lunes, 23 de febrero de 2009

"ACERQUESE AL FOGON ..."

Escribe JORGE CROSA

Pasaron 26 años, nada menos que 26 años, para que Nacional volviese a ganar rotundamente por 3 a 0, justo al mismo rival, su homónimo del Paraguay.
Un triunfo perfecto, intachable, con chicos como Fernández, Lodeiro y García, además de sus compañeros, mostrando un juego vistoso y ganador como hace mucho tiempo no se ve en Nacional.
Sin embargo, por lo menos es lo que yo ví o lo que sentí, no hubo una gran repercusión en el medio. Pensarán, digamos, ¿Qué se van a agrandar los botijas?. No creo.
Más bien pasa por el temor de decir las cosas como son, porque fueron tan bien hechas que, acaso, no lo creeemos.
Nacional jugó notable. Y no me vengan con que el rival es de cuarta, porque ese verso, cada vez que un equipo uruguayo le gana a otro, ese otro siempre es horrible.
No. No es así. Es el mismo conjunto paraguayo que venía de hacer una buena perfomance en Buenos Aires contra River Plate, con un gol sumamente discutido de los millonarios.
Ahora si nosotros no estamos dispuestos a aceptar el progreso observado en el grupo tricolor y lentamente en otros jugadores y equipos, eso es otra cosa.
Si seguimos tirando de la cola, si continuamos con el palito en la rueda, con que la culpa la tiene fulano, que la crisis es espantosa y mezclamos los tantos, entonces, no hay vaina que nos venga bien, por no recordar lo burdo de la “Parda Flora …”
Si Nacional sigue jugando de esa manera, estamos en presencia de una modificación sustancial en el sistema, con esos jugadores y con los que los siguen, no solamente en el equipo de Los Céspedes. Más allá del empate con Juventud, que jugó muy bien y el marcador se ajustó a la realidad.
Pero hay que creer. No hay que decir tonterías para hacerse el distinto y “jugarse” un “esperá, ya vas a ver cómo se caen estos …”. Porque partidos malos siempre van a tener, sin duda.
Agrego, porque es necesario, el domingo, por la mañana, lloviendo “todo” aparecieron también , pibes de River y de Racing. Y anduvieron muy bien. Y debemos esperar aún el trabajo de Víctor Púa, con dificultades, en las formativas de Peñarol.
Pero hay que darle impulso a la fe y estar de acuerdo en que es posible algo más para nuestro fútbol.
Sin embargo …sugestivos comentarios, con el mismo cuento de siempre, son lapidarios.
Lo que decía anteriormente, hay una creencia que “lo uruguayo ya fue …”
Típico argumento panfletario de pésimos informantes porque ni periodistas son. Bueno, alguien les habrá dicho: “M’hijo mire que usted es periodista, eh …”.
Categoría, clase, jerarquía, sentido de ubicación, lectura, ilustración, cultura general, libros,los de texto, no tanto internet, conocimientos básicos, estudios continuados multitemáticos, creatividad, talento, ingenio, memoria y algunos otras virtudes hacen decir, por ejemplo, que “ése” es un periodista, de la misma forma que la cancha y las virtudes hacen al jugador.
“Je … esperá un poco ya vas a ver cómo se desinfla éste Nacional, esperá …”
En fin, hay gente que realmente se la cree. Le estalla la soberbia por todos los poros.
La ignorancia y muchas veces, el poder, crean, como el aviso, a éstos “inútil sin referencia”.
Una pena. No. Varios con pena. Pero la gente sabe. Y eso es lo bueno. Los identifica sencillamente hace ya mucho tiempo.
Y lo interesante es que creen que saben todo de todo.
Así que, mi amigo, venga, acérquese al fogón ( de nosotros, los imperfectos) de los que todavía creemos que hay buenos y muy buenos jugadores uruguayos y que se puede llegar a lo que fuimos y que no sabemos todo de todo …que seguimos aprendiendo día a día.
Tanto Nacional, como Peñarol, como Defensor Sporting, acaso Danubio, ¿por qué no?, puedan estar en ese envión.
Sí, acérquese al fogón, recordemos aquellos equipos y jugadores ganadores y sin comparar, no vale la pena, aguardemos un alegre futuro, con victorias, muy cercano para estos botijas y por consiguiente para los uruguayos.
(Respetando siempre a los que saben “todo”, porque estuvieron en “todos” lados y son amigos de “todos”, de” todos los cracks” , lógico …)
“Todo dicho”. (La pobre gente, de Florencio Sánchez)