Escribe JORGE CROSA
¡Fobal y carreras! ¡Diarios!¡Diarios!
Este grito perdido en el tiempo, perteneció a una época uruguaya, aunque a la muchachada de hoy les cueste creer. Así se vendían los diarios, que eran, el alma informativa de los montevideanos.
Cincuenta años atrás, días más, días menos, nos enterábamos por la radio y por los diarios. Y pará de contar. No existía “la internet”, ni la tecnología que hoy te abruma, pero, hay que reconocer, ayuda de manera fantástica a un aprendizaje más célere a la gurisada.
No sé si de mayor comprensión, que eso es otra cosa, pero que están informados y que debieron estarlo, de eso, no hay duda, con todos los medios que hoy se tienen al alcance para el estudio, para la información, pa’ lo que guste mandar.
También fuimos dueños de la pelota, hace mucho y en el tiempo. Cuando el fútbol uruguayo era un ejemplo de clase y categoría.
Hoy la realidad marca otra cosa. Se anda en la vuelta de cómo se debe dirigir, de los reglamentos, de los campeonatos, de la gente que trabaja, esto es, de los dirigentes.
Después pasamos al rubro jugadores, su rendimiento, su lucimiento en el exterior y su participación en la selección nacional, por ejemplo, algunos claros ejemplos disímiles y todo porque hay que volver a explicar lo de siempre, una cosa es jugar en Europa con los compañeros de un equipo tal o cual y otra es formar una selección, que es totalmente diferente.
El seleccionador no es el técnico de todos los días.
El grupo, ya sé, eso les pasa a todos, no es el equipo europeo, que viene a ser el caso nuestro, de todas las jornadas.
Sin nombres, sin decir tal o cual equipo, uno se da cuenta que no es lo mismo que antes y jamás será igual.
Ese es el tema. Si “enganchamos” un buen grupo, parejo, rendidor, solidario, vamos a estar en Sudáfrica. De lo contrario no. Clarísimo.
Porque, ya nada es como antes, ya los diarios, ni las radios son lo único que tiene el mundo para infomarse. Todo avanzó. Y quiera que no, la vida del deportista, limitada ella, le dio un empuje económico formidable que, en otros tiempos, jamás pasó por la cabeza de ningún futbolista.
“Ya nunca me verás como me vieras,
Recostado en la vidriera
Y esperándote.”
Versos de Homero Manzi, en Sur, que se aplican a esta realidad. Ya fue aquello.
Esto es lo que tenemos hoy. Como lo comentamos en su momento un gran desajuste por donde se le mire y es bravo arreglar el rancho, cuando se llueve y te entra la “humedá”.
Pues, en eso se está. Tratando de corregir desde arriba hacia abajo. Todos debemos apoyar. Periodistas, dirigentes, protagonistas de donde sean y los jugadores, claro está.
Pero no será sencillo. No es una advertencia pesisimista. Es la auténtica realidad.
Ya nos enteramos de todo, por todos los medios. De las verdades y de las mentiras, por supuesto. De lo sucio y de lo limpio. De quien quiere ayudar y aquel que dice que “va a dar una mano”. Ya sabemos, de repente, antes que pasen las cosas.
Los medios informativos de hoy,nos ponen alerta de todo.
Se está edificando algo por la AUF. ¿ Qué tal si esperamos y no le ponemos el palito a la rueda antes que comience a andar?
¡Diarios, fobal y carreras! Ya fue. Y lindo, pero fue.
Hoy hay que aceptar y vale, por supuesto, la tecnología.
¿ Cuesta mucho ser inteligente o hay que nacer con esa facultad?
Antes íbamos a los mundiales sin siquiera pensarlo. Hoy no. Antes venían extraordinarios equipos europeos para los tornes de veranos y les hacíamos partido, el Dínamo de Zagreb, el Real Madrid, todos unos fenómenos, no sé, por nombrar algunos que dieron su vueltita por Sudamérica. Hoy es bravo que vengan. La plaza se vino abajo.
Es tiempo de reconstruir. ¿ Se podrá?
Es cuestión de talento. No de vichar el horóscopo.