Escribe JORGE CROSA
Esta nota es del mundo de la pelota, es de fútbol, claro, (a pesar del título) pero, vaya encontrándole sus similitudes, por favor. Gracias.
EXISTENCIALISMO
Somos nosotros los que creamos el significado y esencia de nuestras vidas.
Eso es existencialismo. Aquí, en este tema, existe una ética de responsabilidad individual. Existir es estar, es figurar, es trascender, en este caso en el mundo del fútbol. Cortito, a lo uruguayo, pero que se note. Así somos.
Y en eso está Juan Ramón Carrasco.
Creyendo en sus cosas, creando el sentido del mundo suyo de la pelota para trasladarlo a sus jugadores.
Es algo así, como la obra de Beckett, para quien no la conoce, es bien sencilla, se trata de dos personajes que esperan a un tal Godot, en un camino, que no saben quien es y porqué lo esperan. Beckett fue un notable novelista y dramaturgo irlandés que exploró, en lo suyo, lo inexplorable.
Y trasladando el teatro al deporte, al fútbol, en este caso, al fútbol le faltan ese tipo de talentos, que, acaso estén notable o sean una locura, pero hay que intentarlo. Y Carrasco lo intenta. Como sin quererlo busca al hombre y encuentra al futbolista. Estará bien o mal. Pero los resultados, los marcadores hasta ahora (esta crónica se redacta antes del partido contra Miramar Misiones con un Adán Machado que es casi igual a Juan Ramón “del Yí”) le van dando la razón.( También esta nota permanece en http://www.tenfieldigital/. com.uy , durante cinco días, vale la aclaración, desde su publicación, el viernes 4 de abril).
LOS ESPECTACULOS: TEATRO Y FUTBOL
Mire usted, ¿no? Teatro y fútbol. Espectáculo. Creatividad. Una relación comunitaria, socia con la condición humana. Creer en el hombre. Sacudir el aburrimiento del fútbol, esa carencia de signficado de pegarle a la pelota sin sentido, sin clase. Ese “símbolo” del existencialismo, que, como está en la vida, está en el fútbol.
Entonces, la relación teatro-deporte establece un existencialismo total. Los botijas de River Plate, “esperan a Godot”. No saben quien es Godot. ¿Será el campeonato, más goles, la victoria permanente, la gloria inesperada? Es decir… Godot ¿existe? ¿ Vendrá?
O el teatro del absurdo los dejará en el camino … esperando a Godot.
Porque, de repente pierde River Plate, falla el sistema, es decir, como en la obra de teatro, ese Godot que están esperando (¿) nunca aparecerá y capaz que era el campeonato, nomás.
Pero, no. Eso sí, llegan personajes a la obra que les hacen la vida imposible (los rivales de River) y éstos soportan todo tipo de engaños y mentiras. Esto es, posible resultados negativos. Según la obra teatral. Como, por ejemplo, esperar a alguien que no existe, como Godot.
Se discute, como en el fútbol y no se ponen de acuerdo. Beckett, al igual que Carrasco – evite (usted) similitudes absurdas – va por ese camino cuasi inconsciente. “Esperando a Godot”. Es que ¿ existe Godot? ¿ Existe el campeonato para River Plate? ¿ Podrán verlo?
Porque, según la obra, tal parece que Godot(¿el titulo?) no aparece , por lo tanto, el campeonato no lo lograrán. ¿O si?
CREER EN UNO
Todo es un tema del creer en las cosas de uno, en el el pragmatismo de uno, en la personalidad de cada actor, en este caso, de cada jugador, de cada partido, de cada seña, de cada estrategia. El tedio y la insignificancia del fútbol (vida) moderna están simbolizados antes de la campaña de River Plate en esta parte del Campeonato. Tedio, siempre lo mismo, no pasa nada. ¿No lo escuchamos todos los días por estos pagos?
Dijo en su momento un crítico,Vivien Mercier, viendo los dos actos de la obra de Beckett “Nada ocurre, dos veces”.
Antes de Carrasco en River esto era cierto. Nada ocurría dos veces. Y lo peor es cuando se afirmaba, “nadie viene, nadie va, es terrible …”
Estas son críticas a la obra de Beckett. Estas eran las críticas al fútbol antes de éste impacto de Carrasco con sus goles, sus exhibiciones, sus festejos, alegrías y malabares, cual artistas de circo, sus jóvenes van desparramando talentos y virtudes, llegue o no llegue … Godot (que bien podría ser el Campeonato o … nadie)
La obra de Beckett termina notable cuando las preguntas finales dicen:
¿Qué, nos vamos?
Sí, vámonos.
(No se mueven ...)
Algo así como la vida de nuestras contradicciones, del fútbol, Jugás mal, ganás, jugás bien, perdés.
ADIOS AL "NO JUGAMOS A NADA ..."
Sin embargo, este River Plate de Carrasco, destruye definitivamente la falta de acción por la creencia en si mismo, en ellos (los jugadores), se ahuyenta el tedio y la carencia de acción de los domingos de nuestro fútbol, para darle una vida diferente, mejor, animada, alegrona, simpática, vencedora.
No importa hasta donde llegue.
En el teatro( fútbol) del absurdo, aquel que hace tiempo, veníamos viendo, domingo a domingo, aburrido, repetido, calcado, parecido o igual, apareció esta novedad de Carrasco con sus botijas.
EL FUTBOL DEL ABSURDO
¿Cómo son posibles tantos goles, tantas victorias, tantas cosas lindas, en el fútbol feo, en esos dos personajes de la obra de Beckett que no hacen nada pero que esperan a alguien que no saben quien es, que no importa quien es, pero lo esperan …
¿No será que los muchachos de River Plate también están esperando eso?
¿Cómo la obra de Beckett … esperando … ¿vendrá? ¿Quién vendrá?
La victoria final, acaso.
¿Vendra … Godot?
El teatro del absurdo de Beckett. El fútbol del absurdo, por lo increíble de Carrasco y sus jugadores.
Unirlos por sus similitudes, por sus formidables parecidos. Por sus creencias existencialistas y por creer, fundamentalmente en ellos y nada más que en ellos.
Acaso, cítense también “los Carrasco” padre e hijo, terminen el campeonato como lo terminen.
Ya no importa.
Valió para el periodista, trazar el paralelo de Samuel Beckett, de un teatro que muestra el tedio de la vida humana y como se puede transformar, en algo creíble, de lo ignorado.
Para mostrar que en cada acción del hombre todo es transformable como lo hacen, en un deporte, como el fútbol , jóvenes que le pegan a una pelota con sentido, creyendo en ellos, por ellos mismos, con sus guías, que también creen en ellos.
El fútbol del absurdo. El que nunca que se pensó que se pudiera concretar. O ver. O jugar.
Viendo jugar a River Plate … “Esperando a Godot …”
¿Quién es Godot? ¿Existe para el autor? ¿Será el éxito final?
Mientras tanto … viendo jugar a River, sigo, personalmente, con mi sonrisa y la de muchos … “esperando a Godot”.
Siempre y cuando Godot, sea para quienes creemos en los que trabajan, algo así, como una victoria final, un campeonato o una actuación memorable.
Telón lento…