“Presta atención porque el camino se abre una vez nada más. Tómalo. No mires atrás. La vida es sólo para los valientes.”
Escribe JORGE CROSA
Mientras la historia guarda otro clásico para Peñarol, será estadística mañana y a nadie le preocupará en qué condiciones llegó uno y otro, sino el resultado, como tiene que ser, esta semanita “tiene ese qué se yo …” que la hace extremadamente picantona y vivaz.
Como una primera cita, a pesar de las innovaciones de hoy de la red, de Internet y esas “electrónicas conquistas”: hombre mayor busca mujer o el chateo televisivo, (inteligentes abstenerse).
Semanita de comentarios sobre las chances de River Plate, de Peñarol, de cómo alcanzó el pingo aurinegro cerca del disco, a fustazo limpio, de cómo cansado y herido cayó el tricolor, de cómo salió campeón Defensor Sporting del que poco se habla, pero es el campeón de la tabla anual y según el Polilla:” Antes era diferente, ahora no ganamos nada”.
Días que nos irán arrimando a un River Plate y Wanderers, el encuentro de toda la vida del Prado y de un alegrón Peñarol contra el único que entendió cómo era la cosa del fútbol nacional en su integración como Tacuarembó.
Que semanita, compañero. Como en tiempos de elecciones. Habrá que andar repartiendo listas a ver si se puede convencer a la gente con los nombres y sus trayectorias.
¿Se acuerda que dijimos sobre Peñarol que no “rompieran los boletos”? Se dio.
Y de River ,¿qué decir?. Que son los botijas que han jugado mejor el campeonato, que sufrieron tropezones, que tendrán que bancar aquello que dice.” Ja … botijas ganan partidos, hombres ganan campeonatos”. ¿Será así?.
Solo 180 minutos separan a estos dos equipos (salvo algún hecho excepcional que no creemos que ocurra para saber quién es el campeón del Clausura).
Los botijas de Carrasco con su revolución goleadora o la experiencia de los Olivera, Bueno, Estoyanoff y compañía , que encontraron, por lo menos en el clásico el sendero de la victoria y una ilusión casi perdida.
En este final dramática, a cuento llego con una lectura que nos gusta, de sus tantas publicaciones, como el notable autor Paulo Coelho, el brasileño con su Manual del Guerrero de la Luz.
Dice el notable escritor: “ El guerrero de la luz (define así al hombre en su plenitud) debe recordar siempre las cinco reglas del combate, escritas, por Chuan Tzu,( filósofo y místico chino, hace …3.000 años (ayer, de tardecita …¿no?)
LA FE
“Antes de entrar en una batalla, hay que creer en el motivo de la lucha”.
Aquí las cosas han puesto a los botijas de Carrasco en la creencia sí o sí sobre esta sentencia. Lo han demostrado con goles, con elegancia, con jugadas de primerísimo nivel, sorprendiendo a propios y ajenos. Más que una revelación, un gusto verlos jugar, una esperanza fantástica en el futuro que los uruguayos tenemos siempre, en cada campito que va quedando, en cada esquina de un barrio cualquiera, con cualquier gurí pegándole a la globa. Una renovación increíble pero que, felizmente, se sigue dando. Y … sigue dando criollos el tiempo.
Por el lado de Peñarol, miles de pasaportes que han dado la vuelta al mundo, dan muestra de su fe, de su historia, de su clase, de su estirpe. Ese es Peñarol. Eso es Peñarol. Enfermo, herido, a los empujones, pero es Peñarol. También sé que si no le toca, no le toca, como viene sucediendo hace ya unos cuantos años, pero las vitrinas muestran quien es y todo lo que significa en el fútbol uruguayo.
EL COMPAÑERO
Dice Coelho: “ Escoge a tus aliados y aprende a luchar acompañado, porque nadie vence una guerra solo”.
