Escribe JORGE CROSA
No importa ya, aunque sigan en trayectoria ascendente, los destinos futbolísticos de Cerro y Racing en la Copa Libertadores de América.
Han hecho, hasta el momento, una campaña alentadora, que nos llena de orgullo a los deportistas uruguayos. Cerro y Racing han vuelto a encender el fuego que parecía apagado, luego de muchas décadas, acaso desde un lejano 1988, en el que, un grande, como Nacional, fue titular del mundo, por derecho propio.
Luego … silencio. Una pausa demasiado prolongada hasta este presente esperanzador y gratificante.
No me voy a detener en juicios valorativos específicos del fútbol en sí, de los técnicos Repetto y el Ingeniero Verzeri. Esto que han hecho sus jugadores va mucho más allá que el simple análisis o el aburrido comentario de cada partido, siempre con los mismos términos, analizando las mismas jugadas, sin innovar, sin ideas, sin talentos para un cambio importante, tan necesario en nuestra gente joven.
Por tanto, sin pronosticar, sin aventurar, por ser improcedente, cómo terminarán las campañas de Cerro y Racing, particularmente, dejo aparte a Nacional, porque está acostumbrado a estas exigencias, simplemente recurro a los textos de un hombre con quien nos encontrábamos, cada tanto, para consultarlo, en 18 de Julio y Cuareim, en el viejo boliche Lobizón de Gustavito Ibarra y familia.
Me refiero a Mario Benedetti y sus poemas. Acaso nada que ver con el fútbol, pero es lo que sentí que debía transmitirles, amigos lectores, en una madrugada en la que Cerro venía de empatarle al gigante de Porto Alegre, nada menos que Internacional y luego Racing, del humilde Sayago, con todas sus virtudes de entrega y pasión de sus jugadores, le jugaba “como si no pasara nada” al DIM, Independiente Medellín, equipo de Copas, conocedor de estas cuestiones.
Nada de fútbol, muchachos, sólo éste recuerdo me vino a la mente, recordé los encuentros con nuestro amigo y poeta y esto decidí:
Un simple abrazo nos enternece el corazón;
nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida.
Un abrazo es una forma de compartir alegrías
así como también los momentos tristes que se nos presentan.
Es tan solo una manera de decir a nuestros amigos
que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro
porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos.
El abrazo es algo grandioso.
Es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos
cuando no conseguimos la palabra justa.
Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño,
hace sentir bien a quien se lo damos, sin importar el lugar ni el idioma
porque siempre es entendido.
Por estas razones y por muchas más...
hoy te envío mi más cálido abrazo.
A Racing y a Cerro. No importa cómo les vaya. Importa cómo les fue y cómo les está yendo. Eso importa.
Por ello, mi abrazo, mi más cálido abrazo.
(Una feliz madrugada en la que me sentí realmente feliz de ser uruguayo, gracias a un deporte, gracias a Cerro y Racing, gracias a su entrega, a su fe, a su espíritu y a toda su gente).