Escribe JORGE CROSA
Uruguay cambió en todo. En actitud, en confianza, en los cuatro jugadores, Castillo, Bruno Silva, Cebolla Rodríguez y Carlos Bueno, en la figura, se estableción un 4- 3 – 3 y en definitiva, jugado por jugado, con un comienzo irregular empezó a tomar cuerpo el triunfo cuando Forlán, un Forlán parecido al de España, la elevó por encima de Butrón, de arranque nomás, a los 8 una tímida sonrisa apareció para los pocos uruguayos asistentes. Unas 25.000 personas. El 1 a 0 significó algo más. Puso en marcha un destino, luego de la triste gestión anterior. El destino de victoria, a como diese lugar.
MEJOR EN LA PLANTA BAJA
Porque como ya habíamos probado en el “penthouse”, con Venezuela, con más centros que pases, fue sumamente oportuno, el ver a Forlán, Bueno y el “Cebolla”, metidos a fondo en la idea del pase, de juntarse, de correr paralelo a la línea, de desmarcarse y en definitiva de hacer correr la pelota con la acción necesaria para desestabilizar a los peruanos, que venían con su esperancita, ¿por qué no? y una desagradable portada de un periódico en donde se vio al capitán Solano, pistola en mano, apuntarle al corazón de la camiseta celeste con un título “precioso” : “Matar o morir”. Linda tapita, eh …ahora saben lo que pueden hacer con ella. Bien.
Decíamos que mejor por abajo, porque hay con quien inventar cositas. Nada de fantasías, sino pasarse la pelota, Nacho González al Cebolla, éste para Forlán, Gargano metiendo lindo, otra vez Diego Pérez en dura tarea y brillante como ante la “vinotinto”, Silva corriendo y levantando la cabeza para colocarla donde correspondiese, cumpliendo la función, en fin, como que salieron las cosas.
Eso sí, por la” planta baja”. Nada que ver con el anterior. Cáceres tan bien que llegó hasta el área rival, Lugano volvió por su amor, pero no pudo ser y llegó segundo a los 37, Forlán de penal, enojadísimo Guerrero insultó hasta que le mostraran la roja, para evitar el sufrimiento de una goleada, seguramente que se vio venir.
Uruguay 2 a 0 y sin susto. El Uruguay “viable”.
¿POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS?
No escribiremos sobre la estupenda obra de Ernest Hemingway, que narra la vida de un hombre que tiene que volar un puente en plena guerra civil española, maniobra peligrosísima, pero es mucho más que eso, es que, si hay que morir (eliminados) por lo menos que se viva (se juegue) de verdad. Y es lo de Uruguay. No por volar el puente, claro , sino porque podíamos morír (en lo deportivo, claro) sino le ganábamos a Perú. Y debíamos “volar el puente”. Esto es, ganar así, con amplitud, con eficacia, demostrando que se puede y que no es utópico creer que Uruguay debe estar mejor en la tabla de posiciones.
Dice el escritor que cualquier “muerte”(derrota) de un hombre lo disminuye (en la obra) esto es, la estrepitosa caída de Perú, agrega , que al estar ligado a la humanidad, esa es la reacción. Nunca preguntes por quien doblan las campanas:” doblan por ti”.
Doblaron por Perú y su severo revés.
EL “FORLAN” DE LA TELEVISION
A ese queríamos ver, por lo menos, personalmente, al que sonríe, al que ayuda, al que colabora en el fútbol español. Y ese Forlán vino. Estaba y jugó. Notable. Me pareció fantástico que hiciese tres goles, el último metiendo la cabeza con categoría, hacer partícipe a sus compañeros, el “Cebolla” (como se extrañó este valor el otro día) y la figura de Bueno, con sus cosas, llegar al gol, de la manera que sea. Y lo hizo en dos oportunidades.
ERA MOMENTO
De no perecer con la corriente a favor. Si está en contra, bueno, ta. Pero frente a este Perú, de ningún valor a destacar, ni antes, ni durante, ni después, no era momento de perder.
