martes, 9 de marzo de 2010

¿PELOTA INTELIGENTE...?

Escribe Jorge Crosa

La IFAB (International Football Association Board), constituìda por las cuatros federaciones del Reino Unido más la FIFA, resolvió no innovar en materia tecnológica con respecto a la línea de meta.

Esto es, un rotundo no a la “pelota inteligente”, con sensores especiales que captarían si el esférico entró completo, la mitad, un cuarto o no, dentro del arco y de inmediato se modificaría su color, póngale rojo, si es gol, o sin cambios de tono, si no entró y “siga el juego”.

Nos parece perfecto y mucho más en estos especiales momentos en donde la tecnología debe y es necesaria aplicarla en todo, pero, obsérvese que en esto del fútbol, no sería, ni es conveniente.

Les explico el porqué de inmediato. Con los adelantos que existen, ¿alguien duda que, con un control a distancia, según el momento y cuando llegue el balón a la línea, un circuito altamente sofisticado “nos haga creer que la pelota entró” y no fue así, sino el producto de deditos informáticos muy bien entrenados en algún lugar de la tribuna o ¿ por qué no?, fuera del escenario, ya que existen tantos adelantos para el bien … como para el mal.

Entonces, convengo en que el aspecto humano tiene más que ver en éste asunto que la tecnología. Por la duda, que también puede existir en el hombre, por supuesto, pero lo tengo ahí, para preguntarle, para sancionarlo, para discutirle. Con la tecnología no puedo hablar, ni cambiar opinión. En general, nos gana siempre.

Además, esta sutileza que trazo, desde el punto de vista estrictamente tecnológico, no es ningún imposible.

Y NO ES POR VER MUCHA TV, ACLARO …

Ni tampoco (si usted ve televisión, sabrá) “me desmayé” 2 minutos 17 segundos como en la serie FLASHFORWARD y vi más allá de seis meses lo que sucedía en el mundo. Es el motivo guía de la serial. No. No es así.

Es el sentido común que me hace pensar en la peligrosidad de los aparatitos técnicos que pueden modificar una vital acción de juego, con el principal elemento del fútbol, la pelota.

Por otra parte, agregar uno o dos colaboradores a la cuarteta de jueces, no sé si asegurará mayor protección y menor porcentaje de errores, pero se trata de seres humanos y no de irreconocibles aparatos que pueden cambiar el resultado de una jugada, con sólo apretar un botón. Y no es una película de ciencia ficción, ni tampoco una versión trasnochada del avance de la tecnología en el fútbol.

Ya bastante tenemos con las equivocaciones conocidas, como para agregarle una suerte de tecnicismo perverso en caso de ser usado con una finalidad tramposa.

Los “agregados” colegiados ya se probaron en la Copa Uefa. En el próximo Congreso se darán los resultados si son útiles estos hombres o no.

“PELOTA INTELIGENTE …CHIP, CHIP …”

Pero, “pelota inteligente”, sensores, chips y demás elementos, no pertenecen a éste juego singularmente. Por el contrario, son altamente peligrosos por su “inocente” respuesta a la acción futbolística.

Hay quienes están de acuerdo. Allá ellos. Eso sí, cuando les toque, en su contra un verdadero disparate tecnológico, esto es, que la pelota, mediante su chip, anuncie que entró y está a dos o tres centímetros de la línea de meta, no se queje, porque no tendrá a ningún organismo para recibir su enojo.

Salvo a algún señor que, sonriente, se retire (es una fantasía, claro) del campo, con una especie de radio chiquita en su bolsillo. Los veteranos dirán, “con el piripicho no pasaba eso, ni por asomo …”

Sí, es una historia, repito, tipo la nueva serie Flashforward, pero bien puede transformarse en realidad. En 2 minutos 17 segundos, que, según la serial, es el tiempo que se desmayaron los seres humanos y vieron lo que sucedía seis meses después en sus propias vidas y se inician una serie de conjeturas brillantemente presentadas.

Lástima no me conecté con los guionistas, acaso me podrían decir si fuimos Campeones del Mundo, otra vez, ¿no?. Bueno, el periodismo me permite una ficción quimérica.

En el fútbol, los 2 minutos 17 segundos los precisamos … si vamos perdiendo, a ver si empatamos, ¿no le parece?