ESCRIBE JORGE CROSA
La zurda.
Con la única pierna que jugaba. La derecha ni para caminar. Así y todo, el querido Emilio “Cococho” Alvarez, defensor tricolor y declarado “Mr. Wembley”, en el año 1963, en Inglaterra, en un combinado mundial, fue un crack en todo sentido. Pelé dijo clarito: “ Este hombre fue el que mejor me ha marcado …”.
Palabra del fantástico Pelé.
Cococho, con quien charlábamos en algunas ocasiones en la Avenida Rivera, frente al Zoológico, sobre todos los temas del mundo de la pelota, “pidió pase hacia ése otro mundo” al que iremos todos.
Fue un fenómeno en todo el sentido de la palabra. Recostado sobre la izquierda, pegado o no a la línea blanca, era impasable. Su clase recorrió el mundo, de allí el apodo que le adjudicaron los ingleses. Bien ganado lo tuvo.
Su vida personal, no fue tan grata, como la futbolística. Pero, esas cosas, le pueden pasar a cualquiera. No se liga y mala suerte. Todo lo bueno que se es en la cancha, no se puede cristalizar fuera de ella.
Lo ayudaron, le dieron una mano, se fue al exterior, Venezuela su destino, pero la vida no lo acompañó como él se merecía. La clase que tenía en el campo, jamás apareció fuera de una cancha. No tuvo suerte. Muchos años afuera, sin futuro, perdiendo familia hasta que llegó el momento de un regreso al Uruguay, en donde tampoco anduvieron bien las cosas.
Lo dicho: un crack en la cancha, un hombre sin fortuna fuera de ella. Uruguayos le dieron trabajo, pero los temas de salud lo complicaron. Todo mal.
Pero no quiero escribir sobre su calvario, sino sobre su gloria. Sobre lo grande que fue defendiendo a Nacional y al fútbol uruguayo. Un genio que dominó a Pelé.
¿ Le parece mentira o poco? Es todo verdad y mucho, mi amigo.
Se nos fue Cococho. Pero no su imagen de vencedor, de buena gente, de amigo, de profesional con categoría para ser campeón de todo.
Eso va a quedar para enseñarles a quienes hoy están en el campo, “así marcaba Cococho” … y en una sola pierna. Increíble. De allí lo de fenómeno.
No exagero.
Un crack y “manejaba” una pierna, un cerrojo, un candado, una puerta imposible de sortear. Así era la “zona de Cococho Alvarez”.
Un adiós a un gran futbolista. Buena gente. Humilde, como todos los de “antes” … simpático y un caballero.
El adiós a Cococho, a un estilo, a una manera, a una increíble forma de jugar, de ser figura, en una pierna …
La zurda, Cococho, la zurda …