Era, sí, momento de levantar el ánimo, de hacer goles, de jugar al fútbol, que de eso se trata y que los nombres se ubiquen donde juegan siempre y el sistema sea el que, generalmente, se ha practicado.
Se hizo eso. Cumplido. Era la última carpeta del examen. Si hubiese sido aplazada, lo lamento, el mundial lo veíamos por TV, una vez más.
Pero, ese momento lúcido, que le viene a los pensantes , que reconocen que se equivocan , llegó a tiempo.
Tabárez cambió. Gente y estrategia. Uruguay 6 Perú 0.
Ya sé, con uno menos, pero, ¿Qué más da? …
Después apareció Bueno por dos y cerró la inmensa alegría (¿porqué no decirlo si la sentimos?) del golazo de Abreu?
Misión aprobada . Festejo en su nivel. Ni ¡Pum para arriba!, ni ¡andáaaaa!
ES LA RUTA, SIN DUDA
Con algún retoque, variante o lo que quiera el técnico, pero con estos jugadores, la vía de acceso a Sudáfrica es la vista ante Perú. Sin la extraordinaria producción de seis goles, sin que le expulsen uno al rival, sin nada de eso. Pero nos estamos acercando a lo que se quiere o por lo menos a lo que hay que tener para ir al mundial.
Fuerza, talento, vergüenza, coraje, ubicación y suerte. Indudablemente esta es la ruta. Que habrá baches, por supuesto que sí, pero ahí está el secreto de estos hábiles jugadores que sabrán donde y como sortearlos.
De aquella primera y justa impresión después del partido contra Venezuela del “’’Ta brava la cosa” hasta este momento, se ha cambiado para bien.
Era hora.
Y con referencia a este chico Solano y su revólver en la tapa de un diario o algo así peruano apuntándole al corazón de la celeste, lo bueno es que le “lime” la mira, al revólver, claro, porque después de un 6 a 0, vaya uno a saber donde le dijeron que se lo metiera …
Bien. Con la seriedad de siempre. Sigamos concentrados. O como dicen los jugadores : “No ganamos nada aún …”
Uruguay cambió en todo. En actitud, en confianza, en los cuatro jugadores, Castillo, Bruno Silva, Cebolla Rodríguez y Carlos Bueno, en la figura, se estableción un 4- 3 – 3 y en definitiva, jugado por jugado, con un comienzo irregular empezó a tomar cuerpo el triunfo cuando Forlán, un Forlán parecido al de España, la elevó por encima de Butrón, de arranque nomás, a los 8 una tímida sonrisa apareció para los pocos uruguayos asistentes. Unas 25.000 personas. El 1 a 0 significó algo más. Puso en marcha un destino, luego de la triste gestión anterior. El destino de victoria, a como diese lugar.
MEJOR EN LA PLANTA BAJA
Porque como ya habíamos probado en el “penthouse”, con Venezuela, con más centros que pases, fue sumamente oportuno, el ver a Forlán, Bueno y el “Cebolla”, metidos a fondo en la idea del pase, de juntarse, de correr paralelo a la línea, de desmarcarse y en definitiva de hacer correr la pelota con la acción necesaria para desestabilizar a los peruanos, que venían con su esperancita, ¿por qué no? y una desagradable portada de un periódico en donde se vio al capitán Solano, pistola en mano, apuntarle al corazón de la camiseta celeste con un título “precioso” : “Matar o morir”. Linda tapita, eh …ahora saben lo que pueden hacer con ella. Bien.
Decíamos que mejor por abajo, porque hay con quien inventar cositas. Nada de fantasías, sino pasarse la pelota, Nacho González al Cebolla, éste para Forlán, Gargano metiendo lindo, otra vez Diego Pérez en dura tarea y brillante como ante la “vinotinto”, Silva corriendo y levantando la cabeza para colocarla donde correspondiese, cumpliendo la función, en fin, como que salieron las cosas.
Eso sí, por la” planta baja”. Nada que ver con el anterior. Cáceres tan bien que llegó hasta el área rival, Lugano volvió por su amor, pero no pudo ser y llegó segundo a los 37, Forlán de penal, enojadísimo Guerrero insultó hasta que le mostraran la roja, para evitar el sufrimiento de una goleada, seguramente que se vio venir.
