Escribe JORGE CROSA
Se fue el 2008, adiós. Bienvenido el 2009. Momentos de sonrisas, de festejos, de alegrías (en algunas áreas del mundo no tanto, lamentablemente, por ejemplo en la franja de Gaza), tema duro, de orden religioso, político y demás en los que deben intervenir otros poderes de los que, nosotros, nada podemos hacer, sino ver y lamentar este tipo de conflicto, no solamente el citado al comienzo.
Mientras tanto, por aquí, por el sur de América, los uruguayos le hemos depositado la confianza plena a un hombre que tiene las potestades para “acomodar” el puzzle del fútbol uruguayo. Menudísima tarea, cuasi improbable, aún con la capa de Supermán o los hilos que salen de la muñeca del Hombre Araña.
De cualquier manera, el Dr. Corbo asumió esa responsabilidad. ¿Qué debemos hacer nosotros? Ayudar, colaborar, trabajar en pos de un deporte que se vino abajo hace ya muchísimo tiempo y no tiene levante.
Descendimos en todo nivel y lo muestran los resultados. La vieja frase, que nace en el 88 – “No le ganamos a nadie “– después del último triunfo internacional tricolor allá en la fantástica Tokyo, vuelve a la memoria de los uruguayos cada vez que nos eliminan de la Libertadores, de la Sudamericana y de cualquier campeonato que inventa la Confederación.
Esto es, no figuramos en nada.
Estimado Dr. Corbo: Usted tomó el timón de un barco a pique. Si tiene colaboración, si dejan sus pares las envidias, los celos, los intereses creados, las ventajitas de local y visitante, los puntos por violencia, la locura en general, el descrédito( en algunos casos con justificación plena) de los propios jugadores para con sus dirigentes, el retorno a la calma real y no fantasiosa, el volver a figurar internacionalmente como se debe, como corresponde, porque a cartas vista, ninguno de los “grandes campeones” de la Libertadores o del otro invento, la Sudamericana, son mejores que un correcto equipo aurinegro (en formación) o un tricolor con jugadores de muy buen nivel, o el violeta que siempre arrima pero le cuesta llegar al disco, el mismo Danubio, luchador al máximo, pero se queda sin aire al cierre y las promesas, siempre auspiciosas de Liverpool, de un sorprendente Racing, de un Wanderers que arranca con todo y pincha en la quinta etapa.l
En fin, tenemos material para figurar entre los “fénomenos” americanos, que no son tales . Vea usted el triunfo de Tigre ante Boca, un Boca apagadito, sin luces, sin creación, sin nada y salió campeón igual.
También obsérvese que el campeón de la Libertadores fue la Liga Deportiva de Quito. Un buen equipo, un gran entrenador, como el Patón Bauza y alguna figura que desniveló y el trofeo para ellos.
Entonces, que poder se puede, no tenemos duda alguna.
El tema es ponernos de acuerdo, primero en casa, (difícil para Tauro), pero póngale Dr. que usted pueda con la ayuda de todos, aún cuando siempre hay alguno que no le gusta donde está el florero … pero, bueno, lo cambiamos de lugar y ya está.
El asunto es volver a ganar y basta. Que la Mutual no tenga más problemas de cobros, de premios y esas cosas, que los jueces arreglen su trabajo como debe ser, nivel y jerarquía, son elementos básicos para la reconstrucción del mundo de la pelota. Que los clubes no lleguen con el último peso a pagar para poder jugar, cinco minutos después. Que se respeten los derechos de los protagonistas principales, esto es, los jugadores. Que se revise, a fondo, si sigue siendo viable un campeonato con tantos equipos en la división profesional, lo que, para nosotros, ya es un disparate, como lo fue siempre y nadie le encontró la vuelta al tema.
Menos equipos en la primera profesional, básico, trascendental, indiscutiblemente lógico.
Pero, no le han encontrado arreglo. O no han querido.
El crear un torneo creíble, no una farsa de telenovela, que termina cuando está en lo mejor, para empezar otro capítulo, vaya uno a saber cuándo, tipo novela de Agatha Christie, en la que uno creía siempre conocer al asesino hasta que la talentosa escritora británica , con su formidable personaje, Hércules Poirot, que adivinaba todo, gracias a sus “células grises”, nos mostraba lo contrario.
Pues bien, Dr. Corbo, ésta no es una carta abierta, es un editorial de atención y de colaboración directa. Cuente con nosotros. Claro que si erra un penal, se lo vamos a recriminar, como debe ser. No practicamos el “correveidile”. Eso sí, un humilde consejo, hay que “higienizar el rancho” , incluso “gente que anda en la vuelta” y siempre cree tener razón, que no le “cabe” nada y se dicen, dirigentes y/o cronistas, comunicadores o que se yo. Porque de periodistas, ni ahí.
Hace un tiempo, en nuestra comunión periodística con Víctor Hugo, (indiscutido “uno” acá y allá) en Radio Oriental, aquí en Montevideo y en Radio Continental de Buenos Aires, decía “el Nene” , familiarmente para nosotros) : “balas que pican cerca …” refiriéndose a un tiro amenazador, bueno, aquí ya dejaron de “picar cerca” para ni siquiera picar. Esto en lo que se refiere al juego en sí. En cuanto a los personajes, bueno, si de calidad, talento, categoría, jerarquía y trayectoria hablamos, pase a la otra página, Doctor. Rápido.
En la cancha y en los escritorios, me refiero. Claro que no son todos los malos de la película.
A ver si me explico: la película es mala.
Cambie el libreto, mueva las piezas de este ajedrez fatal, mándese una jugada a lo Fischer, de esas magistrales y que Dios lo ayude.
Y le digo esto porque no veo ningún “creyente” a la vista … ¿me explico?
Mejores cosas no le puedo desear, estimado Dr. en el comienzo del 2009.
Ahhh, me olvidaba, suerte, muchísima suerte.
La va a precisar, seguramente. Porque como en la película “Testigo de cargo” (seis nominaciones al Oscar de la Academia) ¿ se acuerda, aquella con Tyrone Power? ), nadie va a testificar en su favor.
Sépalo desde ya.