DON HUGO DECIDIO
Escribe Jorge Crosa
No fui amigo de Don Hugo, pero, como periodista seguí su trayectoria. Asistí a muchos partidos, a una cantidad de prácticas, que justamente se daban en los viajes por la Copa Libertadores de América y siempre me dio la impresión y no me equivoqué en lo más mínimo de estar frente a un gran profesional y a una excelente persona.
Don Hugo, hombre de decisiones.
Porque así fue Bagnulo. Imagine que no tuvo ningún problema en dirigir a Peñarol, a Nacional, en el exterior, a Uruguay, a clasificarlo y después por diferencias y esas cosas que nos suceden a los uruguayos, no ir al mundial de Alemania. En fin, un hombre distinto, que los hay.
Don Hugo Bagnulo es el ejemplo que existen. Que hay tipos que toman decisiones y que se respetan a sí mismos y que se hacen respetar por consecuencia directa.
Nunca precisó de un gesto fiero para demostrar que era duro. Que su personalidad iba más allá del fútbol, de la entrevista ocasional o del resultado.
Bagnulo fue creando su propia escuela de vida y del fútbol.
“No los moleste mucho, están en otra cosa ..., pero vaya cumpla con su trabajo” … recuerdo me dijo una vez cuando en Chile, Peñarol se jugó entero ante el Cobreloa por la Libertadores y la ganó con la última gota de transpiración y la magia del zapato de Fernando Morena.
Esto es, nos dio autorización, pero …”sea prudente”, nos quiso indicar. Una cosa lógica. Respetó nuestra tarea y a su vez la de los jugadores.
Mantenía sus cábalas, las respetaba y su gesto serio no daba para una broma, ni para un chiste, cuando estábamos en el exterior.
Hubo muchos encuentros con Don Hugo, pero siempre a uno le quedan cosas de las personas que se distinguen de los demás. Que no son iguales, para bien.
Su orden, la mirada atenta, la prolijidad y cuando no, la sonrisa adecuada, en el momento preciso.
Un hombre de decisiones.
Su carrera, la leerán en todas las publicaciones, no vale que nosotros la recordemos en estas líneas, porque de lo que se trata es de repasar su gran personalidad. Repartió humildad y firmeza. Criterio y disciplina.
Fue ganador. Muy buen ganador. Exitoso y sobrio. No es tan fácil esta última ecuación.
Don Hugo Bagnulo fue el bastión que el mundo del fútbol uruguayo, siempre buscó para el consejo, para la pausa, para la reflexión, para la comprensión.
Hombre de decisiones.
“El valor es de ellos”, expresó cuando Peñarol fue Campeón de América en Chile, cuando todo el mundo ( 80.000 personas), allá por el 1982, pensaban que con el empate aquí en Montevideo a cero, allá Cobreloa se consagraría el mejor del continente.
Morena y su clase no se lo permitieron. Bagnulo festejó como correspondía, según él, sin salirse del riel, pero enormemente feliz.
“¿Vio?, le dije que el valor era de ellos, repitió.
Hombre para aprender cosas y no solamente del fútbol. Ahí está la cosa. Eso fue lo que tuvo siempre Don Hugo Bagnulo aferrado a una conducta intachable de honestidad y de perseverante moral y por ende plena de dignidad.
En aquel momento, vaya el recuerdo porque entra en el pantallazo, estuvo el Profesor Kistemacher, una gran persona al igual que profesional, Venancio, Saralegui, Morena, Coquito Rodríguez, Walkir Silva, Gustavo Fernández, Nelson Gutiérrez, Bossio, Montelongo, Olivera, Juan Vicente Morales, Diogo, Jair … los que figuraron más en el tema del 82.
Después, remataron a lo crack, derrotando al Aston Villa por 2 a 0 en el Estadio Nacional de Tokio por la Copa Intercontinental.
Parecen cuentos de Felisberto Hernández o Mario Benedetti …¿no?
Cercanos a la ficción, tales como “Nadie encendía las lámparas” o “La muerte y otras sorpresas”.
Y Don Hugo Bagnulo, no le digo imperturbable, porque no fue así, pero con la justa medida de la victoria, tanto como en la derrota.
Los titulares dicen, la vida dice que murió Don Hugo Bagnulo.
Para mí, de la forma que lo conocí, lo interpreto de otra manera.
Don Hugo, tomó, como siempre lo hizo, una decisión.