Escribe JORGE CROSA
No encontramos el camino. Los mismos jugadores lo saben. El cuerpo técnico también. La gente, nosotros …
Se puede o no estar de acuerdo con Tabárez con algún futbolista, colocación en campo o lo que fuere, lo que no es pensar que no ha hecho todo lo posible porque cambiar esta tortuosa ruta que nos aleja del mundial.
Cuando se pierde o pasan estas desgracias deportivas, la gente siempre cree que los mejores son los que no están. No es así. Es una trampa que nos hacemos para justificar que se podía haber hecho otra cosa y no se hizo por culpa del técnico y otras yerbas. Es un viejo, conocido y grave error.
Están los mejores, sin duda. Acaso se podría discutir citaciones de último momento por rendimiento actual, caso Lodeiro y un par de futbolistas más, pero, pare la mano, hasta aquí llegó mi amor.
Hay, en estos momentos, un dominio notorio de la mediocridad (no sólo en Uruguay) sino en el fútbol sudamericano, que hace que Brasil gane con notorias dificultades, pero es Brasil, dirá usted y está primero y va a Sudáfrica. Correcto. Mientras tanto, sin buscarle ninguna explicación racional a las malas actuaciones que hemos tenido, tanto Chile, Paraguay, Argentina y Ecuador han perdido cuatro partidos al igual que nosotros.
La cosa es que Chile ganó 8, Brasil 7, Paraguay 7, Argentina 6 y Ecuador 5.
Ese es el asunto. Y nosotros 4. Ta. Y con sufrimiento y problemas y discusiones y dramas (deportivos, nada más que eso) y sin encontrarle una solución al asunto del fútbol asociación.
¿Después de 14 partidos vamos a discutir si tal o cual jugador está mal citado o falte una figura gigante que desnivele, hoy o desde el inicio, nuestra posición en la tabla?
Como no tiene una explicación racional, jugando con los mejores y respetando que algunas selecciones han mejorado, Chile y Paraguay, sin duda, otras se han mantenido en su nivel bajo o alto, Perú, Bolivia y las demás, tipo Venezuela, Ecuador y Colombia, buscan algo más, todos “vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo, todos manoseados …” dijera el gran Discépolo.
Y la diferencia, claro, es Brasil, como siempre, que sólo cayó ante el fortísimo Paraguay 0-2 y luego se tomó la revancha 2-1. Pero hablamos de los mejores, junto al sorprendente Chile, de la mano de un conductor excepcional como Bielsa y una manera diferente de planificar los juegos de los chilenos. Y con los mismos muchachos. Estrategia, técnica, táctica, llámele como quiera, pero este Chile, junto a Paraguay, son los equipos destacados de la eliminatoria hacia el año próximo. Los demás, por su trayectoria, ya los citamos.
¿Y qué pasa con nosotros? Una irregularidad enervante, un rato sí, otro no, también se puede hablar de suerte (pero no voy a citarla porque les cabe a todos los demás), lo cierto es que hemos tenido una tarea sumamente despareja y sin sorpresas, además de esos goles, que los mismos protagonistas, dicen que no comprenden cómo fueron.
¿Callejón sin salida? No. No vamos a arriar el poncho en plena pelea.
¿ Ya estamos afuera? No. Por lo tanto, en estos cuatro partidos, Perú y Ecuador de visitante y Colombia – Argentina de locales, hay que “echar el resto”.
Lo que digo no se trata de una “voz de aliento” desesperado y sin fundamento, sino de una realidad, por todo lo visto en nosotros y en los demás que pelean su lugar.
Que esperábamos más, muchísimo más, no tengan dudas. A esta altura le diría que, en el orden personal, ya estábamos clasificados o a ventaja mínima. No fue así.
Entonces, en el fútbol, como es parte de todo, “si la cosa creída es increíble, también es increíble que … lo increíble, pueda ser creído”.
Estado de situación a cuatro partidos de Sudáfrica: ciertamente dudoso.
Vuelo demorado ...