Como hay quienes también sugieren que no estén y ni siquiera figuren, a los que se les conoce su afecto tanto por Peñarol como por Nacional. Parecería que, entonces, el tema pasa por ahí, que el gran drama del fútbol nuestro, es declarar, abiertamente, ser hincha de los grandes.
Entonces, no se puede ser integrante de la AUF.
Un disparate más, un desvarío agregado, una incoherencia sugerida, vaya uno a saber por quien y con qué fines, como si el tema central de todo lo absurdo que sucede la tuvieran los representantes de los clubes que han hecho historia en este deporte.
TALENTO SIN CAMISETA
El asunto no es la camiseta. Es la capacidad, ciertamente. Por lo que, muchas veces hemos visto muy buenas propuestas de la gente de Defensor Sporting, Don Eduardo Arsuaga, ha sido uno de sus exponentes más claros. El Ingeniero Héctor Del Campo, de Danubio, con una notable personalidad y franqueza. Don Eduardo Rocca Couture, agrego otro hombre de Defensor, en momentos bravos, como el Contra Almirante e Ingeniero Industrial, Julio César Franzini. Ya lo dije en su momento y lo reitero, el Cr. Lafitte, gente realmente de fútbol, de vasta proyección internacional, como la honorabilidad de Don Dante Iocco, las relaciones internacionales de enorme utilidad del Cr. José Pedro Damiani, (sin orden cronológico) , el conocimiento de Cataldi, con nuestras discrepancias, claro está, pero en otro lenguaje, con una categoría diferente a la de hoy, resueltas con caballerosidad, la inteligencia y visión de Don Güelfi, la percepción de Don Miguel Restuccia, esto es, figuras de trayectoria indiscutida, como el hombre bueno de “ Chiche” Larrea o el Cr. Fidel Russo, de Liverpool, hoy en su lugar, José Luis Palma, al igual que Del Campo hijo, en Danubio o Sobral o ahora, Prato en los violetas … con sus aciertos y sus errores y me olvido de una cantidad de directivos de clase. Pero esa gente es la que sirve, no el sectarizar y decir: “éste no porque es de Peñarol o de Nacional, o de Wanderers, como el respetado Walter Devoto o de River Plate y pido excusas por olvidarme de gente realmente valiosa que ha tenido y tiene el fútbol uruguayo, sin importar el color de su camiseta y la pasión que cada uno lleva dentro.
Ese no es el tema. Estamos en un peligro político de riesgo.
No importa de qué club es el hombre. Lo que importa es que sea útil, hoy, que lo necesitamos.
Y en eso se deben basar quienes tomen la decisión, ya sea por unos meses o con cierta proyección por un período más extenso.
No se debe ser tan separatista, en momentos de confusión. Diálogos, charlas francas, espontaneidad, credibilidad, no es pedir mucho, ni demasiado.
Discusiones habrá siempre, disculpas también.
Pero remar todos juntos hacia el mismo lugar.
Y no se trata de una digresión. Esto es, no desvío el tema hacia cosas que no tengan enlace con la fundamental de lo que trato.
La digresión, para no caer en un círculo vicioso, ha de ser motivada.
Y no hay mejor motivación que una Asociación Uruguaya de Fútbol respetada, conocida y aceptada por todos nosotros y se pueda trabajar en orden y con fe, por un fútbol mejor, ordenado y coherente.
Para que el mundo de éste deporte retome la confianza en los dirigentes uruguayos y nos dejen de preguntar en el exterior, hasta sarcásticamente: ¿ Cómo se llama el Presidente de ustedes ahora …?