Uruguay 2 a 0 y sin susto. El Uruguay “viable”.
¿POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS?
No escribiremos sobre la estupenda obra de Ernest Hemingway, que narra la vida de un hombre que tiene que volar un puente en plena guerra civil española, maniobra peligrosísima, pero es mucho más que eso, es que, si hay que morir (eliminados) por lo menos que se viva (se juegue) de verdad. Y es lo de Uruguay. No por volar el puente, claro , sino porque podíamos morír (en lo deportivo, claro) sino le ganábamos a Perú. Y debíamos “volar el puente”. Esto es, ganar así, con amplitud, con eficacia, demostrando que se puede y que no es utópico creer que Uruguay debe estar mejor en la tabla de posiciones.
Dice el escritor que cualquier “muerte”(derrota) de un hombre lo disminuye (en la obra) esto es, la estrepitosa caída de Perú, agrega , que al estar ligado a la humanidad, esa es la reacción. Nunca preguntes por quien doblan las campanas:” doblan por ti”.
Doblaron por Perú y su severo revés.
EL “FORLAN” DE LA TELEVISION
A ese queríamos ver, por lo menos, personalmente, al que sonríe, al que ayuda, al que colabora en el fútbol español. Y ese Forlán vino. Estaba y jugó. Notable. Me pareció fantástico que hiciese tres goles, el último metiendo la cabeza con categoría, hacer partícipe a sus compañeros, el “Cebolla” (como se extrañó este valor el otro día) y la figura de Bueno, con sus cosas, llegar al gol, de la manera que sea. Y lo hizo en dos oportunidades.
ERA MOMENTO
De no perecer con la corriente a favor. Si está en contra, bueno, ta. Pero frente a este Perú, de ningún valor a destacar, ni antes, ni durante, ni después, no era momento de perder.
Era, sí, momento de levantar el ánimo, de hacer goles, de jugar al fútbol, que de eso se trata y que los nombres se ubiquen donde juegan siempre y el sistema sea el que, generalmente, se ha practicado.
Se hizo eso. Cumplido. Era la última carpeta del examen. Si hubiese sido aplazada, lo lamento, el mundial lo veíamos por TV, una vez más.
Pero, ese momento lúcido, que le viene a los pensantes , que reconocen que se equivocan , llegó a tiempo.
Tabárez cambió. Gente y estrategia. Uruguay 6 Perú 0.
Ya sé, con uno menos, pero, ¿Qué más da? …
Después apareció Bueno por dos y cerró la inmensa alegría (¿porqué no decirlo si la sentimos?) del golazo de Abreu?
Misión aprobada . Festejo en su nivel. Ni ¡Pum para arriba!, ni ¡andáaaaa!
ES LA RUTA, SIN DUDA
Con algún retoque, variante o lo que quiera el técnico, pero con estos jugadores, la vía de acceso a Sudáfrica es la vista ante Perú. Sin la extraordinaria producción de seis goles, sin que le expulsen uno al rival, sin nada de eso. Pero nos estamos acercando a lo que se quiere o por lo menos a lo que hay que tener para ir al mundial.
Fuerza, talento, vergüenza, coraje, ubicación y suerte. Indudablemente esta es la ruta. Que habrá baches, por supuesto que sí, pero ahí está el secreto de estos hábiles jugadores que sabrán donde y como sortearlos.
De aquella primera y justa impresión después del partido contra Venezuela del “’’Ta brava la cosa” hasta este momento, se ha cambiado para bien.
Era hora.
Y con referencia a este chico Solano y su revólver en la tapa de un diario o algo así peruano apuntándole al corazón de la celeste, lo bueno es que le “lime” la mira, al revólver, claro, porque después de un 6 a 0, vaya uno a saber donde le dijeron que se lo metiera …
Bien. Con la seriedad de siempre. Sigamos concentrados. O como dicen los jugadores : “No ganamos nada aún …”