martes, 28 de julio de 2009

LA SRA. INCONGRUENCIA ...

Escribe JORGE CROSA

Brasil, cantidad de habitantes: 192.000.000. Equipos en la Primera División A: 20.
Argentina, cantidad de habitantes: 38.000.000. Equipos en la Primera División A: 20.
Uruguay, cantidad de habitantes: 3.400.000. Equipos en la Primera División A : 16.
¿No le parece que algo está mal, por estos pagos de Dios? Esto es, que es exagerado el número de clubes en Primera División de nuestro principal juego?
Matemáticamente no existe la ecuación: CH / F ( esto es, cantidad de habitantes sobre fútbol).
Incorrecto desde el inicio, digamos.
Desde que nos dedicamos a la tarea periodística, tanto aquí, como en la Argentina, siempre ha sido un tema de ríspida discusión. Incluso en Buenos Aires, creen que son demasiados, pero, claro, se incluyen las provincias y eso tiene otro valor, sin olvidar que Capital Federal, estará por los 14 millones de seres.
Sin embargo ,aquí en Uruguay, que se ha estudiado durante años, esto es, la reducción de los clubes en la Primera División, jamás se llegó a una solución.

ESQUIVANDO EL BULTO …

Ya sea porque no saben el procedimiento, porque no se animan o simplemente porque es más sencillo dejar todo como está y sentarse en los cómodos sillones de la AUF, diciendo cosas.
Esquivando el bulto … que, en definitiva, es todo un arte.
Por el contrario, en lugar de achicar, se agranda la lista. Un verdadero disparate.
Luego los dineros no dan, los jugadores no cobran o cobran “lo que hay”, porque no todos se van al exterior a ser “Gardel” y entonces, el descalabro es siniestro.
Son muchos años que Uruguay comete el mismo pecado. No tener la suficiente capacidad como para bajar los presupuestos y reducir, radicalmente, el número de participantes en el viejo “círculo de privilegio”, a la antigua usanza.
Han amagado, es cierto, pero nunca se concretó.
Los números de habitantes de nuestros vecinos y sus clubes en primera son elocuentes, terminantes y decisorios.

LOS QUERIDOS COLORES …

Lo nuestro no puede ser. Sabemos las historias, los queridos colores, “de aquí salió fulano, un crack”, todo eso es una magnífica referencia anecdótica, pero no coincide con los tiempos de sufrimiento económico que pesan sobre el mundo y por ende, con la región.
Este tema se debe haber tratado, más o menos, cien veces, por citar un número, acaso, más o menos, en los escritorios de la Asociación. Delegados, dirigentes y demás han coincidido que es una barbaridad, que es una incongruencia y que así no se puede seguir.
De allí que aparezcan los gravísimos problemas de sostenimiento de las instituciones, del salario de los jugadores, que son trabajadores, no le busquen ninguna otra vuelta, porque es exactamente así, su trabajo es jugar al fútbol y para eso le pagan, (cuando le pagan).
Pero no pueden cobrar o hay atrasos imposibles de soportar porque el país chico no da para 16 clubes en Primera Profesional.
Así de claro. De simple. De sencillo y de curioso. Mire usted. Porque nadie se quiere bajar, porque las fusiones aquellas, algunas funcionaron, otras no tanto, otras ni siquiera se hable, por favor, ¡mire si vamos a juntarnos con ésos …” ( y son del mismo barrio, de la misma zona y se conocen todos, como es norma en los montevideanos y en los uruguayos, por qué no decirlo).
Pero, no.
En lugar de darle real jerarquía al torneo profesional, que jueguen un máximo de diez ( y ya estaría ), no, prefieren repartir miserias entre 16, antes 18, antes 20 …
Este no es un alerta de hoy. Tiene, sin ir muy lejos, 50 años, más o menos. Pero los conceptos de calidad, de clase, de profesionalismo, por estos lados sureños, están atrasados o no están, simplemente.

PROFESIONALISMO …¿QUE ES ESO?

Si por algo se debe comenzar en el fútbol uruguayo profesional, para que los jugadores cobren, para que no existan problemas insolubles como los que conocemos, es la reducción inmediata de quienes deben estar en el profesionalismo. ¿ Y sabe por qué? Porque no son profesionales, sino aproximaciones a esa categoría la que tienen algunos clubes.
Simples acercamientos. De allí las dificultades notorias de los protagonistas, los que le pegan a la pelota, que no cobran y tienen que jugar “ a ver qué pasa” y si tienen suerte que alguien “los viche” y los ponga en un avión.
Pero no es así. El profesionalismo, en cualquier materia, requiere de un equilibrio entre el número de aspirantes y los títulos a otorgar.
Eso pasa en la Universidad, en las Facultades, en todos los ámbitos de estudio. No puede haber más doctores que enfermos (¿).
Sin embargo, en el fútbol uruguayo, sí. Hay más deudas que jugadores y que clubes.
Nadie ha podido liquidar el sistema de pobreza profesional. Esto llevará mucho tiempo, pero así las cosas, seguiremos viendo como cae la calidad, cómo es imposible que un jugador rinda como debe si no cobra y lo que cobra no le alcanza y todo porque el club “es profesional” y quiere estar en Primera.

“MENTIRA, MENTIRA, YO QUISE DECIRLE …”

Grave error de siempre. Nunca solucionado. Es mentira que sean profesionales dieciséis clubes en nuestro fútbol. Como antes lo fueron 18 o 20.
Así estamos. Así estaremos, si nadie toma la resolución definitiva de liquidar este absurdo tema que arrastramos desde toda la vida.
Alguien tiene que haber. Acaso tampoco sea sólo ése el único tema que tenemos para mal los uruguayos.
Pero con algo tenemos que iniciar la modificación sustancial de un deporte que se ha venido al suelo por culpas propias y por no tener la capacidad de tomar las decisiones que corresponden, cuando éstas son imprescindibles, necesarias y vitales.
Los dirigentes lo saben, los jugadores lo sufren. El fútbol lo padece.
Ya que estamos en tiempos de actualizaciones …¿ piensan seguir igual?