¡Si lo habrá entendido Carrasco que juntó a los pibes, hizo un puñado de ilusiones, les metió la idea que se podía, que los compañeros son así, compañeros, que hay que luchar desde el silencio, bien de abajo, sin hacer mucho ruido pero llegar a tocar en la orquesta de los campeones. Es todo para los pibes, es llegar, es la culminación de la carrera, aquella que pareció imposible pero que están a 180 minutos de esa bandera que se agita, como en el ciclismo, a cuadros y que te marca la victoria plena. Eso es River. Todo idea, todo fútbol, todos compañeros, ninguno solito …
En Peñarol ya lo saben desde siempre porque es una leyenda el compañerismo. Los vestuarios de tantos años por el mundo le han dado sonrisas y tristezas. Ecos de victorias épicas resuenan por los túneles del mundo que conducen al campo. Acompañados, siempre, creyendo, siempre.
EL TIEMPO
Narra el escritor brasileño: "Una lucha en el invierno es diferente a una lucha en el verano. Un buen guerrero presta atención en el momento de entrar en el combate."
Aquí el paralelismo traza una perspectiva amplia para River Plate, que, en conocimiento de sus iniciales limitaciones, ahora ve cómo se transformó aquel pregón, aquella arenga, en tiempos de sequía, para verse hoy en unas finales impensadas, pero conquistadas con valentía, con la gallardía y la audacia de los valientes, de los que quieren, de los que no se entregan. Se inició en el invierno y le llegó el verano y se dispuso a entrar en el combate final.
Peñarol, conoce las estaciones. No le ha ido bien últimamente. Los achaques del tiempo lo han vencido por momentos y dejó su lugar, ese sitial de privilegio de siempre, por algunos años. Años que han dolido, que casi le hacen olvidar lo que representa su nombre. Pero busca, con esta reacción olvidarse del invierno y vivir el verano de la recuperación.
EL ESPACIO
“No se lucha en un desfiladero de la misma manera que en una llanura. Considera lo que existe alrededor y la mejor manera de moverte”.
En el caso de River si lo sabrá. Porque son de los grupos peregrinos que viajan de cancha en cancha, que van de aquí hacia allá, todo cerquita, pero todo distinto. Cada escenario es diferente, tiene sus cositas. River , éste River ha ganado en todos los pagos y mostró su inalterable presencia goleadora y vencedora.
A Peñarol le ha costado muchos años de silencios el desfiladero. Ha permanecido en él durante mucho tiempo. Demasiado. En estas dos semanas, peleará en la llanura, por derecho propio.
LA ESTRATEGIA
Finaliza Coelho: “ el mejor guerrero es aquel que planifica su combate”
Aquí llega la transformación del orientador. El que manda, el que ordena tal o cual movimiento, las jugadas, la intuición habilitada para que cada joven de River sepa cómo resolver el tema. Los deja solos, pero los contempla y los junta para decirles el por qué, el cuando, el cómo. Carrasco es un estratega de un tiempo nuevo. Y cree en su trabajo. Los resultados demuestran la razón de sus dichos. Falta la llegada. El ver la bandera. El disco. La línea de sentencia. Lo hizo todo para cruzarla victorioso.
En Peñarol se produjo el cambio. Saralegui transmitió optimismo, una fe perdida, vaya uno a saber el porqué, pero Peñarol retomó la senda. Los jugadores con prestigio se sacaron la mochila de la tristeza y le pusieron sonrisas, goles y esperanzas a la casaca del tiempo. Acaso no haya sido estrategia, sino fuerza moral y anímica. Con la potencia de la historia misma.
Entonces, tanto para River Plate como para Peñarol, les digo que hay un camino. Llegan de manera diferente.
Hay que encontrarlo. Es el camino de la victoria plena.
Presten atención botijas de River e históricos de Peñarol porque el camino se abre una vez y nada más.
Tómenlo y no miren atrás.
La vida( el triunfo) es sólo para los valientes.
En cualquier tiempo, con cualquier edad.
