(Cuento cortito pa’l trote del corazón …)
Por Jorge Crosa
PERSONAJES
Don Pepe, El “Mugre” y el “Dotor”.
UNICO CUADRO
Un pueblo del que todos conocemos, un boliche, la clientela de siempre, el chamuyo de todas las horas, de todos los días, la misma radio y el “tema del día”, que no es otro que el tema de siempre …
DON PEPE( dueño del boliche) - ¿ Viste que el Petiso anda como bala, parece que encontró un buen negocio y le anda bien, que suerte, yo lo conocí sin un mango y ahora anda volando, menos mal y por derecha, ¿eh? … es laburante el hombre …
EL MUGRE: Pero Don Pepe, ¿usted se la cree? Aq uí, en este pueblo, nadie hace nada por derecha. Andará metido en algún negocio sucio, como todos. Hagame el favor. Mire si el Petiso le va a ir bien, por favor ….
DON PEPE: Pero usted no deja títere con cabeza. Deje vivir, hombre, ¿sabe qué? Me parece que la envidia lo está matando. Esa idea que no podemos ser nada, ni podemos salir al frente porque en algo jorobado tenemos que andar. ¡Hagame el favor!. Mire que es embromado ser envidioso, lo peor es que ni sabe lo que hace y ya le anda tirando tarros de basura por encima, pero que cosa bárbara, Mugre …
EL MUGRE: A mí me dijeron, que le dijeron, al Huevo, el de la panadería, que el Petiso, se metió no sé con quien en que negocio y todo por zurda, ¿vio?. Me contaron que andan de noche, reuniéndose y vaya uno a saber.Aquí se sabe todo, Don Pepe, no crea en milagros, si nacieron para pito no llegan a corneta .,..hagame caso. Guambia que viene el Dotor, aflojemos, hablemos de cualquier cosa … que no se entere …
EL DOTOR: Buen día, gente. ¿Cómo anda Don Pepe? Y vos, Mugre ¿ siempre igual, no haciendo nada y hablando mal de los demás? Je …. Un cortadito, por favor.
DON PEPE: Como no, Dotor. No, mire que no estamos hablamos mal de nadie, pero, usted sabe, cómo es esto, el Petiso anda en la vuelta con plata y no me va a decir que está todo bien …
EL DOTOR: Don Pepe, escucheme bien, el pueblo es chico y se sabe todo. ¿No le parece que pueda haber gente que haga las cosas bien y “saque la cabeza”?. Lo que que pasa es que en el pueblo hay poco de que hablar y mucho para criticar. La gente es así, no toda, felizmente.
EL MUGRE: Usted porque lo asesora, vamos. Yo sé un par de cositas …
EL DOTOR: Cuente …
EL MUGRE: La plata no es bien habida, hay alguna cosita podrida, eso fue lo que se comenta y ….
EL DOTOR: ¿Quién se lo dijo, de donde lo sacó, quien se lo contó, Mugre? Pero a usted no le viene bien nada. Si tiene porque tiene, si no tiene es un nabo, ¿y usted … porqué le preocupa tanto la vida del Petiso?
EL MUGRE: Porque me da bronca que el tipo, que es de acá a a la vuelta, nomás, haya encontrado una manera de hacer algún mango y nosotros que estamos siempre en la vuelta, nunca pase nada, ¿me entiende? No es envidia, mire, es que no puede ser, no lo puedo creer, hay sucio tiene que haber …
DON PEPE: ‘Ta pronto el cortado, dotor …
EL DOTOR: Le explico. Usted tendría que ser más cauteloso cuando habla de los demás. Que hay de todo en la viña del señor, se lo reconozco, pero cuando alguien hace las cosas bien y es del barrio, hay que estar contentos, que es de acá y anda bien, mire, Mugre, la envidia, esa pasión egoísta que usted tiene, como unos cuantos, que no permite la felicidad ajena, usted lo toma como si el Petiso fuera un ladrón y un malviviente. Usted, Mugre, lo tiene que tomar como lo que es y no andar diciendo disparates por ahí, que le andan llenando la cabeza de guarangadas, sólo porque al hombre le va bien.
Ese egoísmo suyo, Mugre, lo veo no como un bien que debemos aplaudir o imitar, en la medida que podamos, haciendo el mismo esfuerzo, sino que usted, lo ve como un mal que lo reprime y lo rebaja, porque se siente menos y porque se siente inferior.
Esa es la verdad, Mugre. Usted piensa mal por egoísmo, por no poder ser cómo el Petiso, que hizo bien los deberes y usted le tomó bronca, porque no aguanta, por su mísera condición humana que las cosas, a la gente bien, le vaya bien.
Y ya me extendí demasiado. Don Pepe ---¿me caliente el cortado que se me enfrió?
DON PEPE: Sí, Dotor, ¿ usted sabe que lo estaba escuchando y me quedé pensando (de vez en cuando lo hago) y ‘ta bien lo que dijo sobre la envidia. Todo el mundo habla del Petiso y le quieren encontrar alguna cosita, que aquello, que esto, que lo otro y y me pregunto, ¿no? , si los que él hace trabajar están encantados y hablan maravillas, ¿no puede ser un mal tipo, no o estoy equivocado, Dotor?
EL DOTOR: Déjela ahí, Don Pepe. No sea cuestión que Mugre que se ponga malo y ande diciendo por ahí lo que estamos hablando aquí, cosa que es frecuente en él, ¿?verdad, Mugre?
EL MUGRE: ¿ Yo, Dotor? … ¡ A mí que me importa! Cada uno en lo suyo. Yo hago lo mío, laburo de sol a sol y mire como ando en este pueblo de mi…. Hagame el favor. Mire si me voy a andar preocupando de los demás. A mí me cuentan, porque saben que soy un hombre de laburo y de bien, si no no me dicen nada, Dotor …¿me entiende?
EL DOTOR: Siga en lo suyo. Un día, Mugre, algunas “parientas” de la vida, se van a encontrar con usted y alguna cosita le van a decir, como a unos cuantos que andan en la vuelta, metiendo cizaña y haciendo daño. Esas “señoras” de la vida son Doña Antipatía, La aversión, el Loco Odio y la más rebelde de todas, Doña Venganza …
Pero a mí no me haga caso, siga en la suya, Mugre, no soy quien para meterme en su vida …
EL MUGRE: Je … mucha letra, como siempre. Vamo’ a ver al final quien tiene la razón …ahhh, Dotor, ¿tiene un cien que se lo devuelvo el viernes, puede ser?
DON PEPE: Pero, Mugre, usted no tiene vergüenza, ¡cómo lo va a mangar al Dotor, hombre!
EL MUGRE: Son cien mangos, pa’ un hombre como el Dotor, no pasa nada.
EL DOTOR: Tome, Mugre, no pa’tanto lío la cosa. Bueno, me voy a trabajar, ‘ta luego …
Don Pepe recoge el pocillo, limpia el mostrador y escucha al Mugre:
EL MUGRE: ¡Mire que es miserable este Dotor, eh, le pide cien mangos y me dio cien nada más, qué microbio!
…………
(Cualquier personaje o situación con la realidad es pura coincidencia …)